jueves, 30 de septiembre de 2010

QAWAQ, Edicion No. 12. 1 de Octubre 2010-1 de Enero 2011




KACHKANCHIKRAQMI!

Manañas kachkanchikchu, lliusi chinkarukunchik, llapachallan wawqi paniykunas chinkarukunku, hatun llaqtakunapi, uru hina muyurispa. Chaytam nichkanku, chay layqasqa hina unquq runakuna, mana rikuytapas, uyariytapas, musiaytapas, atispa.

Paykunapa gasiusawan, unquchiq mikuykunatas kanan llapan runa mikunanchik kanqa. Manañas ñuqayku allin kawsaywan mikuy ruasqanchikta mikusunñachu, manañas aqallanchiktapas upiasunñachu. Rantipallapaqñam imamikuypas kanqa.

Pachanchikunatapas manañas awakusunñachu. Paykuna ruasqankutas llapallanchik churakusun. Rantillapaq kaptin ñuqanchikqa maqtatam llamkasun chay qullqi tarinapaq, qayka ima kapuwasqanchik paykunapa makinman rinqa.

Churinchikkunatam lliu rimakusqanku unquq llatakunapi, sunqunkunatapas tikrarusqanku, inaspanmi paykunawan kuska sumaq kawsayninchikta usiayta munachkanku. Imanasqa chiki chay kanman, manataq ñuqanchikqa pitapas cheqnichkanchikchu, qasillam kawsakuchkanchik.

Chay unquq runakunatam willayta munaniku, manan ñuqaykuta chinkachiwaqchu, manam sipiwayta atiwaqchu. Pachamamanchikmi kawsachkan, wiraqucham quñiyayawan kawsachckan; paykuna kawsaptin, ñuqanchikpas kawsasunmi. Kachkanchhikraqmi!.

Pachikucha Tinkuqpa Runañan




ESTAMOS AUN!

Dicen que ya no estamos, que hemos desaparecido totalmente; que nuestros hermanos y hermanas se han perdido en las grandes ciudades, viviendo como hormigas desorientadas. Eso están diciendo, aquellos que sufren esa extraña enfermedad que no les deja ver, oír ni sentir.

Sus gaseosas y comidas chatarra envenenadas, dicen que debemos de comer todas las personas. Las comidas que preparábamos con buenos y sanos cultivos dicen que ya no las debemos comer, que nuestras chichas ya nos las debemos beber. Todo alimento, únicamente será vendido dicen.

También nuestras ropas dicen que no debemos tejerlas ni confeccionarlas. Todos nos vestiremos y usaremos lo que ellos fabriquen. Como es para venta, tendremos que trabajar duro para reunir ese dinero, todo cuanto tengamos tendrá que ir a parar en las manos de ellos.

A nuestros hijos los han convencido y enfermado en esas ciudades, hasta sus corazones los han cambiado y entonces, junto a ellos, quieren acabar con nuestra bonita forma de vida. Por que ha de ser así pues, si nosotros no estamos odiando a nadie, tranquilos nomás vivimos .

A los que sufren esa enfermedad queremos decirle que no nos desaparecerán, no podrán exterminarnos. Vive nuestra madre naturaleza, vive Wiraqocha y Quñiyaya; y así como ellos viven, nosotros viviremos. Aún estamos!.

Juan Francisco Tincopa Calle.

BRECHAS SOBRE LA CONQUISTA





¿Cristóbal Colón descubrió América en 1492? ¿O antes que él la descubrieron los vikingos? ¿Y antes que los vikingos? Los que allí vivían, ¿no existían?

Cuenta la historia oficial que Vasco Núñez de Balboa fue el primer hombre que vio, desde una cumbre de Panamá, los dos océanos. Los que allí vivían, ¿eran ciegos?

¿Quiénes pusieron sus primeros nombres al maíz y a la papa y al tomate y al chocolate y a las montañas y a los ríos de América? ¿Hernán Cortés, Francisco Pizarro? Los que allí vivían, ¿eran mudos?

Nos han dicho, y nos siguen diciendo, que los peregrinos del Mayflower fueron a poblar América. ¿América estaba vacía?

Como Colón no entendía lo que decían, creyó que no sabían hablar.

Como andaban desnudos, eran mansos y daban todo a cambio de nada, creyó que no eran gentes de razón.

Y como estaba seguro de haber entrado al Oriente por la puerta de atrás, creyó que eran indios de la India.

Después, durante su segundo viaje, el almirante dictó un acta estableciendo que Cuba era parte del Asia.

El documento del 14 de junio de 1494 dejó constancia de que los tripulantes de sus tres naves lo reconocían así; y a quien dijera lo contrario se le darían cien azotes, se le cobraría una pena de diez mil maravedíes y se le cortaría la lengua.

El notario, Hernán Pérez de Luna, dio fe. Y al pie firmaron los marinos que sabían firmar.

Los conquistadores exigían que América fuera lo que no era. No veían lo que veían, sino lo que querían ver: la fuente de la juventud, la ciudad del oro, el reino de las esmeraldas, el país de la canela. Y retrataron a los americanos tal como antes habían imaginado a los paganos de Oriente.

