viernes, 31 de diciembre de 2010

QAWAQ, Edicion No.13. 1ro Enero 1ro. Abril 2011.















Raymi runakunam kanchik!

Hayka ñawpa watakunamanta taq Raymikunata ruanchik? Manan yuyariyniy aypanchu. Hina miki kanchik, raymi runakunam kanchik!

Paqarimuyta rayminchik, llapallan punchaunimpi rayminchik; Churikunapta, Mamakunapata, taytakunapata, payakunapata, machukunapata. Llapan ayllunchikpi, kawsaqkunapata.

Chaymi, Intita rayminchik, killata, Yakuta, Urqu Huamanita, ritita, illapata. Paykunapim Yaya taytanchikta,Pachamamanchikta rayminchik,sunqunchikwan kutichinchik, uywasqanchikmanta;

Raymichkanchiktaqmi uywanchikkunata, vacanchikkunata, Uvijanchikkunata, Qoyllurkunata, pakukunata, wikuñakunata, inaspapas allpanchiktawan tarpusqanchikta otaq pallay tipinapipas.

Raymipaqmiki tukuy ima kawsay chaskisqanchikpas, riqsisqanchikpas, munasqanchikpas, tukuy sunquwan kuyasqanchikpas. Hinallam chayaypas, ripuypas, wasichakuypas, ayllu minkasqan qispichiypas.

Chaymiki llapallan ayllukuna raymichakun watan watan. Mana ni pita qunqaspa. Llapallanchikpaqmi raymiqa, manan sapan kaq pachu. Wasillapi kaptinpas, lliu juñunakuspa kaspa mana kaspa mikunchik, takikunnchik, tusukunchik, waqay kaptimpas waqanchik, kusiy kaptimpas kusinchik. Chayaq kunapaq, ripuqkunapaq, hina chayllapi tiaqkunapapas, mana pita qunqaspam raymikunchik.

Pachikucha Tinkuqpa Runañan

SOMOS PERSONAS QUE CELEBRAMOS!

Desde cuantos años antes vivimos haciendo celebraciones? Mi memoria no puede alcanzarlo. Asi somos pues, personas que celebramos!

Celebramos los nacimientos; los cumpleaños de todititos lo celebramos: De las hijas e hijos, de las madres y padres, de las abuelas y abuelos. de todos los que viven en nuestra comunidad.

Por eso celebramos al sol, a la luna, al agua, al cerro sagrado, a la nieve, al rayo. En todos ellos celebramos al gran espiritu sagrado y a nuestra Pachamama, en reconocimiento y retribucion por los cuidados que nos da.

Celebramos también a nuestras crianzas animales, vaquitas o ovejas, llamas, alpacas o vicuñas, y a la tierra y a nuestras siembras y recojos cosechas.

Es pues para celebrarlo todo cuanto fructifique la vida y lo recibamos, incluso lo que conozcamos, lo que deseamos, y lo que amemos con todo el corazón. Asi mismo el llegar o el ausentarse, el hacernos nuestra casita, o el cumplimiento de los encargos de nuestra comunidad.

Por eso toda las comunidades hacen sus celebraciones cada año.Sin olvidar a nadie. Se celebra con todos, no hay aislados. Si es solo en una casa, juntando a todos, lo que haya, comemos, cantamos, bailamos; si hay motivo lloramos, si en cambio es para reir reimos. Para los que llegan o para los que van a partir, o para los que quedan, sin obviar a nadie celebramos.

Juan Francisco Tincopa Calle

Llapan Ñawpa Ayllukuna Qatallisqanku

Naciones Ancestrales y derechos culturales.

Por: Juan Rivera Tosi

En los últimos meses algunos medios de comunicación han difundido noticias en relación a protestas de la población indígena, a las cuales no se le ha dado la importancia que estas revisten.

Es cierto que no hay una conexión expresa u organizada entre una noticia y la otra, pero es una clara muestra del malestar generalizado por el maltrato a nuestros valores culturales, que se sigan utilizando para traficar con ellos, lucrar u obtener algún beneficio personal.

En París, Nube Roja, llegó encomendado por una descendiente del Gran Jefe Sioux Caballo Loco, para entregar una carta al administrador de un famoso cabaret parisino, que lleva el nombre del legendario héroe Sioux, en la cual se le solicita que le cambie de nombre al local, ya que este es sagrado para su pueblo y no merece que se trafique con él. Tan importante es dicho nombre, que ningún Sioux se atrevería a ponérselo a su hijo. Por eso, al ser entrevistado por los periodistas afirmó que "Queremos que nuestros jóvenes lo recuerden como un líder fuerte y guerrero y no por la figura que muestra el Night Club de Paris".

Al sur del continente, los mapuches de Chile y Argentina, se han opuesto a que el “NGUILLATUN”, ritual sagrado para su nación, sea declarado patrimonio cultural de ambos países.

Y tienen razón. No es propiedad cultural de Chile y Argentina, sino de la nación mapuche, la cual originalmente era una sola, pero que durante los primeros años de la independencia española y posteriormente en la Guerra del Pacífico, pasó a ser dividida en ambos países.

Pretender que la UNESCO declare al “NGUILLATUN” Obra Cumbre Oral e Inmaterial es una burla y una ofensa, ya que a nuestros hermanos mapuches siempre se les ha marginado e incluso se ha pretendido su exterminio físico, arrinconándolos en las zonas más inhóspitas de la cordillera y arrebatándoles sus tierras.

¿Si no han tenido el menor respeto por la nación mapuche, con que autoridad pretenden ahora hacer suya, una de sus ceremonias mas importantes?...La razón es una sola. Mostrar un aparente respeto por la cultura de los llamados pueblos originarios, pero que en verdad solo busca incrementar el valor de esas tierras, para el negocio del turismo.

En Perú, el 13 de setiembre se envió una Carta Abierta al Presidente Toledo, donde se le pedía que ordenara a su partido, dejar de utilizar la CHAKANA, como símbolo de identificación política, en vista de la importancia de este símbolo para el mundo andino.

Hoy la chakana es vista como sinónimo de robo, corrupción, engaño y mentira y a Toledo se le identifica como el representante de los indios en el Poder, cuando de indio solo tiene la cara, ya que su corazón es occidental. Aunque trafica con nuestros valores culturales.

Y la lista del tráfico cultural sería inacabable.

A unos les sirve para mostrar que sus vedettes son lo máximo, a otros para vender más caro las tierras mapuches, mientras que en el Perú sirvio para ganar los votos de los indios y acceder a la presidencia.

Pero, Caballo Loco, el Nguillatun y la Chakana, son símbolos sagrados.

En unos pocos días culminará el Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo y, se cumplirán 15 años de la promulgación del Convenio 169 de la O.I.T. referido al mismo tema.

El Perú, al igual que otros países de la región suscribieron hace 10 años el convenio 169, el cual tenía validez de un Tratado Internacional, que lo comprometía ha realizar una serie de acciones para resarcir los abusos y atropellos contra los pueblos indios que habitan en su territorio. Sin embargo se terminó haciendo todo lo contrario.

Durante la década del 90 en Perú se llevó a cabo una guerra interna entre el terrorismo y el Estado Peruano, la cual costó más de 30,000 muertos. La policía y el ejército no podían detener la violencia y terror que día a día crecía.

Pero el terrorismo fue acorralado y vencido. ¿Gracias a quienes?... A los indios, que organizados en las llamadas Rondas Campesinas, arrinconaron al terrorismo y permitieron su desarticulación.

El Estado Peruano, como un supuesto premio y agradecimiento a la participación de los comuneros, aprobó una Ley que permitía la Titulación de las Tierras Comunales, por lo tanto a partir de allí, podían servir de garantía para préstamos bancarios, permitiendo que estas pudieran ser hipotecadas. Creando una situación legal que permitía que las perdieran sino eran capaces de cumplir con las exigencias bancarias.

Con lo cual el premio permitía que los indios pudieran perder sus tierras.

En Argentina, la Comisión de Juristas Indígenas de ese país, durante 8 años ha realizado innumerables acciones, a fin de que el Gobierno Central ejecute lo dispuesto por las leyes expropiatorias dadas por el mismo, que permitirían asegurar la propiedad comunitaria y posesión de estas, por sus ancestrales propietarios, los indios Wichi, en la provincia de Salta.

El plazo estipulado por la Ley para el cumplimiento de la misma esta por concluir y, el Estado Argentino sigue incumpliendo lo acordado a favor de los indios, pero beneficiando a las empresas agroindustriales que están depredando sus bosques, para la producción de soya transgénica.

En la ciudad de Rosario (Argentina) se llevó a cabo en noviembre, el Primer Congreso de las Lenguas. Importante evento donde se reconoció que un total de 200 poderosas empresas multinacionales, ejercen una fuerte presión sobre los Estados. Que estos, presionados económica y políticamente, se ven obligados a trasgredir sus propias leyes, atentando no solo contra la biodiversidad y recursoS naturales de cada país, sino también contra la población indígena.