Cristóbal Colón vio en las costas de Cuba sirenas con caras de hombre y plumas de gallo, y supo que no lejos de allí los hombres y las mujeres tenían rabos.

En la Guayana, según sir Walter Raleigh, había gente con los ojos en los hombros y la boca en el pecho.

En Venezuela, según fray Pedro Simón, había indios de orejas tan grandes que las arrastraban por los suelos.

En el río Amazonas, según Cristóbal de Acuña, los nativos tenían los pies al revés, con los talones adelante y los dedos atrás, y según Pedro Martín de Anglería las mujeres se mutilaban un seno para el mejor disparo de sus flechas.

Anglería, que escribió la primera historia de América pero nunca estuvo allí, afirmó también que en el Nuevo Mundo había gente con rabos, como había contado Colón, y sus rabos eran tan largos que sólo podían sentarse en asientos con agujeros.

El Código Negro prohibía la tortura de los esclavos en las colonias francesas. Pero no era por torturar, sino por educar, que los amos azotaban a sus negros y cuando huían les cortaban los tendones.

Eran conmovedoras las leyes de Indias, que protegían a los indios en las colonias españolas. Pero más conmovedoras eran la picota y la horca clavadas en el centro de cada Plaza Mayor.

Muy convincente resultaba la lectura del Requerimiento, que en vísperas del asalto a cada aldea explicaba a los indios que Dios había venido al mundo y que había dejado en su lugar a San Pedro y que San Pedro tenía por sucesor al Santo Padre y que el Santo Padre había hecho merced a la reina de Castilla de toda esta tierra y que por eso debían irse de aquí o pagar tributo en oro y que en caso de negativa o demora se les haría la guerra y ellos serían convertidos en esclavos y también sus mujeres y sus hijos. Pero este Requerimiento de obediencia se leía en el monte, en plena noche, en lengua castellana y sin intérprete, en presencia del notario y de ningún indio, porque los indios dormían, a algunas leguas de distancia, y no tenían la menor idea de lo que se les venía encima.

Hasta no hace mucho, el 12 de octubre era el Día de la Raza.

Pero, ¿acaso existe semejante cosa? ¿Qué es la raza, además de una mentira útil para exprimir y exterminar al prójimo?

En el año 1942, cuando Estados Unidos entró en la guerra mundial, la Cruz Roja de ese país decidió que la sangre negra no sería admitida en sus bancos de plasma. Así se evitaba que la mezcla de razas, prohibida en la cama, se hiciera por inyección.

¿Alguien ha visto, alguna vez, sangre negra?

Después, el Día de la Raza pasó a ser el Día del Encuentro.

¿Son encuentros las invasiones coloniales? ¿Las de ayer, y las de hoy, encuentros? ¿No habría que llamarlas, más bien, violaciones?

Quizás el episodio más revelador de la historia de América ocurrió en el año 1563, en Chile. El fortín de Arauco estaba sitiado por los indios, sin agua ni comida, pero el capitán Lorenzo Bernal se negó a rendirse. Desde la empalizada, gritó

¡Nosotros seremos cada vez más!

¿Con qué mujeres? –preguntó el jefe indio.

Con las vuestras. Nosotros les haremos hijos que serán vuestros amos.

Los invasores llamaron caníbales a los antiguos americanos, pero más caníbal era el Cerro Rico de Potosí, cuyas bocas comían carne de indios para alimentar el desarrollo capitalista de Europa.

Y los llamaron idólatras, porque creían que la naturaleza es sagrada y que somos hermanos de todo lo que tiene piernas, patas, alas o raíces.

Y los llamaron salvajes. En eso, al menos, no se equivocaron. Tan brutos eran los indios que ignoraban que debían exigir visa, certificado de buena conducta y permiso de trabajo a Colón, Cabral, Cortés, Alvarado, Pizarro y los peregrinos del Mayflower.

Eduardo Galeano.


PARA WAYCAN CON RESPETO Y CARIÑO

La zona arqueológica Waycán de Pariachi, - 1500 D.C.- se encuentra ubicado a la altura del Km. 16.5 de la Carretera Central, distrito de Ate Vitarte, Lima, Perú. Es un complejo arqueológico my extenso, que debió ser el sitio Ychma e Inka más importante de esta parte de la cuenca del rio Rimac, pues estaba unido al camino Inka que pasaba por este valle.




WAYKAN: Una Waka en peligro.


“Huaycán de Pariachi” es el nombre oficial con el cual hace 24 años irrumpió un conglomerado de habitantes dentro de una zona arqueológica, reconocida, estudiada y reconstruida décadas antes, en los años 60.

Bajo la tutela del Municipio de Lima se instaló un Asentamiento modelo que asumió el nombre oficial de “Comunidad Auto-gestionaria de Huaycán” o CUAH. Ni entonces ni ahora existe un plan de desarrollo urbano, social ni cultural que permita incorporar a la comunidad a la waka, ni la waka a la comunidad. Hoy residen más de 200 mil personas venidas de los 4 Suyu. Es decir una muestra del Perú profundo.