En la declaración emitida por el Congreso, se reconoce que si hoy los Estados hablan de interculturalidad, es por la larga y constante lucha de los pueblos originarios, mas no por la buena voluntad de dichos Estados. Que las “Lenguas existen pese a haber sufrido la negación y el avasallamiento de la colonización primero y, del Estado hegemónico después, en su falaz pretensión de unidad: un territorio, un pueblo, una lengua…” cuando sabemos que en nuestros países conviven una diversidad de naciones, que no corresponden a la demarcación geográfica y política que se les quiere imponer. Por ejemplo el caso de los aymaras / Kullas, mapuches y guaranies.

Por todo ello el congreso hizo un llamado a la necesaria transformación de un Estado Monocultural a uno Intercultural.

Es evidente que esto incomoda a occidente, ya que los indios no somos funcionales a su proyecto de globalización.

Por lo tanto, si el modelo globalizante desea crecer en nuestro continente, deberá exterminar a los indios. Llegando incluso a plantearse el repoblamiento de nuestros territorios con elementos foráneos.

En Puno (Perú), los habitantes de las Islas de los Uros, han llevado a cabo acciones de protesta, por la derogación del Decreto Supremo 185–AA de 1978, que expropió parte de sus territorios, a favor de la creación de la Reserva Nacional del Titicaca.

La razón es muy clara. Estas islas flotantes creadas por los Uros utilizando la totora, son hoy un importante atractivo turístico que genera ingresos económicos.

Las islas no existían. Las tejieron los uros, en su afán de disponer de un lugar donde vivir y, con su ingenio y sapiencia , hicieron sus superficiales islas. ¿Cuándo? … En la noche de los tiempos y, las han mantenido a flote hasta nuestros días.

Ni durante la colonia, ni después como país independiente, el Estado peruano se preocupó por ellas. Los Uros siempre fueron marginados.

Pero hoy, el llamado ecoturismo, turismo cultural y vivencial es una importante fuente generadora de divisas. De allí su interés por tomar el control de ellas. No para beneficio de las habitantes de islas. Ni siquiera del propio Estado Peruano, sino de las empresas que venden turismo.

El caso de la región Madre de Dios (Perú) es muy aleccionador al respecto y, nos lleva a pensar lo que puede suceder en otras regiones donde la población india ha logrado sobrevivir y mantener su riqueza cultural.

Esta limita con Brasil y Bolivia. El Gobierno Central nunca se preocupó por ella, pero hoy el 85% de su territorio ha sido declarado Área Natural Protegida por el Estado, argumentando su interés por la conservación de su biodiversidad y sus recursos naturales. Sin embargo no son los indios quienes destruyen los recursos que la madre naturaleza nos brinda, sino los empresarios apoyados por los políticos, quienes arrasan con los bosques e introducen cultivos que no corresponden a ese piso ecológico, pero que son rentables en el mercado internacional.

Lo que ha sucedido en Madre de Dios es patético, ya que es irrumpir violentamente en las relaciones culturales y sociales de los pueblos que en ella habitan.

Pero no solo eso, el Estado inicio allí un programa de esterilización masiva, control de la natalidad, donación de alimentos transgénicos y el impulso de programas de educación y trabajo, buscando el traslado masivo de poblaciones indias a la ciudad de Puerto Maldonado, buscando despoblar la selva amazónica.

No para protegerla de quienes no la dañaban, sino que con el respaldo de las ONG conservacionistas (financiadas desde el exterior),las pudieran entregar a empresas extranjeras vinculadas a la actividad turística. La realidad actual es que más de una centena de ellas operan en la zona y, cada día son más los nativos que abandonan sus tierras.

Actualmente se pretenden que se les declare Patrimonio Natural de la Humanidad, desconociendose que en realidad son patrimonio natural y cultural de los indios que en ella siempre han vivido.

El panorama expuesto es solo una pequeña muestra de lo que se esta viviendo. Donde las poblaciones indias exigen se le respeten sus derechos culturales, así no estén escritos en una ley.

Este 29 de Noviembre, 6 representante indígenas se declararon en Huelga de Hambre y Ayuno Espiritual, en el Palacio de las Naciones Unidas de Ginebra, cuando se realizaba la X Sesión del Grupo de Trabajo Sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

La razón de esta medida fue el intento de algunos países, que pretendieron burlar y hacer caso omiso al Proyecto de Declaración, elaborado por este Grupo de Trabajo, que fuera aprobado en 1994 por la Subcomisión de las Naciones Unidas de Prevención de la Discriminación y Protección de las Minorías.

El texto fue aprobado por cientos de pueblos y organizaciones indígenas. Allí se establecían normas mínimas que aseguraban y garantizaban el reconocimiento de los derechos de todos los pueblos indígenas.

Durante 10 años algunos gobiernos han presionado en contra del Acuerdo para que no se ejecute, sin importarles en absoluto nuestra riqueza cultural, ni los aportes de las naciones indias al desarrollo científico y tecnológico de occidente. Olvidando que fue gracias a nuestras riquezas que Europa obtuvo los recursos económicos que le permitieron llevar a cabo su revolución industrial.

Resulta irónico que mientras por un lado la Organización de las Naciones Unidas, reconoce que “..los derechos humanos son inherentes e inalienables y, deben ser aplicados a todos los pueblos sin discriminación”, estos sean burlados y negociados cuando se trata de pueblos indios.

De lo expuesto queda clara la necesidad de tomar medidas que permitan la defensa de nuestros símbolos sagrados y nuestra identidad cultural, no permitiendo que se trafique con ellos.

Es necesario educar a nuestros hijos en el respeto a nuestra sabiduría y tradiciones. Que se sientan orgullosos de ser indios.

Iniciativas como la recientemente inaugurada Universidad Maya (MAYAB' NIMATIJOB) en Guatemala, que a partir del próximo año permitirá estudiar la sabiduría y cosmovisión maya, deben impulsarse. La Universidad estará dirigida por el Consejo de Ancianos y los catedráticos serán mayas.

Pero también es necesario presentar denuncias y demandas contra todas aquellas personas, instituciones, empresas, etc., que utilizan sin el menor respeto nuestra cultura, con el solo fin de lograr beneficios particulares.

El envió de cartas, charlas, publicación de artículos, etc., son herramientas válidas, pero debemos llegar a denuncias ante los tribunales y organismos internacionales, a fin de ir sentando jurisprudencia sobre la defensa de nuestros derechos culturales y que se respeten.

Kuka kintucha

Hojita Sagrada de la Coca

Por Yanajaca / Ernesto Jiménez Ortíz.

La defensa de la Hoja de Coca, es la defensa integral de la Cultura Runa.

No podemos aislar el concepto (social, tecnológico, ideológico y ancestral) COCA del concepto CULTURA RUNA.

No podemos defender al ser humano, salvándole nomás la cabeza, sin darle importancia al resto del cuerpo.

El idioma, en el cual viene envuelto el concepto Coca, es parte integral de la vida Runa. El Kokakintu, que tanto se habla por ejemplo, es un concepto que tiene que ver con la cantidad, calidad, ubicación y hasta forma de sostenerlo.

Kokakintu es parte de un ceremonial que conocemos como Anqosay o Hayway.

Siendo el idioma, la esencia de la cultura, también lo son los alimentos. Y la Coca lo es. ¿Quién puede dudarlo? Sin embargo pretendemos verla como Un producto.

Si desconocemos el idioma, se pueden manipular impunemente los conceptos.

¿De dónde viene el término COCA, con el cual conocemos a esta planta, medicinal, alimenticia y ritual? O como dirían algunos antropólogos cristianos: ¿Mágico-religiosa?

La respuesta puede estar aquí:

Nuestro QOQAW

Cuando los runas preparan un viaje largo, una jornada de trabajo intensa, prolongada, peligrosa o indeterminada, entonces extienden una Lliklla o manta, y colocan ahí mote (maíz cocido) cancha (maíz tostado), queso, charki, habas secas tostadas o productos comestibles, energéticos que duren bastante tiempo y sean fáciles de transportar en poco espacio.

A ése paquete lo denominan Qoqaw.

Independientemente de cómo lo escribamos, ya que es otro problema el escribir un idioma con grafías prestadas.

Puede ser. Ccoccau, Ccoccaw, Jojàu, o Kojàu. El asunto es cómo suena, como lo escuchamos.

De ahí, a pronunciarlo, acudir a él frecuentemente, Qoqaw se va convirtiendo en Kokaw y de ahí a Koka.

Los etno-lingüistas llamarían a esto: transposición-etnolingüística-operativa, o algo así.

Pues la Koka cumple todos esos requisitos: Es alimento energético, transportable, sirve para realizar itinerarios difíciles, ascender hasta las alturas donde nos falta el oxígeno. Remplaza la sed, el sueño, el hambre, el frío y el cansancio por energía.

Es más: cuando los runas no saben cómo vendrá la mano en la suerte o dónde estará el ganado que se le perdió. O qué será de tal persona que no la vemos bien, o que no la vemos sencillamente… Acuden a la Koka.