Producto de esa carencia, actualmente la zona arqueológica se encuentra en peligro de una nueva invasión organizada desde el Estado, vía el municipio local de Ate-Vitarte, con fines aparentemente comerciales, políticos y económicos pero menos culturales, arqueológicos, históricos ni sociales, como podría esperarse dadas las condiciones de la población, el tiempo transcurrido así como la historia reciente plena de violencia política.


DATOS REVELADORES DE WAYKAN


• Pobladores de las zonas alejadas del centro urbano de la CUAH han encontrado restos arqueológicos (cerámicas, restos humanos, tejidos y construcciones) al hacer excavaciones para instalar sus viviendas.
• Las autoridades locales, dirigentes y funcionarios del Estado desconocen la inversión pública realizada entre 1960 y 1967 para reconstruir los restos arqueológicos. Cálculos recientes hechos por arqueólogos estiman que, de querer hacerse similares trabajos (investigación, limpieza y reconstrucción) se requeriría de 80,000 a 100,000 dólares, 5 a 6 veces más recursos que los gastados entonces.
• El INC ha pintado la cerca de cemento con lemas alusivos al Patrimonio Cultural, en previsión que la campaña política no usurpe (como sucede desde hace décadas) con pintas y lemas electorales pasajeros el entorno protector de la zona arqueológica.
• Las avenidas principales de la CUAH denotan fechas importantes para iniciar la ocupación, líderes militares o ideológicos cuya relación con la población fue trágica o inexistente.
• No existe plaza, parque ni construcción alguna que emule a los habitantes originarios ancestrales, ni fecha destacada del acervo histórico.
• En los centros educativos particulares y estatales no existe curso alguno que informe, eduque ni oriente a los escolares sobre la zona arqueológica de la cuál forma parte desde su nacimiento hace 24 años.
• Las actividades oficiales del Municipio, Parroquia, Clubes y Asociaciones Culturales tienen como eje las calles principales cuyos nombres fueron reseñados antes, sin tener en cuenta ningún aspecto de la zona arqueológica, cuyo nombre han tomado fraccionado.
• La mayoría de los líderes y la población actual desconoce el significado del vocablo Waykan (ó Huaycán) así como de sus complementos: Pariachi, Wachipa, Wascata, Ñaña…etc.
• El crecimiento urbano reciente ha traído consigo la proliferación de bares, Chichódromos, clubes nocturnos, pollerías y Hostales, en detrimento no sólo de la economía sino de la moral de la juventud.
• El municipio de Ate ha publicado hace tres años un proyecto de “Parque Arqueológico”, cuestionado por arqueólogos, investigadores, conservacionistas y educadores sin obtener propuesta alternativa ni modificación de los planes originales.
• Este proyecto, promovido desde el Estado, comprende la construcción de Laguna Artificial, Piscina Olímpica (en una zona árida), Juegos Mecánicos, Playa de Estacionamiento, Centro Comercial y Campo de Fútbol… dentro de la zona arqueológica.
• Ni las autoridades ni los dirigentes reconocen o evalúan los límites de la zona arqueológica. El año pasado, la población fue citada para presentar los planos y proyectos de construcción de un Centro Cultural a fin de obtener el consenso ante el inicio de todas las demás obras.
• Los actuales candidatos a renovar el sillón municipal, no aportan (ni desmienten) proyectos válidos, alternativos al respecto, demostrando su ignorancia o desprecio por el legado histórico o Patrimonio Cultural.

LO QUE PASA EN EL PERU


• Los cursos de historia han sido retirados, cercenados y manipulados en los últimos años. No existen más, por ejemplo Historia de los límites del Perú, no figura la historia de Juan Santos Ataw Allpa en la selva central, ni de Marcelino Carreño, Emiliano Pomares en la sierra Republicana, no se sabe sobre el papel de los guerrilleros, montoneros o indiada durante la guerra con Chile…entre otras perlas.
• Los principales investigadores de la cultura andina son extranjeros. Por ejemplo, los especialistas en el calendario Andino: Investigadores del Calendario y Astronomía Andinos, Clement Markham (1856); William Bollaert (1860, 61, 65); Jean Du Gourcq (1893); Federico Villarreal (1894); Stansbury Hagar (1902, 05, 05); Horacio Urteaga (1913); C.V. Callegary (1914); Erland Nordenskiol (1925); R. Lehmann-Nitsche (1928); Arthur Posnasky (1942); Luis Valcárcel V. (1942); Jhon H. Rowe (1946); Gerardo Dianderas (1951); Rolf Muller (1972); Guillermo Illescas (1976); Tom Zuidema ( 1977 a-b, 1982 a-c, 1983 b, 1988 a-b). Richard Aveni (1981, 87); Jhon Hyslop (1985, 1990); Marius S. Zlolkowsky y Robert M. Sadowsky ( 1980, 85, 89 a, 90, 92); Jhon Anderds (1986 a-b); David S.P. Dearborn, Balnco y Schereiber (1983, 87, 89); Trimbom (1959); Rivera Sundt (1984); Jhon Hyslop Jr. (1990); Carlos Williams León (1992); Gary Urton (1980, 81 a-b, 1982); Carlos Milla (1983); Lorenzo Roselló, Luis Mazzoti y Cirilo Huapaya (1985); Williams Burns Glyn (1990); Julio Valladolid R. (1993); Brian Bauer y David S.P. Dearborn (1995)….
• Para obtener el título de Arqueólogo, Historiador, Lingüista o cualquier disciplina científica, se exige aprender, leer, escribir y hablar idiomas como el ruso, italiano, chino, japonés, alemán, francés o inglés. No se reconocen como méritos o equivalentes el dominio del Ashaninka, Yanesha, Witoto, Jaque Aru (aymara) ni Runa Simi (quechua) entre otros.
• Las lanas de Alpaca y Vicuña están siendo producidas en países tan exóticos y lejanos como Nueva Zelandia, Inglaterra y Australia. Esto es posible gracias al manejo del germoplasma que desde hace varios años vienen haciendo en laboratorios y granjas especialmente acondicionadas. En contraposición, el Perú está condenado a perder la calidad de las razas, especies y tipos de estos animales, debido al deficiente manejo en el campo. Se calcula que en 8 o 10 años habremos dejado de producir ejemplares con lanas de calidad de exportación…A no ser que se haga algo.
• No hay relación entre la pérdida del 22% (la cuarta parte) de los glaciares del Perú, el calentamiento global, la contaminación ambiental y la deficiente educación, los usos y costumbres sociales de nuestra población.

QUE HACER?

Hay en la CUAH, pese a todo, síntomas claros que la juventud asume un rol protector del Patrimonio Cultural. Los pasacalles que periódicamente organizan los clubes culturales y asociaciones deportivas –los cuales son numerosos– dan fe de ello. El principal Colegio mixto, Gonzales Prada, ha obtenido galardones por desfilar con su banda de música entonando acordes ancestrales (El Cóndor Pasa, Valicha) y luciendo prendas étnicas (Lliqlla, ojotas, montera, etc.)
Sin embargo, urge levantar un programa de revaloración del pasado histórico de la CUAH teniendo en cuenta otros modelos exitosos y vigentes donde convivan restos arqueológicos con población organizada como son los casos de México, Arabia, Egipto, China e Italia entre otros.
El cambio de la mentalidad de la juventud no depende la acción de una persona, ni siquiera de un grupo de personas, por muy lúcidas que éstas sean. Es el trabajo constante de una generación el que podría funcionar a condición de estar inscrita dentro de los planes oficiales del Estado, dándoles el apoyo logístico, económico y legal correspondiente, de lo contrario seguiría en peores condiciones que las actuales.


Algunas medidas en esta dirección podrían ser:


• Visitar periódicamente la Waka, en compañía de especialistas, investigadores, arqueólogos, promotores culturales de la indianidad. Los dirigentes y líderes de la CUAH deberían encabezar estas visitas promoviendo las fechas pertinentes del ideario andino.
• Promover la enseñanza de los idiomas ancestrales en los colegios, entre la niñez y la juventud.
• Confeccionar un Calendario Cívico Municipal, Escolar Oficial, teniendo en cuenta las fechas históricas, arqueológicas y sociales del imaginario andino, inscritas en la zona arqueológica.
• Programar Cursos, Talleres, Charlas, ciclos de Conferencias, Mesas Redondas y eventos similares organizados por los centros educativos (Estatales y Particulares) donde se toquen temas vitales de la identidad de Waykan.
• Incorporar asignaturas relacionadas con el idioma ancestral, la arqueología, astronomía Inka, historia, gastronomía, entre los estudiantes de la CUAH a fin de crear un respaldo informativo que los enorgullezca.
• Interesar a entidades oficiales y personajes de la cultura nacional para que investiguen, publiquen y diserten sobre la zona arqueológica a fin de recuperar la prestancia, valor y orgullo perdidos en los últimos tiempos.
• Conectarse con instituciones preocupadas por estos temas para desarrollar juntos algún programa de capacitación entre la juventud: Museo Nacional de Arqueología Antropología e Historia (Pueblo Libre), Escuela de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Red de Arqueólogos Humanistas, Comunidad Universitaria Quechua Aymara (CUQA) de la Universidad Nacional la Cantuta, entre otros.

Yanajaca. Ernesto Jiménez Ortíz
(051)999-030 979


ACERCA DEL SINCRETISMO ANDINO




No ha sido fácil retener en nuestra memoria el pasado, nuestra historia y los conocimientos que llegamos a alcanzar, sobretodo porque la ideología que se impuso la desvalorizó, la tildó de herejía, supersticiones y caldo de cultivo para la brujería y ritos satánicos. Razón por la cual buscaron arrasar con nuestra cultura y extirparla de raíz.

Así idearon la extirpación de idolatrías y crearon pavor en todo el mundo andino, durante toda la época colonial.

Han sido cinco siglos de dominación cultural y religiosa, tiempo que inexorablemente corría primero a favor del invasor europeo y luego de la república.

No negamos que ambos tenían sus diferencias e intereses particulares, pero se encontraban a la vez, unidos por un lazo indisoluble, muy fuerte, que era religioso y, que se mantiene hasta nuestros días.