Esta propuesta ha sido analizada, pensada, discutida y planteada por indios, runas o población originaria en reuniones donde se reparte la hoja de Koka, se la mastica, junto con las ideas y conceptos y se obtienen resultados. Los hermanos de un Ayllu en Lima me la regalaron para darla a conocer.


Ellos están organizados en la Comunidad Universitaria Quechua Aymara y nosotros la conocemos desde hace más de 11 años como la CUQA. Genaro Quispe Pineda, un indio quechua del sur andino fue el encargado de darme este regalo para ustedes.

Nuestro CHAQCHAY.

Otro ejemplo: Es clásico, decir que esta masticación ritual que los runas hacemos con la hoja de Koka, se llama Chaqchar.

Chakchay, en algunos pueblos de Ayacucho, no significa masticar. Consultado nuestro Director, Pacho Tincopa anota que aún mas. “La hoja de coca no la masticamos, hacemos lo que hacen todos: se va haciendo una envoltura, un bolo que se mantiene en un lado de la boca y se la hace reposar, introduciendo con cuidado la Toqra entre la envoltura de hojas de coca. De este modo hacemos el chaqchay para exprimir, derramar y regar nuestro interior con la savia sagrada de nuestra hoja de coca. Algunos linguistas han traducido Chakchar como masticar coca, pero me temo que es debido a que no sabían de que se trata en realidad. Cualquiera que no conozca piensa que hay que masticarla, es un error muy común”.

En todo caso es un verbo.

Sin embargo yendo al fondo del asunto, existen otros términos como Piqchar, Akullikar, Katipar, bolear, calear, coquear etc.

¿Acaso existen diferencias entre uno y otro término? ¿O son toditos iguales? ¿Acaso depende del lugar de origen de cada quién? ¿Norte, Centro o Sur?

Separando el polvo de la paja: Quitemos los términos coloniales, españoles o castellanos. Nos quedan:

Chaqchar, Katipar, Akullikar y Piqchar.

Chaqchay es la masticación física, que realizan los animales como la Llama, el Wanaku, la Vikuña o la Alpaka. Es un verbo de acción animal.

Piqchay, es la masticación ritual que los runas realizamos en jornadas de trabajo agrícola, pecuario o para largos viajes o extensas jornadas.

Para eso hay un lugar y un orden de entrega, una manera de entregar, una cierta forma de meterlo en la boca y una cierta manera muy especial de ingerirla, mantenerla en la boca y mezclarla con la ceniza de quinua llamada Toqra. Los ayumpares y mashineza utilizan el Chamairo. Los ashaninka lo llaman Llamunkote. Es el nivel más elemental, comprometido con la energía de la Koka. Es un verbo de acción Runa. Solo los runas lo pueden hacer.

Akullikuy es la masticación ritual comprometida de los runas. Es decir, es la participación activa en un ceremonial dentro de un recinto especial llamado Waka. Tiene también, no sólo su lugar y estilo, sino su momento y su compromiso de compartir: Ideas, sentimientos, experiencias, alimentos, vestimentas, música. En una sola palabra: Cultura.

Katiy: Es el último verbo runa, significa seguir o perseguir. Katikusum, significa: “Seguimiento” Katikushiani, significa: “Yo lo sigo”. Se deriva Katipaq. Significa: “Para seguir”. Sucede cuando estamos siguiendo a algo o alguien que nos interesa encontrar. De cuya vida dependemos o cuya vida depende de nosotros. Este término se usa en Wanuko y Waylas. La sierra norte. Como sabemos ahí casi se ha perdido el idioma originario, pero se conservan muchos términos originales del runasimi adaptados al español.

Cuando se ha perdido un ganado, acuden a la Koka para encontrarlo. Katipaq. Si quieren saber cómo les irá en tal o cual viaje, revisan la Koka para seguir un derrotero seguro.

De otro lado, Pacho, nuestro Director, agrega que: “La palabra quechua es Chakchay y presiento que proviene de chakachay que indica: ´hacer un puente que nos vincule´. En este caso un puente fisico y espiritual que nos viuncula a la coca”.

Resumiendo: De ahí vienen los términos derivados, Akullikusum, Piqchariy, Chaqchay, Katipaq. Cada uno con diferente sentido, distinto uso y distinta ubicación. Ahora, con la información debida podremos expresarnos con propiedad. ¿Cierto?

Igual si separamos la Koka de los runas. No podemos verla como un producto, un insumo o la reunión de 14 alcaloides.

La Koka es parte de la vida de los runas desde hace miles de años, porque los runas vivimos con ella y ella vive con nosotros. Porque no la tratamos como una cosa, sino como algo tan elemental para vivir como el aire, el agua, las Wakas, las estrellas, la música y los alimentos de nuestra tierra.

LA COCA Y NUESTRO MODO DE VIVIR.

Si queremos realmente defender la Coca, como un elemento de nuestra cultura, debemos asumirla así. Como parte de nuestra vida cotidiana. Hacerla parte de nuestra existencia material, económica, ideológica y cultural. Algunos dirían “existencia espiritual”, pero traería confusiones y discusiones con las religiones que están en boga hoy en día.

Vamos más allá de ciertas pautas morales y éticas.

Veamos:

El esplendor de la Coca, podemos apreciarlo en los rituales ancestrales que se conocen como Hayway o Anqosay.

Algunos lo llaman con mucha ignorancia “El Pagapu”.

¿Por qué es espectacular ese papel entonces?

Porque para realizarlo se requiere entender no sólo el idioma, las costumbres, la música y las vestimentas sino los momentos, los lugares, la historia y las tradiciones acumuladas en esas relaciones de cientos y miles años entre la gente, la naturaleza y la sociedad.

En una palabra, no se puede falsificar la cultura como no se puede falsificar la vida.

Cualquier persona no puede realizar, dirigir o participar de un ritual ancestral.

¿Acaso en nuestra sociedad actual cualquiera puede construir un edificio, o cualquiera puede operar del cáncer a un enfermo? Normalmente acudimos a un especialista que dedica toda su vida a ese menester.

En el Hayway o el Anqosay se ponen de manifiesto no solo los conocimientos heredados de la cultura, sino que se erigen, o rescatan los lugares donde se realizan estas reuniones.

Es más, la gente se organiza en fechas simbólicas y se compromete a participar y hacer participar a los demás miembros de su Panaka.

Acudir a un evento de este tipo significa conocer y reconocer las propiedades de la Coca, como de la chicha, de los K`eros, de la Lliqlla, de las Wakas… etc. etc.

De ahí viene que defender la coca como medicina, como alimento o como emblema ideológico de nuestra cultura no es suficiente.

Es necesario también defender los alimentos, la medicina, las edificaciones ancestrales a la vez que el idioma, la música, las danzas y todo el patrimonio cultural tanto material como inmaterial heredado de nuestros ancestros.

Lo ideal es que esta defensa intransigente de nuestra Cultura, pase necesariamente por la práctica social organizada.

Me refiero a que deberían encabezarla los líderes de la sociedad como los dirigentes cocaleros, las autoridades municipales, los directores de colegios tanto como los Congresistas y los líderes de los diversos partidos políticos que asumen los principios del Nacionalismo, la Cultura Andina Amazónica o “Tawantinsuyana”.

Me refiero a que, por ejemplo, para instituir un día al Kokakintu, deberíamos de habernos preocupado primero en investigar los lugares arqueológicos que servirían de escenario para tales rituales. Así como las fechas astronómicas, históricas o culturales que reflejen tales conocimientos.

Es muy sencillo ponerle el nombre primero y preguntar después por el significado. ¿Acaso no ha sido una empresa extranjera la que hace más de 50 años bautizó a una bebida gaseosa con el nombre de nuestra hoja de Coca? Actualmente nadie, sino son ellos, pueden utilizar el nombre de ese producto comercial para diversos fines. ¿Y han pagado algo por ello acaso a alguno de ustedes?

Resumiendo: Defender la cultura es defender la vida con todos y cada uno de sus componentes en conjunto. Y no solo los instrumentos, sino los espacios, la organización y los conocimientos.

DEFENDAMOS LA VIDA

¿Por dónde empezar?

Generalmente por lo más sencillo y lo que usualmente no cuesta dinero: Por nosotros mismos.

Los Municipios podrían instituir -asesorados por especialista en historia, arqueología, lingüística entre otros- un Calendario Andino donde se recuerden adecuadamente las fechas, fiestas, reuniones, actividades ancestrales perdidas hace más de 500 años.

Los directores de colegios podrían instituir juegos florales donde se premie y estimule la creatividad de los niños en esta dirección: la Identidad y la Cultura.

Los profesores podrían recopilar cuentos y leyendas locales o regionales donde se transmita el acervo cultural de nuestros ancestros. Leyendas del Tunche, los Pishtakuq, el Chullachaki.

Los padres de familia (es decir todos o cualquiera de nosotros) podrían ponerles nombres adecuados a sus hijos, de manera que reflejen ese orgullo por su pasado ancestral. Rumi, Hayri, T`chosen, Killa, Kusi -entre otros- frente a los actuales nombres extranjerizantes que abundan.