Fue a los pocos años del “descubrimiento” de nuestro continente, que el Papa Alejandro VI (3 de Mayo de 1493) autorizó a los reyes de España y Portugal, a apoderarse de nuestras tierras, a ser sus legítimos dueños y señores, incluyendo a todos sus pobladores, a arrebatarles todas sus riquezas y apoderarse de ellas siempre que cumplieran con evangelizar a sus habitantes y los ganasen a la religión católica. Quedando así santificada por su iglesia, la larga y dolorosa explotación que debieron padecer nuestros abuelos.

Y si decimos abuelos, es por la sencilla razón de que cuando en una comunidad andina, se encuentra una momia inka o pre-inka, con mucho cariño y respeto, los llamamos abuelos.

Es cierto que cuando se inició el genocidio hubo las voces de algunos sacerdotes españoles que denunciaron las atrocidades que se cometían, pero fueron pocas y además…ignoradas.

Inevitablemente nuestra memoria estaba condenada a ser destruida, luego de unas décadas de dominación, salvo que nuestros abuelos lograran ocultar nuestra cultura y sus rituales, ante los ojos del invasor (lo cual no fue nada fácil), de tal manera que éste no pudiera darse cuenta que para sobrevivir culturalmente, estábamos produciendo un sincretismo. Y efectivamente eso sucedió.

La sustitución de entidades sagradas.

Pachacamac fue sustituido por el Cristo de Pachacamilla(Señor de los Milagros), Mama Quilla (la luna) por la Vírgen de Guadalupe, Virgen de Yauca y otras vírgenes más. Illapa(el rayo) por el apóstol Santiago y así sucesivamente.

Pero en este llamado “sincretismo” contribuyó el invasor ya que al ver la fortaleza espiritual del hombre andino, acomodó las fiestas del calendario católico, para que coincidieran con las nuestras.

No les fue difícil hacerlo, ya que rápidamente comprendieron que les resultaba sencillo por ejemplo mostrar la cruz cristiana, como la versión europea de nuestra sagrada Chakana. Pese a que en verdad la occidental representa la muerte de lo sagrado, mientras que nuestra Cruz Andina representa el ritmo de la vida, el orden y la armonía.

Los sacerdotes europeos en poco tiempo se dieron cuenta del esplendor de las festividades y rituales andinos, por lo que buscaron imponer símbolos y creencias que nos confundieran y ayudaran a olvidarnos de los nuestros. Fue así que idearon vírgenes y santos, que pudieran competir con los andinos.

Su desesperación por lograr que olvidemos nuestro pasado fue tal, que a cada comunidad le asignaron un santo patrón cristiano como protector que debía reemplazar al nuestro.

Para ello crearon vírgenes, santos, fiestas, que reemplazaran con mucho esplendor material y espiritual a las andinas y, a través de la imposición religiosa, suplantar nuestras festividades.

Así surgieron nuevos símbolos, nuevos rituales, donde aparecen mezcladas las tradiciones nuestras con las occidentales.

Sin embargo nuestra tradición cultural fue tan fuerte, que luego de cinco siglos, aún permanece viva.

Fue después de comprobar que el indio andino se negaba a asistir a las ceremonias religiosas de los españoles y renegar de sus entidades espirituales, que deciden construir templos cristianos sobre templos y lugares sagrados del mundo andino.

El objetivo de la conquista no fue cultural ni religioso, fue eminentemente económico. Extraer riquezas ajenas y usufructuar, a la mala, de ellas.

Es por eso que si llegaban a un lugar donde habían símbolos andinos, que además guardaban similitud con los católicos, los sustituían rápidamente.

Así, nuestros cantos rituales fueron sustituidos por los Cantos Gregorianos, la trompeta de caracol por el órgano, etc.

Pero nuestra tradición cultural no pudieron borrarla y ese es el mayor fracaso de occidente, que tuvo 500 años para lograrlo.

Protegimos la semilla de nuestra cultura ancestral

Es que la tradición sobrevivió y la transmisión oral se mantuvo hasta nuestros dias. Hoy vemos que en muchas comunidades se mantiene pura la semilla de nuestra cosmogonía, cosmología, y cosmovisión. Semilla que fue cuidada para que vuelva a sacar raíces y germine cuando el momento fuese propicio.

El hombre andino sabía que al sembrar, intervendría en el florecimiento normal de la naturaleza, pero lo necesitaba para asegurar su alimentación.

Era conciente que su intromisión no era natural, tal como había sido en su etapa de cazador y recolector de frutos.

Por eso los rituales se realizan antes de la siembra, para pedir permiso a la madre tierra. También se hacían luego de las cosechas buscando restablecer el orden que se pudiera haber alterado.

La música, los cantos y las danzas no se hacían para que sus ejecutantes se lucieran o fueran aplaudidos por un público expectante, sino para acompañar o celebrar un ritual, con toda la comunidad.

Hoy, cuando participamos de una fiesta andina, solemos ver su colorido, la fuerza de sus sicuris, quenas, y bombos, sus danzas y sus borracheras. Pero insistimos que eso no era así en la antiguedad.

En la actualidad funciona como una especie de catarsis colectiva y es pore so que vemos tal desenfreno en ellas, pero también en ellas hay hermanos que concientes y comprometidos con nuestra cultura, llevan a cabo los rituales, tal como se hacía en la antiguedad, generalmente al amanecer y, donde el respeto y la solemnidad de su ejecución, escapan a la mirada del turista.

Se ha mencionado que tanto los extirpadores de idolatrías, como los catequizadores, buscaron o inventaron fiestas cristianas, para que sustituyeran a las andinas.

En el mes de mayo se celebraba la fiesta de homenaje a la Cruz del Sur, nuestra sagrada Chakana.

Sabedores de la importancia que tenía en el mundo andino y de su similitud con la cruz Cristiana, crearon la Fiesta de las Cruces, como festividad católica.

Quién fué el autor de este sincretismo?...no lo sabemos. Lo cierto es que la Fiesta de la Chakana, vestida de ropaje occidental, aún es practicada por nosotros. Esta grabada en el subconsciente colectivio del hombre andino.

La importancia de nuestra Chakana es tal, que en todo pueblo andino, en el cerro más grande e importante, siempre hay una cruz de madera, que protege a toda la población. Puede tener ropaje de cristiana, pero es nuestra chakana, el puente que nos une al cosmos y recuerdo de nuestro origen y principio.

Pariacaca e Illapa, entidades que representan el rayo y el fuego, fueron sustituidos por el Apóstol Santiago y su espada de fuego.

Tunupa, entidad que simboliza la fuerza y la energía, la identificaron con el Apóstol San Blas, por haber luchado contra el demonio y el mal.

Y así siguieron. Donde habían personajes ó símbolos que se asemejaban a la doctrina católica, fueron utilizados para confundirnos y ganarnos a su religión.

El Inti Raymi, cuya finalidad era asegurar el retorno normal del sol, fiesta que se celebraba al amanecer del 21 al 22 de Junio, cuando el sol se alejaba más de la tierra, fue sustituida por la fiesta de San Juan.

La multiplicación de Vírgenes y Santos

Nunca antes el panteón u olimpo de santos católicos creció tanto. Cada uno con su especialidad, siempre que sirviera al adoctrinamiento que se quería imponer.

San Isidro el Labrador, para que lleguen las lluvias y la cosecha sea buena.

La Virgen del Carmen y Santa Bárbara, para controlar el trueno en la época de lluvias.

San Cristóbal, para que proteja a los caminantes.

San Marcos y la Santísima Trinidad, como protectores del Ganado.

Santa Rita de Casia y San Judas Tadeo, para que aboguen por lo imposible.

San Antonio para que encuentre los objetos perdidos y favorezca los matrimonios.

Y así, fueron proliferando imágenes esculpidas o pintadas sin importarles en absoluto que ello fuese idolatría.

Todo fue hábilmente sustituido y utilizado para la conversión católica. Así surgieron nuevas festividades con fechas cambiadas, nuevas creencias, nuevos rituales, que en verdad son solo caricaturas sin sentido de nuestras tradiciones espirituales.

Lo importante son los contenidos

Setiembre es el mes de la siembra y en ese momento la tierra muestra toda su pureza y fertilidad. Virgen y desnuda para recibir la semilla.

Por eso realizábamos las fiesta del Kuya Raymi o de agradecimiento a la Pachamama, porque de su vientre la semilla florecerá y brotará el alimento.


Luego de la invasión española, ésta fiesta la sustituyeron por otra, en homenaje a la Virgen María.

Tres meses después la semilla brotó y se transformó en fruto, en alimento que permite asegurar la vida. En ese momento el sol se acerca a la tierra en un nuevo solsticio y la planta se muestra como un niño recién nacido, arrullado por la madre tierra y prodigada de calor por su padre sol, pudiendo comparar esta plantita como el niño esperado.

El Kapaj Raymi que se celebraba en esa fecha, era la gran fiesta en homenaje a la nueva vida y por lo tanto estaba también dedicada a los niños.

De allí a relacionarla con el nacimiento de Jesús, solo había que hacer un pequeño acomodo. Cambiaron su fecha del 21 al 24 de Diciembre.

Esta fiesta era muy importante para nosotros y coincide con la fiesta del IKUKU o EKEKO, personaje que hoy cambio su figura prehispánica, por la representación de un hombre corpulento de tez clara, que llega cargado de regalos y que simboliza el deseo de bienestar y abundancia.

Nuestros hermanos pieles rojas también la celebraban y coincidía con la llegada de los espíritus Kachina, que aseguraban fertilidad y bienestar.

La mano de occidente, lo reemplazó por la llegada del Papa Noel, cargado de regalos para los niños.

Hubo sincretismo?....no se puede negar que así fue, pero no solo de parte de la Iglesia Católica que llegó con Pizarro y sus huestes. También hubo de parte nuestra, que aprovechamos el ramillete de cristos, vírgenes y santos que trajeron, para ocultar nuestra cosmogonía andina.