Los jóvenes que se sientan comprometidos con su cultura milenaria podrían consumar su matrimonio en una Waka con un ritual magnífico a cargo de los Paqos o Machulas.

Los adolescentes podrían participar en los rituales de iniciación en fechas especialmente organizadas por la población. Se denominan Warachikuy para los varones y Kikuchikuy para las damitas. Los Yanesha conocen esta festividad de iniciación femenina como el Ponap Nora, los Shipibos la denominan Chuntako. Los Ashaninka lo llaman Neventinkaro. En las demás culturas amazónicas se llama “La Chica en la Choza”.

Es decir, hay hermanos muchísimo que hacer. Pazonki, Paracios, Hinallatapis, Muchas Gracias.

Yanajaca. Kapaq Inti Raymi. Diciembre de 2010.


Pukiu llaqtapi Yaku Raymi

FIESTA DEL AGUA EN PUQUIO.

Por: Juan Francisco Tincopa Calle

Pukiupi Yaku Raymi ó La Fiesta del Agua en Puquio, comúnmente conocida como “La Sékia”(pronunciación corta del vocablo castellano acéquia), es un evento que conmueve profundamente a mas de 15 mil habitantes de nuestros ayllus ancestrales de Puquio: Qayau, Pichqachuri, Chaupi y Qullana. Lo que transcurre en esos días, del miércoles de la segunda semana al miércoles de la 3ra semana de Agosto, es en verdad una organizada y respetuosa secuencia de eventos espirituales, ceremoniales y festivos, que envuelven a la comunidad por completo y que forman parte de una de las mas importantes celebraciones a la Pachamama, a la vida, al mundo que nos cobija, esta vez en la persona del Agua, nuestra fuente de vida y alimento esencial.

Las personas humanas estamos formadas en un 70%, por agua. No es ese suficiente motivo para considerarla sagrada? Así lo consideramos en nuestra cultura. La nieve, las lluvias, los lagos, mares, ríos y manantiales son, en conjunto, el agua del planeta tierra en el que vivimos, éste también es un ser que reproduce similar complejidad de las relaciones e interrelaciones como nuestra biología humana. La vida misma hace de cada uno de nosotros parte y/u organismo del otro, de modo que todos estamos interrelacionados en permanente balance y equilibrio, del mismo modo que nuestros órganos del cuerpo humano. Agua, Fuego, Minerales, Vegetales, son partes esenciales de la existencia de todos y cada uno de los seres vivos, pero el agua es la más importantearte sin la cual nuestra vida sería imposible.

La ciencia y oficio de vivir en comunidad, aprendido durante mas de 10 mil años por nuestros ancestros, consiste precisamente en saber hacerlo en balance, equilibrio, armonía y cariño con el agua como con todos, y fructificando la alegría de nuestro paso por este mundo.

Durante siglos y posiblemente milenios, los ayllus de Puquio realizan esta celebración, que empieza con la ceremonia sagrada en la Kulluma del Huamani Don Pedro Orqo y los distintos puntos donde se hacen los sucesivos Chaninchay o “Pagapas”, que equivocadamente se suele, interpretar como un ritual de “pago a la tierra”. Estas experiencias siempre implican un rico aprendizaje y fortalecimiento de la espiritualidad, gracias a los conocimientos ancestrales que rescatamos con el ejercicio de nuestra memoria ancestral, transmitida de generación en generación, de manera simple y profunda a la vez.

El Yaku raymi nos hace recordar que celebramos la vida, porque sabemos vivir en balance, equilibrio y armonía, celebramos a la Pachamama, por que ella nos cobija y nos hace fructificar, celebramos al agua por que ella es la savia de vida que nos alimenta. Y lo hacemos en la persona de los Apu Huamánis que nos brindan generosos esa savia, sangre de sus venas, para alimentar a todos y cada uno de los que convivimos en los ayllus. Que motivo tan hermoso para hacer fiesta, para disfrutar, al mismo tiempo que respetarnos.

Huamani Don Pedro Orqo:
Protector de los ayllus de Puquio

Nuestros ayllus en Puquio celebran y hacen fiesta, rogando y agradeciendo, implorando a la Pachamama y asumiendo la responsabilidad de corresponderle con respeto y cariño. La alegría general se da en dicho contexto sagrado y espiritual.

En esta celebración, la comunión con el gran espíritu sagrado, Yaya, o Dios, se hace visible por y a través del agua. Nuestro modo de vida teje un aprendizaje en la relación armoniosa y equilibrada con la naturaleza misma, por eso para nosotros Don Pedro Orqo es Qaqru Yaya, padre protector de los ayllus de Puquio.

Qayau y Piccqachuri, concurren hasta un punto, y Chaupi hasta otro; posteriormente en Setiembre Qullana, asiste a un punto más cercano. Esta dispersión fue promovida por los occidentales para generar la división. Este ha sido un proceso de varios siglos. Pero pese a todo hemos mantenido vigente la tradición y siempre estamos tratando de recuperar la hermandad de los cuatro ayllus de Puquio. Los factores externos presionan para dividirnos, nuestro Padre protector, el Huamani Don Pedro Orqo, nos recuerda permanentemente que somos hermanos en su sangre, el agua sagrada con la que todos vivimos.

Por eso, con el Alba y las visitas anunciadoras de la Celebración, los Aukis y Pongos preparan a puerta cerrada, con toda devoción, las ofrendas que hemos de llevar a nuestro Huamani Don Pedro Orqo, que es un apu, poderoso ser de nuestra sagrada Pachamama. En horas de la noche, se hace un despacho a estos mensajeros de la comunidad, donde asisten autoridades comunales, varayuqs y los cargontes y sus kuyaqs, para despedirles y desearles que la jornada sea sin contratiempos. Que la luna los guíe y no extravíen el camino; que no se les crucen malos espíritus o malas señas; que tengan suficiente fuerza y valor para cumplir con rigurosa puntualidad la tarea encomendada.

Auki y Pongos, caminan a paso constante desde las 9 de la noche del día Jueves hasta minutos antes de las 6 de la mañana del día Viernes. En ese momento y al primer rayo de luz que nos envíe nuestro padre Sol, ha de iniciarse la ceremonia sagrada del Chaninchay, en la misma cumbre donde esta la Kulluma, en la que durante cientos y miles de años se hace la ofrenda principal a nuestro Huamani, Don Pedro Orqo, cuyo nombre oríginal es Qaqru Yaya.

Ceremonia sagrada y respetuoso cumplimiento del Chaninchay

De las venas de nuestro Huamáni, brota el agua que bebemos en Puquio, la misma que además riega nuestros cultivos, dándonos de esta manera la posibilidad de vivir. Todo lo que fuimos y somos los ayllus de Puquio se lo debemos a don Pedro Orqo y su savia o sangre vital: El agua. Por eso celebramos con júbilo esta fiesta, y por eso, debemos respetar y seguir con el mismo recogimiento de milenios, la ceremonia del Chaninchay, parte fundamental de la Fiesta del Agua en Puquio. De hacer correctamente nuestras ofrendas, de cumplir respetuosamente las instrucciones sagradas de la pachamama, que nos indica como debemos vivir sin odio y en armonía; el año siguiente las cosas irán bien, habrá buen tiempo, buenas lluvias, y si hacemos buenas siembras, y cuidamos como es debido nuestras plantitas, tendremos buenas cosechas. Así ha sido siempre, desde el tiempo de los abuelos.

El Chaninchay es la ofrenda que entregamos con profundo respeto y cariño a nuestro huamáni, y esta constituida por los kawsay o alimentos que fructificamos en los ayllus, las papas, Ocas, Mashuas, Quinua, maíz, etc. Las flores, las chichas, los animalitos (hechos con la masa de llampu y chicha) con quienes nos criamos: vaquitas, ovejitas, perdices, cóndores, etc. Siempre se invoca y tiende al Koka Kintu, se sella la mesa y la “caja de ofrenda” con llampu, y se adorna con claveles en lautón Todos los que vivimos y nos criamos en ayllu. Hay muchos detalles ceremoniales que solo compete manejar al Auki y los pongos. La comunidad de Chaupi solía aun sacrificar una llama o alpaca juvenil. En el chaninchay estamos expresando nuestro agradecimiento y al mismo tiempo estamos invocando la protección del Huamani y la Pachamama, para comenzar una nueva temporada de siembras y fructificar la vida, en todos y cada uno de los seres, y en todos los aspectos.

Estamos ofrendando lo que hemos logrado, en una especie de entrega de resultados de nuestra vida en obediencia de las instrucciones sagradas de la Pachamama. De no ser así, y si el Auki incurre en errores graves de comunicación y respeto, el año que viene, hemos de tener las dificultades propias de este desbalance y falta de sinceridad. Si al abrir la caja de ofrendas del año pasado, las semillas de la ofrenda han fructificado, esta es una buena señal, todos estamos contentos y nuestro entusiasmo y sentimientos de gratitud nos desbordan.

Camino a la Kulluma, se hacen varias ofrendas en puntos de la ruta que son ya señalados y conocidos por los Aukis. Todos son importantes de modo que no se puede olvidarlos, eso nos indica también en la vida de las comunidades la actitud de consideración que debemos tener hacia todos los demás. Posteriormente a la ceremonia en la Kulluma, aun hay un importante Chaninchay que se hace al descender, en la falda del Huamani, de donde brota un manantia. Se debe caminar por la acequia con el agua corriendo entre los pies, a una altitud y temperatura realmente heladas, todos beben del agua sagrada en el ojo de manantial, a las 7 de la mañana y con el viento frío de Agosto. Ese sorbo de agua es de un sabor exquisito, indescriptible.

Camino de retorno del chaninchay, desde las 7 de la mañana hasta las 3 de la tarde aproximadamente, que debe llegarse al punto llamado Muyalla (para Qayau y Pichqachuri) y Urabamba (para Chaupi). Cuando nos acercamos al reencuentro con nuestros ayllus, Los Aukis han adornado sus sombreros con el waylla ischu y sus cruces con la flor de qantu. Así, en ordenada fila de hermandad, se empieza a entonar el canto sagrado de Celebración a nuestro Huamáni e inicio de la Fiesta del Agua. En ese canto se expresa la actitud de respeto y cariño a nuestro Huamani como a todos los Huamanis; la disposición de limpiar nuestro corazón de el odio y las bajas pasiones; y la profunda evocación a la vida armoniosa en los ayllus.

"Angusay" en Muyalla y Urabamba


Hacia Muyalla y Urabamba, han concurrido el Viernes, desde medio día, todos las familias de los ayllus de Qayau Pichqachuri y Chaupi. Algunos lo conocen como el día de la “Picantada” porque allí, todos sin excepción, son invitados a servirse los alimentos llevados por las mamachas de los ayllus, cargontes, kuyaqs, y colaboradoras. Todas las familias que se sienten gratificadas por el Huamani, nuestra pachamama, y el agua que nos brinda, participan al unísono y concurren al Angusay, donde brindarán sus diversos alimentos: tamales, patachi de trigo, puspo, teqte, oca, papa, llama kanka, sara lawa, etc. y abundante chicha.

Esta tarde el jubilo es general, hombres, mujeres, niños y ancianos, todos por igual están hermanados en el disfrute de los frutos del agua. Simultáteamente, flautista y la niña danzarina, los danzantes de tijeras, los negritos y los sallqas o llamichus, han concurrido a contribuir con la alegría, poniendo la cuota de música, parodias y la expresión corporal extraordinaria de sus danzas. Cada personaje tiene una función y un mensaje que dar, pero todos han concurrido allí para testimoniar su agradecimiento al Huamani por el agua que nos regala, y brindar con ella, en un saludo de cariño, el anqusay que teje los brazos y abrazos de todos los comuneros de manera general en un concierto de colores y sonrisas y alegrías que realmente son el rostro viviente del ayllu, de la alegría de vivir en comunidad.

Los llamichus o sallqas son personajes de mucha significación, porque simbolizan la conciencia ancestral, y enrostrados en los tejidos y vestidos hechos de las llamas y alpacas, interactúan con todos los asistentes, llamándoles la atención sobre su olvido y recordándoles de donde venimos y que no hay que sentir vergüenza de lo que somos. En su contraparte, los Nakaq o negritos, hacen la parodia de los capataces, impuestos por el coloniaje principalmente en la minas, simbolizando la prepotencia y la agresividad del llamado mestizo, mientras en su uso de castellano se nota el acento mas bien femenino. Contrariamente a los sallqas que solo hablan quechua, simbolizan a los indígenas mas marginados y que viven en las punas, pero he aquí que están llenos de sapiencia y vitalidad, y su juego lleno de ironías y bromas picantes, hablan con acento paternal.

La tarde del anqusay, es una manera de recordarnos que somos beneficiarios de un regalo precioso: La sangre del Huamani don Pedro Orqo, el agua que nos da la vida, y que la manera de ser agradecidos con este precioso regalo es manteniéndonos hermanados en el Ayllu. Todo lo que fructificamos hay que cuidarlo y hay que cuidar que nuestras relaciones sean siempre de hermandad con todos.

Así es que en el momento cumbre de la tarde, todos se acercan a ambos bordes de la acequia donde discurre el agua, y con sus mejores ropas, sombreros, mantas coloridas y alegría desbordante, al momento indicado por el Auki, luego de hacer el respectivo chaninchay en el punto indicado, inician un intercambio de brindis que comparten con sus vecinos, y con todos los asistentes: Chicha de qora, de ayrampo, de molle, de quinua, junto con licor de caña o todo licor que provenga del fruto de la tierra, por toda la fila en un concierto que parece interminable. El anqusay no es para emborracharse ni cosa parecida, es un ritual sagrado de brindis entre los miembros de toda la comunidad, todos en general, y el Agua, el Huamani, la Pachamama. Por eso, cuando se brinda, el primer sorbo, convertido en chorro, va hacia el agua en su mayor cantidad, que de este modo, como un ser vivo y sagrado, brinda con nosotros. No se puede brindar prescindiendo del agua, lo importante es el brindar con y a través del espíritu sagrado de la Pachamama y el Huamáni que nos han regalado el agua y la vida misma.

El Ayla, la mas hermosa celebración del florecimiento.

El día sábado es dia de Ayla. Todos asistimos, comuneros de Chaupi, Qayau y Pichqachuri, o visitantes de otras comunidades y/o turistas que visitan Puquio. Qayau y Pichqachuri lo hacen desde el estanque de Churulla y Chaupi desde las acequias de Llallpu. (como ya dije, Ccollana tiene su celebración en Setiembre). Aquí, siendo una zona muy próxima a la ciudad se nota asistencia mucho mayor de visitantes y la algarabía general se concentra en la participación de los danzaq, nakaq, sallqas y flauteros. Todo en el ambiente esta preparando la despedida de la etapa ceremonial, y el inicio de la etapa festiva de celebración de la juventud.

Los danzantes ofrecen lo mejor de si, los nakaq y sallqas igualmente, llegan incluso a hacer representaciones teatrales de enfrentamientos, juegos en el agua y otras parodias jocosas. Los Aukis y pongos convocan a los asistentes a un anqusay con el que pediremos permiso al Huamani y la Pachamama, para retirarnos hasta el próximo año y aprestarnos a celebrar el florecimiento de la juventud que se ha de iniciar con la música, canto y baile del Ayla, hasta llegar a la ciudad.

Todos están invitados a participar de este anqusay y así, se abre aun mas la capacidad de hermanamiento de los ayllus. Comuneras y comuneros, niños jóvenes y ancianos, todos participan del anqusay y brindan con el agua y la pachamama, y a través de ella y con ella, brindar por el futuro promisorio del pueblo. Los sallqas siempre tratan de poner orden en el procedimiento tradicional y estimulan a la participación de todos.

Concluido el anqusay de despedida. Los Aukis, pongos y las autoridades del ayllu y cargontes de la fiesta, encabezan la caravana hacia la ciudad y se detienen unos kilómetros antes en el punto desde donde deberá partir el Ayla.

Allí, muchachas y muchachos en edad de florecimiento son convocados espontáneamente o de lo contrario son atrapados por las huaracas de los sallqas y nakaqs para formarlos en fila, hombres y mujeres, haciendo una colorida comparsa, con los cargontes, sus músicos, sus kuyaqs y amigos. Las muchachas y muchachos, solían usar sus mejores vestidos, sombreros y chalinas, típicos para la ocasión. El arte del tejido y confección de vestidos de la lamentablemente se está perdiendo y es reemplazada por la moda occidental y o los vestuarios de folklore de otras zonas. También las muchachas y muchachos han perdido el entusiasmo e iniciativa para aylar espontáneamente debido a la influencia de la moda citadina y la aculturación creciente, sin embargo, el compás de la música del arpa y violín, y su contagiante alegría, logra arrancar de su secuestro cultural a algunos y siempre se forma la comparsa que se abre paso entre la multitud, con su inmensa dosis de alegría, canto y danza contagiante.

El Ayla es una música, cando y danza que surge del amor y dedicada al amor en nuestros ayllus. Cuando es tiempo y momento para que brote el amor de pareja, nuestros abuelos nos enseñaron a respetarlo y a protegerlo. A los jóvenes les asiste el derecho de crecer y convertirse en adultos; para nosotros la adolescencia no existe, porque no impusimos carencias, desde niños éramos criados preparados para crecer y en nuestro mundo, no había tiempo para divagar. Era producto de una sabiduría ancestral que sabía observar y asumir el florecimiento de la juventud y se prepara para apoyarlos en el paso siguiente: la formación de pareja. Por eso, el Ayla es el una forma de bendición de la pachamama para dar inicio a una nueva etapa en la vida: La juventud.