Es evidente que muchas cosas han cambiado, pero la semilla de nuestra cultura india sigue viva y latente. Por eso vemos que cada día son más nuestros hermanos que regresan a religarse a ella…esperando que vuelva a florecer la primavera.

Juan Rivera Tosi.


Somos Pueblos Ancestrales


Insisten en llamarnos indígenas, también nos quieren llamar Indios. Nosotros somos pueblos ancestrales, cada cual tiene su nombre, y ese no es nuestro nombre.


Esos apelativos con los cuales nos designan son expresión de su limitado entendimiento, entre otros aspectos un entendimiento "racista".

Tenemos nuestra manera de entender el mundo, entre otros aspectos entendemos que todo y todos están enlazados, están tejidos, forman un gran tejido, una gran tela; somos un tejido de tejidos. La cualidad de este tejido de tejidos se puede entender con mucha facilidad cuando se observa lo que es un tejido y las cualidades que tiene.

Un tejido o una tela o manto, está formada (tejida) por hilos. El tejido o la tela puede mostrar o muestra una figura o un dibujo, es decir, la Tela es o tiene una idiosincrasia o una personalidad, es un ser. Pero, al mismo tiempo que la tela, el tejido o la manta, tiene su propia personalidad o idiosincrasia, cada hilo con el cual está tejida, tiene y mantiene su propia forma, su propia idiosincrasia, su propia personalidad. En una palabra, el conjunto no borra ni elimina la personalidad de las partes. Ni la Tela es un poder absoluto que elimina la de los hilos, ni los hilos son elementos aislados o individuos. La tela ampara a los hilos y los hilos tejen y diseñan a la tela, sin hilos no hay tela y el hilo sin tela es un huérfano (un huaccha) y sólo no se puede vivir.
Esta es una manera de entender y sentir el mundo, la vida, la existencia; es nuestra manera de entenderla.

Todos y todo están enlazados o tejidos, por ello es que entendemos que nuestros ayllus y nuestras marcas, que en otros países las denominan con otros nombres, como por ejemplo, en los pueblos del norte de Europa los llaman Tribus, en México: Calpulli, en Mongolia: Urdú (de donde viene el nombre de Horda), en Escocia: Clan, en Grecia: Oikos, están constituidos no sólo por seres humanos, sino por plantas, animales, cerros, lagos, lagunas, mares, ríos, bosques, planicies, aguajales, desiertos, nubes, astros y lógicamente por sus antepasados, así como, por el espíritu o fuerza que los anima, es decir su ánimo, su personalidad o idiosincrasia, su manera de ser; cada cual es diferente al otro y estos varían según la ubicación, orientación y sentimiento que tienen.

No somos ni constituimos en el sentido estricto del concepto una sociedad, porque ésta por definición es una agrupación solo de seres humanos, y con más propiedad de "individuos". Somos más que eso, quizá lo más próximo a lo que ha llegado la ciencia de los académicos de las ex provincias occidentales del imperio romano de su edad moderna (los científicos modernos occidentales) es a definir un "ecosistema", pero este concepto es aún insuficiente, porque no incluye ni a los antepasados, ni el ánimo de estos grupos que llamamos ayllus.

Por ello es que decimos que nuestras alpacas son nuestras hermanas, a los maicitos, papas o ocas que son nuestros hermanos, que las estrellas son nuestras hermanas, que el Sol es nuestro padre, que somos hijos de la Luna, que nuestros viejos protectores y sustentadores son los Apus.

También por eso entendemos que nuestros cerros y bosques y sus entrañas no se pueden separar de nosotros, no se pueden "vender" aunque algún "sabido" haya "descubierto" la veta de algún metal o una "riqueza natural explotable", son nuestro mismo cuerpo, alma y ánimo. Son nuestra familia y a un hijo, hija, padre, madre, tío o abuelo no sólo no se le vende, sino que no se le puede separar de nuestra familia, de nuestro cuerpo.(a propósito de "descubrimientos" estos son, normalmente, darse cuenta de algo que ya existe, como sucedió con América. ¡Qué gran saber de esas gentes y los méritos que les achacan sus científicos, más bien qué pobreza!)

Tampoco en nuestra familia existe algún ser de poder o de potencia Absoluta, cada ser que está tejido en nuestros ayllus, incluidos los seres que moran en el o los cielos, ocupan sus cargos y ejercen esos cargos según el rol que tienen que ejercer con la complacencia y entendimiento de los demás seres. No entendemos que existe un Dios único y omnipresente y eterno. Entendemos que esa es una manera de comprender el mundo que se ha formado a partir, entre otros aspectos, del intento de establecer poderes de ejercicio político absolutistas, como lo fue por ejemplo, el Imperio romano. El entendimiento del dios único es una deformación de lo que muchos pueblos entendieron como dioses, héroes, colosos, forzudos y otros seres o ánimos que en algunos momentos ejercen un gran poder, fuerza o influencia, como es Demeter en el entendimiento de los griegos; esa fuerza o ánimo que hace brotar a las plantas, que da la fertilidad, que hace resurgir la vida y la primavera, pero igual que ella, cuando ejerce su cargo la Parca, ni el Dios que han creado se salva de ella, y ella, Demeter, deja de estar presente y se refugia en las profundidades.