En las últimos tiempos, la presencia de costumbres ajenas al ayllu y el creciente abuso del alcohol, fue empañando e intentó mansillar la imagen del Ayla y el baile en la fiesta del Agua en Puquio. La población citadina de origen hispano veía la fiesta del agua con desprecio, como fiesta de indios y afortunadamente durante mucho tiempo se mantuvieron al margen, pero algunos jóvenes y adultos bohemios alcoholizados hacían correr el rumor de que era una fiesta excitante en la que se podía hacer un “arrrastre” de una “chola”. Es decir, escondidos en la oscuridad de la noche, enfundados en ponchos y cubiertos el rostro con chalinas, podían entrar al baile (siempre fue abierto a quien quiera bailar), acercarse a una muchacha que le permita ingresar, emborracharla y luego abusar de ella. Rumores infundados como este, el alcohol y la violencia, fue introduciéndose en la fiesta paulatinamente, hasta casi desnaturalizarla por momentos.

Sin embargo, La belleza e integridad del Ayla se mantiene por encima de los factores de destrucción, y sus contenidos ancestrales están en posibilidad de recuperarse. Cuando los Aukis y Pongos, los padres de familia de los ayllus, los cargontes y los kuyaqs, lo hagan posible, podremos volver a encontrarnos con una majestuosa comparsa de música, canto, danza, colorido y alegrías sin igual, anunciadoras del ritual de florecimiento de una juventud, plena de esperanza en el amor, en la familia y en el futuro de los ayllus.

Poder mirar el desplazamiento de las comparsas de Ayla que llegan hacia Puquio, aún entremezcladas con jóvenes, adultos, ancianos y niños, es un panorama de extraordinaria belleza y su música y canto, un himno contagiante de jubilo ante el florecimiento. .

El baile danza de la “Sékia”: El ritmo contagiante del corazón.

A media noche del sábado, y hasta el día martes, el baile danza de la “sékia”, se instalará en las calles de los barrios de la ciudad: Pichccachuri, Qayau y Chaupi. Los cargontes y sus kuyaqs salen a ofrecer generosamente la música contagiante de la alegría, a todos y cada uno de los participantes y visitantes. La algarabía es general y el ir y venir del gentío en medio de las vianderas y vendedores le dan cada vez más un aspecto de feria, y en torno al arpa y violín de cada cargonte pueden danzar los grupos que quieran y estén preparados para ello. Un brindis respetuoso a los músicos es la única autorización para ser acompañados por 10, 15 minutos o mas en un incesante danzar al compás de la música y ritmo característico de esta fiesta, cuyos orígenes se pierden en las luces del tiempo.

Es un baile danza ceremonial diría yo, y la ceremonia trata de percibir y exteriorizar los sonidos del ritmo del corazón, cuando esta alegre y enamorado. Los pasos son enérgicos y suaves a la vez, atrevidos y gentiles, serios y coquetos. Los hombres y las mujeres por igual, se entregan íntegros a la alegría, la exaltan y la adoran sin reservas.

Nuestras tradiciones siguen las pulsaciones de la vida, y tienen la virtud de estimularla, adorarla, fructificarla. Los grupos han de danzar en círculo, bajo la vigilancia del mayordomo que danzara al centro con un lazo al aire dispuesto a aplicarle a quien no baile adecuadamente. Y la secuencia tiene sus pasos y saltitos característicos, avances y retrocesos, giros en ambas direcciones que se ejecutan cada intervalo. Pueden ser grupos mixtos de jóvenes, también de adultos y también de ancianos. Los niños tampoco están excluidos y hacen su aprendizaje cada que pueden entrar en escena en torno a los músicos.

Ultimamente, se puede observar algunas distorsiones que traen los jóvenes que regresan de la capital y se emborrachan perdiendo el sentido de la danza; solo quieren divertirse y en un afán agresivo caen en el desorden y la violencia. Antes en el contexto de danza de la “sekia” se podía dar, el ritual de sentido profiláctico: el “siqullunakuy”, que enfrentaba a jóvenes rivales circunstancialmente enemistados. Las peleas tenían ese sentido de control social de la violencia, y debía darse obedeciendo las reglas de respeto y límites. Peleas limpias como se decía. Este tipo de manejo de la violencia fue poco a poco perdiéndose y en su reemplazo, el alcoholismo y la delincuencia juvenil, han tratado de imponer la violencia citadina insana, algunas veces con trágicos resultados. Los enemigos de las costumbres ancestrales hicieron correr el rumor falso de que para el indígena: “si no hay un muerto, no es fiesta”, lo cual hace que personas que no conocen el ayllu y su cultura ancestral, se pongan una venda y ciegos, no puedan ver ni disfrutar la fiesta en toda su intensidad, desborde de alegría y fraternidad.

Terminado el baile danza de la fiesta de la sékia, los cargontes y mayordomos, se preparan y salen al despacho, una ceremonia ritual que tiene sus propios cantos y su propia musica inevitablemente triste. Todos los kuyaqs y quienes hayan participado de el Yaku Raymi, pueden y deben participar. Deben encomendarse al espíritu de nuestro huamáni y la pachamama, y despedirnos con respeto y cariño, hasta el próximo año. Se sabe que de no ser así, las desgracias pueden estar esperándonos en el camino. Las Chichas calientes y las limpias por parte de los Aukis, están a la orden del día, para quienes lo deseen.

Se podrían escribir muchos libros al respecto. Pero lo importante es preservar y enriquecer sus esencia y valores culturales pocas veces vistos en el mundo. Una música y ritmo que es la conjugación de los sentimientos de alegría. Tan profunda es la música que cualquier persona de cualquier parte del mundo, puede conectarse, sentirla y disfrutarla. Como suelo decir: hace bailar hasta a los cojos.

La vida para nosotros reproduce los caminos del circulo, no tiene un curso lineal; por eso retornamos siempre en el curso de una Wata ( año), maduramos con memoria y avanzamos con pequeñas y grandes evoluciones. Asimilamos y fructificamos, aprendemos también de nuestros errores, y siempre somos agradecidos con la vida. Los ayllus de Puquio somos pueblos de profunda espiritualidad y el Yaku Raymi, que significa “por, en homenaje, para, o celebrando al Agua” no es una fiesta cualquiera, sintetiza nuestro modo de vida con balance, equilibrio, armonia y reciprocidad.

Leo Casas:

Runa ayayuq yuraq qaracha.
Un blanco con alma de Indio.

El investigador-músico-cantante Leo casas recuerda algunos pasajes de su vida en las cuales tuvo que luchar contra la discriminación y el prejuicio. Y “la lucha continúa”, dice.

Cusqueño de nacimiento, de padres apurimeños y ayacuchano por adopción; casi dos metros de estatura, cabellos castaños ahora encanecidos y ojos sumamente claros; desde muy pequeño habla perfectamente el español y el quechua, tanto que ahora es un gran especialista en ambos idiomas.

Nació en Mollepata una remota provincia de Apurímac donde fue la oveja blanca. Estudió en Abancay, la capital apurimeña, y cuando cursada el quinto de primaria un profesor cetrino le preguntó cierto día: “¿Qué hace usted aquí entre indios?”.

Entonces Leo le clavó sus ojos claros al maestro, y éste continuó: “Con esa cara, con ese apellido, con esa talla deberías ser otra cosa, pero eres un solo un indio con cara de gente”.

—Lo gracioso de esto es que el profesor era un indio a quien le decían “Chuño” por la forma de su cara —dice don Leo casas en este restaurante-bar sin nombre, donde, a veces, a él le gusta conversar con los amigos.

En aquellos tiempos en Abancay los niños blancos eran una especie de auxiliares del profesor que les otorgaba a ellos un libro y palo con el objetivo de que el palo sirva para castigar a los niños quechua hablantes que leyeran incorrectamente el libro en castellano.

Misterio

Que su familia ha llegado a Mollepata fue siempre un misterio; pero lo bueno de eso fue que él aprendió en aquel mundo serrano que la único forma de acabar con los abusos contra los indios es luchando; aprendió que en el país había (aún hay) una división brutal entre blancos e indios; que somos un país de cholos choleadores, donde la ilusión de la igualdad no ha vencido aún las taras de la discriminación y el racismo.

“Fui un niño enteramente feliz, viví entre gente que me adoraba. De mi padre, que era un guitarrista excepcional, quizá heredé la vena musical, aunque a mi madre también le gustaba la Música. Él tocaba y ella cantaba, y yo aprendía de los dos los misterios tan bellos de la Música andina”, dice y una nubecita de nostalgia se apodera del lugar.

Como 500 hermanos

Sigamos, no es momento para tristezas. La madre de Leo casas, doña Augusta, fue la partera no solo de Molleta sino de todos los pueblitos cercanos a éste. Es así que Leo se convirtió en hermano espiritual de todos los niños que con ayuda de su madre habían visto la luz.

“Te puedo asegurar que si viajara ahora mismo a cualquier pueblito cercano a Mollepata encontraría de todas manera a alguien que se acercaría a mí para abrazarme y decirme: hermano, has vuelto. Todos los niños que nacieron en brazos de mi madre son mis hermanos espirituales”, dice

Su madre, además de ternura, le enseñó la alegría de la vida. Era de aquellas mujeres que eran dueñas de la vida y podían armar la fiesta en el pueblo con cualquier motivo. Algo de esto tiene Leo, quien puede armar una fiesta incluso en los lugares más insólitos.

Fiesta en la calle

Sabemos de aquella peculiaridad de que Música se puede hacer en cualquier parte y lo invitamos a hacer realidad ese aserto y armar una fiesta. “Vamos a esa callecita cerca de la sede de la CGTP en la Plaza 2 de Mayo, a esa callecita donde venden instrumentos musicales”, propone alguien. Vamos.

Nos acercamos a unos vendedores que tienen caras de puneños. Era verdad. Leo casas empieza. “A ver, páseme una mandolina”. La señora le pasa el instrumento ante la mirada desconfiada de su esposo. “Quiero probarlo, no se preocupen. Parece desafinada”, dice. Hace algunos ajustes y la mandolina empieza cantar y llorar en sus manos. Sonidos andinos crean un silencio del que se apodera de inmediato y mientras sigue tocando los rostros de los vendedores cambian y cambian. Toca como dos minutos y se gana otros dos minutos de aplausos.

—¿De que parte de Puno son? —pregunta Leo casas a los dueños de la mandolina.

—De Ayaviri.

—Ah, Ayaviri. A ver si recuerdan esta canción.

Leo casas canta y toca en aymara. Natividad y Apolinar lo miran raro y él sigue tocando. Los comerciantes aplauden; pero no cantan. Leo casas ya entró en onda y piden que los esposos lo acompañen con la voz.

—Es que no sabemos aymara —grita Apolinar.

Los curiosos que han llegado a la tienda de instrumentos rompen en carcajadas. Leo casas también ríe y cambia de canción. Ahora canta en quechua y Natividad y Apolinar cantan con él. Los curiosos aplauden. Se arma la fiesta y Leo casas está ahora en su salsa, tocando un huayno al aire libre.

“La Música es un cosa tan especial que puede unir, cohesionar todo un pueblo, una sociedad. Nadie sabe qué guarda la Música que hace cambiar para bien a la gente. Usted ha visto como los puneños cambiaron de actitud con la Música. Yo siempre supe que la Música es una arte que engrandece a la gente. Por eso he recorrido casi todo el país, pueblo por pueblo, alegrando a la gente.

El arte es algo maravilloso; por eso es importante que el Ministerio de Cultura haga un trabajo muy cuidadoso para que ayude a los cultores no sólo de la Música sino de todas las artes a fin de que los artistas brinden lo mejor de sí a favor de su comunidad, sin discriminación, sin favoritismo, sin decir que esto es mejor que aquello, respetando las costumbres de cada pueblo o región, etc.”, dice.

Traductor

Al escritor José María Arguedas le causaba admiración que Leo casas pudiese recordar tantas canciones de los pueblos más remotos del país y que además pudiera traducir del castellano al quechua y viceversa. Esa habilidad, que con el tiempo se transformó en erudición, de alguna manera también se la enseñó su madre.

Ocurre que su madre no sabía leer y escribir y por ello tenía algunas dificultades pues otra de sus labores principales en Molletapa era enseñar la palabra de Cristo a los campesinos.

La señora, sin saber leer ni escribir, enseñaba además a cantar y daba consejos sabios a todo el que quisiese. “A ver Leo, hoy tienes que ayudarme en algunas cositas. Me dirás que dice este libro y este otro”, eran algunas órdenes de su madre.

Así el niño Leo casas, leyendo libros y escribiendo a pedido de su madre, se convirtió en un conocedor del castellano y el quechua y ahora es virtuoso traductor, conocedor de las variantes dialectales del quechua peruano desarrolladas en Bolivia, Ecuador, Argentina, Colombia, Chile.

“Gracias a mi madre, yo leí La Biblia. Además recuerdo que yo era el encargado de leer las cartas que mis hermanas espirituales enviaban a Abancay. Las cartas estaban escritas en castellano y yo las traducía al quechua para que me entendiera la madre de mis hermanas espirituales. Luego ellas me dictaban en quechua sus respuestas y yo las escribía en castellano. Quizá eso sea el origen de que yo pueda ser ahora un traductor. Recuerdo que Abancay traduje casi todo ‘El Quijote’ al quechua para mostrarlo con novedad en el pueblo”, dice.

Aquí una aclaración. Su madre sí venció el analfabetismo, digamos. “A los 64 años de edad, le enseñamos a dibujar su nombre. Era muy sabia. No sabes lo que ella podía hacer, creaba canciones, enseñaba Música, enseñaba cómo vivir”, dice, con otra noble tristeza.

"Qué cojudo eres"

Al brillante estudiante Leo casas, el ministro de Educación Carlos Cueto Fernandi le concedió una beca a raíz de que ganara un concurso de poesía. Podía estudiar lo que quisiese, en la universidad que quisiese, aunque a Cueto y a su esposa les hubiese gustado que estudiase en La Católica. Leo casas eligió la Facultad de Derecho de San Marcos. La beca era integral. Cubría estudios, vivienda, alimentación e incluso dinero para la recreación dominical.

Pero para él la beca tenía algunas inconvenientes. El dinero venía de un programa educativo de la OEA cuyo mayor financista era Estado Unidos y de una minera norteamericana y prohibía que el becario realizara actividades políticas. Esto le molestaba a Leo casas porque creía que estaba estudiando con el “dinero de imperialismo” y quería seguir siendo libremente dirigente estudiantil.

En aquellos tiempos tenía ya inquietudes políticas y se consideraba de izquierda y se sentía mal teniéndolo todo mientras sus compañeros la pasaban mal. “Eran tiempos en que ser obrero era lo máximo y yo renuncié a la beca y no sabes que bien me sentí. Fui a contarle la noticia a mi amigo Hildebrando Pérez para compartir mi alegría con él. Hildebrando me escuchó la noticia y me dijo: qué cojudo eres, compañero. Fue la única vez en mi vida que le escuchado una lisura a Hildebrando”, cuenta.

Leo casas es un hombre sano y bueno que ahora es ejemplo de solidaridad y amor a la cultura andina. Sigue luchando a su manera contra los abusos, contra la discriminación en perjuicio de la cultura andina.

Su canto regala alegría y el sonido de la mandolina es Música grandiosa. Se considera un indio blanco y por indio conoce los problemas del país. Es un amante de la Música andina. Leo casas es viajero andino que va de pueblo en pueblo dejando sabiduría.

Paco Moreno / Diario La Primera.

Imaynam kichwapi qillqana

Como escribir en Quechua.

Por: Runasiminet - PUCP.
(Viene de la edición No. 12)

En esta última construcción, dado que el verbo kay aparece en su forma conjugada, en la tercera persona solo se coloca el sufijo validador –mi.

Sufijo validador –m / -mi

La terminación –m / -mi se llama sufijo validador o evidencial. Lo que este sufijo añade al sentido de la oración es que el hablante tiene certeza con respecto a lo que dice, ya que lo ha visto directamente y, por tanto, constituye información de primera mano. Por ello, lo empleamos cuando hablamos con certeza sobre los hechos.

Este sufijo tiene dos formas. Si la palabra termina en vocal, el sufijo se realiza como –m; mientras que, si la palabra termina en consonante, la realización del sufijo es –mi.

• Ñuqa Carlos-mi kani ‘yo soy Carlos’

• Ñuqa Pedro-m kani ‘yo soy Pedro’

Dado que, como ya señalamos, el verbo kay ‘ser’ no se emplea en tercera persona, este sufijo puede hacer las veces del verbo ser.

• Carlos Huancayumanta-m ‘ Carlos (es) del Huancayo’

• Pay yachachiq-mi ‘él (es) profesor’

Finalmente, hay que señalar que el sufijo –mi se puede colocar, teóricamente, sobre cualquier palabra de la oración. Por ello, se coloca sobre la palabra más importante, aquella que se quiere resaltar; a esto se le llama el foco de la oración. Por ejemplo:

• Carlos-mi kunan t’antata mikhun

‘Es Carlos quien come pan ahora’

• Carlos kunan-mi t’antata mikhun

‘Es ahora que Carlos come pan’

• Carlos kunan t’antata-m mikhun

‘Es pan lo que Carlos come ahora’

• Carlos kunan t’antata mikhun-mi

‘Carlos come pan ahora’

Cuando se quiere resaltar la oración en su conjunto, se coloca el sufijo –mi en el verbo, como en el último ejemplo.

Pronombres interrogativos

Los pronombres interrogativos del quechua son los siguientes:

Ima ‘qué, cuál’
Pi ‘quien’
May ‘dónde’
Mayqin ‘cuál’
Hay’ka ‘cuánto’
Hay’ap ‘cuándo’
Imayna ‘cómo’
Imanaptin ‘por qué’

Para construir una oración interrogativa, estos pronombres deben ir acompañados del sufijo validador –mi o del sufijo conjuntivo –taq. En este último caso, la pregunta se torna más amable o cortés. Por ejemplo:

• Imam sutiyki? ‘¿Cuál es tu nombre?’

• Imataq sutiyki? ‘¿Cuál es su nombre?’

• Pim kanki? ‘¿Quién eres?’

• Pitaq kanki? ‘¿Quién es usted?’