A veces dicen que todos somos Hombres, nosotros preferimos llamarnos Runas o Jaques, porque esas denominaciones no sólo se refieren a los hombres, sino a las mujeres, a los niños, a los viejos, a los antepasados o ancestros, pero no solo a su aspecto físico o material como seres humanos, sino al ánimo que tenemos y brota de nuestras entrañas y corazón, que saben que todos estamos tejidos, que saben que los demás son nuestros hermanos o haques y no sólo los respetamos sino que los queremos, que somos kuyaqkuna (encariñados).

No miramos y vemos solamente la piel y menos aún solo su color, claro que éste tiene su importancia, miramos y vemos su textura, su expresión, su sabor, su ánimo, y muchos de nuestros hombres de medicina, como los llaman algunos, por ella saben del estado de salud de las personas y de otros seres; pero cuando miramos y vemos a la gente no nos limitamos a la piel, vemos su ánimo, el latir y el ritmo de su corazón y el cariño que tiene, entre otras muchas cosas. Por eso no hay que confundirse cuando decimos un cara pálida o cara - blanca, no nos estamos refiriendo al color de su piel sino de su alma (entre otros aspectos codiciosa e incapaz de hacer o establecer vínculos o relaciones de hermandad) que sólo ve el oro y que se quiere apropiar de él sin respetar nada, o que cuando se tiene que relacionar con alguien lo hace haciendo "caridad" (es decir presuponiendo necesariamente que a quien le estira la mano es su "inferior", un pobre y no su hermano e implícitamente él que da es "superior", cuando en realidad bajo ese entendimiento esconde su propia orfandad).

Para nosotros todo y todos son riquezas, y son riquezas nuestras porque, justamente son riquezas de los demás, de nuestra familia, de nuestro ayllu, y nos sentimos contentos (no orgullosos) de ello, la codicia, entendemos, es una enfermedad. Nosotros apoyamos y ayudamos a quien lo requiera, sea más o menos rico que nosotros, (además ¿quién sabe quién es más rico que otro?) quién de nosotros, se apoya a quién en un momento lo requiera o no lo requiera, depende de nosotros, no de ellos, depende de lo que podamos dar u ofrecer. Nunca prestamos, porque así se crean deudas y deudores, simplemente brindamos lo que tenemos, porque esa es una manera de ser runa.

Yo soy moche, mochica o Chimú, no soy indígena, ni tampoco aceptaré que así me llamen. Considero que aceptarlo como una "estrategia" para recuperar nuestros derechos, es dejar "por descuido" un instrumento perverso de algunos sabios de la Comunidad Internacional: Indígenas y no indígenas, "a ver, les damos o devolvemos algo de los que les hemos expropiado o robado con nuestras pillerías a esos pobrecitos, de repente se quedan contentos, ¿quizá podremos mantenerlos en un museo?”

¡No! No se trata de Indígenas y no indígenas; se trata de pueblos y tierras invadidas, es decir de invadidos e invasores: Todo nuestro país, nuestro pueblo, nuestro ayllu nos "pertenece" (somos parte de él); hasta los que han llegado de fuera son nuestros hermanos, quizá algunos todavía están enfermos con los malos aires con que vinieron, pero a todo enfermo se le cura, y si insiste en seguir enfermo le podemos pagar el pasaje de regreso para ver sí en el lecho de su madre, al reencontrarla, se cura. Nosotros no discriminamos, nadie está fuera del tejido.

No se trata que nos devuelvan una parte de lo que nos trataron de robar con sus pillerías e invasiones, sino de que se vayan los males aires que trajeron. Los invasores, hayan venido de muy lejos o de muy cerca, no tienen derecho a nada, se tienen que ir de nuestras tierras, porque nuestras tierras son de cariño. Eso es volver a la plenitud de nuestra(a) cultura(s).

No existe el derecho de la invasión y el pillaje.

¿Quizá sea bueno que quienes impulsan eso de indígenas, conversen con nuestros yatiris, misayoq, pacos, yachaq y otros amautas y sabios, a ver qué opinan?


La recuperación plena de nuestra salud y cultura o manera de ser, se tiene que hacer con nuestros propios nombres y sabiduría, tomar prestados "conceptos", "instrumentos" o "ideologías" no sólo puede ser peligroso porque trae contrabandos que pasan "sin darnos cuenta" y después sirven para lamentarnos (y ya se nos agotaron nuestras lágrimas de tanto que han llorado nuestras madres), sino que es actividad de los haraganes y si existe algo que ninguno de nuestros pueblos acepta es la ociosidad y la haraganería.

Hermanos, sigamos caminando por la ruta y el ánimo de Pachacamaq para volver a tejer y hacer florecer el jardín que la enfermedad del invasor trato de destruir.

Con mucho cariño:
Jorge Alberto Montoya Maquín



Ayllu de Acco, Huaytará, Huancavelica: Vicuñitay




Ayllu de Chocorvos, Huyatará, Huancavelica: Vicuñita.



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