Asimismo, a estos pronombres se les pueden añadir los sufijos de caso, para formar nuevos pronombres interrogativos. Por ejemplo:

• May-ta-m richkanki? ‘¿Adónde estás yendo?’

• May-manta-taq kanki? ‘¿De dónde es usted?’

• Ima-man-mi hamunki? ‘¿A qué vienes?’

• Hayk’ap-kama-taq qhipakunki? ‘¿Hasta cuándo se queda?’

Al responder estas preguntas, el sufijo validador –mi se coloca sobre la respuesta requerida. Por ejemplo:

• May-ta-m richkanki? ‘¿Adónde estás yendo?’

Qusqutam richkani. ‘Estoy yendo al Cuzco’

• May-manta-taq kanki? ‘¿De dónde es usted?’

Ayacuchomantam kani. ‘Soy de Ayacucho’.

• Ima-man-mi hamunki? ‘¿A qué vienes?’

Watunapaqmi hamuni. ‘Vengo a visitar’.

• Hayk’ap-kama-taq qhipakunki? ‘¿Hasta cuándo se queda?’

Marzo killakamam qhipakuni. ‘Me quedo hasta el mes de marzo’

Sufijos de tópico –qa y –ri

Los sufijos de tópico indican aquel elemento de la oración que ya ha sido mencionado o va a ser mencionado y que es el tema de un comentario. Existen dos sufijos:

-qa y –ri.

El sufijo –qa se usa en oraciones afirmativas y negativas, preferentemente. No tiene una traducción exacta en español. La mayoría de las veces no es necesario traducirlo; ocasionalmente equivale al artículo determinado (el, la, los, las); en ocasiones sirven traducciones como ‘en cuanto a’, ‘hablando de’, etc. Por ejemplo:

• Carlosqa yachachiqmi ‘en cuanto a Carlos, es profesor’

• Paytaqa manam riqsinichu ‘a él, del que hablamos, no lo conozco’

• Allquqa manam kanchu ‘el perro no está’

• Wasipiqa achkha runam ‘en la casa hay muchas personas’

El sufijo –ri se usa también para resaltar un tema, pero con miras a preguntar sobre él. Se puede traducir como ‘y…’, ‘y en cuanto a…’. Le da un matiz de amabilidad y cortesía a la pregunta. Por ejemplo:

• Carlosri maypim kachkan?

‘y en cuanto a Carlos, ¿dónde está?’

• Pitaq qamri kanki? ‘¿y quién es usted?’

• Imataq chayri? ‘¿y qué es eso?’

Continúa en la próxima edición


jueves, 30 de septiembre de 2010

QAWAQ, Edicion No. 12. 1 de Octubre 2010-1 de Enero 2011




KACHKANCHIKRAQMI!

Manañas kachkanchikchu, lliusi chinkarukunchik, llapachallan wawqi paniykunas chinkarukunku, hatun llaqtakunapi, uru hina muyurispa. Chaytam nichkanku, chay layqasqa hina unquq runakuna, mana rikuytapas, uyariytapas, musiaytapas, atispa.

Paykunapa gasiusawan, unquchiq mikuykunatas kanan llapan runa mikunanchik kanqa. Manañas ñuqayku allin kawsaywan mikuy ruasqanchikta mikusunñachu, manañas aqallanchiktapas upiasunñachu. Rantipallapaqñam imamikuypas kanqa.

Pachanchikunatapas manañas awakusunñachu. Paykuna ruasqankutas llapallanchik churakusun. Rantillapaq kaptin ñuqanchikqa maqtatam llamkasun chay qullqi tarinapaq, qayka ima kapuwasqanchik paykunapa makinman rinqa.

Churinchikkunatam lliu rimakusqanku unquq llatakunapi, sunqunkunatapas tikrarusqanku, inaspanmi paykunawan kuska sumaq kawsayninchikta usiayta munachkanku. Imanasqa chiki chay kanman, manataq ñuqanchikqa pitapas cheqnichkanchikchu, qasillam kawsakuchkanchik.

Chay unquq runakunatam willayta munaniku, manan ñuqaykuta chinkachiwaqchu, manam sipiwayta atiwaqchu. Pachamamanchikmi kawsachkan, wiraqucham quñiyayawan kawsachckan; paykuna kawsaptin, ñuqanchikpas kawsasunmi. Kachkanchhikraqmi!.

Pachikucha Tinkuqpa Runañan




ESTAMOS AUN!

Dicen que ya no estamos, que hemos desaparecido totalmente; que nuestros hermanos y hermanas se han perdido en las grandes ciudades, viviendo como hormigas desorientadas. Eso están diciendo, aquellos que sufren esa extraña enfermedad que no les deja ver, oír ni sentir.

Sus gaseosas y comidas chatarra envenenadas, dicen que debemos de comer todas las personas. Las comidas que preparábamos con buenos y sanos cultivos dicen que ya no las debemos comer, que nuestras chichas ya nos las debemos beber. Todo alimento, únicamente será vendido dicen.

También nuestras ropas dicen que no debemos tejerlas ni confeccionarlas. Todos nos vestiremos y usaremos lo que ellos fabriquen. Como es para venta, tendremos que trabajar duro para reunir ese dinero, todo cuanto tengamos tendrá que ir a parar en las manos de ellos.

A nuestros hijos los han convencido y enfermado en esas ciudades, hasta sus corazones los han cambiado y entonces, junto a ellos, quieren acabar con nuestra bonita forma de vida. Por que ha de ser así pues, si nosotros no estamos odiando a nadie, tranquilos nomás vivimos .

A los que sufren esa enfermedad queremos decirle que no nos desaparecerán, no podrán exterminarnos. Vive nuestra madre naturaleza, vive Wiraqocha y Quñiyaya; y así como ellos viven, nosotros viviremos. Aún estamos!.

Juan Francisco Tincopa Calle.

BRECHAS SOBRE LA CONQUISTA





¿Cristóbal Colón descubrió América en 1492? ¿O antes que él la descubrieron los vikingos? ¿Y antes que los vikingos? Los que allí vivían, ¿no existían?

Cuenta la historia oficial que Vasco Núñez de Balboa fue el primer hombre que vio, desde una cumbre de Panamá, los dos océanos. Los que allí vivían, ¿eran ciegos?

¿Quiénes pusieron sus primeros nombres al maíz y a la papa y al tomate y al chocolate y a las montañas y a los ríos de América? ¿Hernán Cortés, Francisco Pizarro? Los que allí vivían, ¿eran mudos?

Nos han dicho, y nos siguen diciendo, que los peregrinos del Mayflower fueron a poblar América. ¿América estaba vacía?

Como Colón no entendía lo que decían, creyó que no sabían hablar.

Como andaban desnudos, eran mansos y daban todo a cambio de nada, creyó que no eran gentes de razón.

Y como estaba seguro de haber entrado al Oriente por la puerta de atrás, creyó que eran indios de la India.

Después, durante su segundo viaje, el almirante dictó un acta estableciendo que Cuba era parte del Asia.

El documento del 14 de junio de 1494 dejó constancia de que los tripulantes de sus tres naves lo reconocían así; y a quien dijera lo contrario se le darían cien azotes, se le cobraría una pena de diez mil maravedíes y se le cortaría la lengua.

El notario, Hernán Pérez de Luna, dio fe. Y al pie firmaron los marinos que sabían firmar.

Los conquistadores exigían que América fuera lo que no era. No veían lo que veían, sino lo que querían ver: la fuente de la juventud, la ciudad del oro, el reino de las esmeraldas, el país de la canela. Y retrataron a los americanos tal como antes habían imaginado a los paganos de Oriente.

Cristóbal Colón vio en las costas de Cuba sirenas con caras de hombre y plumas de gallo, y supo que no lejos de allí los hombres y las mujeres tenían rabos.

En la Guayana, según sir Walter Raleigh, había gente con los ojos en los hombros y la boca en el pecho.

En Venezuela, según fray Pedro Simón, había indios de orejas tan grandes que las arrastraban por los suelos.

En el río Amazonas, según Cristóbal de Acuña, los nativos tenían los pies al revés, con los talones adelante y los dedos atrás, y según Pedro Martín de Anglería las mujeres se mutilaban un seno para el mejor disparo de sus flechas.

Anglería, que escribió la primera historia de América pero nunca estuvo allí, afirmó también que en el Nuevo Mundo había gente con rabos, como había contado Colón, y sus rabos eran tan largos que sólo podían sentarse en asientos con agujeros.

El Código Negro prohibía la tortura de los esclavos en las colonias francesas. Pero no era por torturar, sino por educar, que los amos azotaban a sus negros y cuando huían les cortaban los tendones.

Eran conmovedoras las leyes de Indias, que protegían a los indios en las colonias españolas. Pero más conmovedoras eran la picota y la horca clavadas en el centro de cada Plaza Mayor.

Muy convincente resultaba la lectura del Requerimiento, que en vísperas del asalto a cada aldea explicaba a los indios que Dios había venido al mundo y que había dejado en su lugar a San Pedro y que San Pedro tenía por sucesor al Santo Padre y que el Santo Padre había hecho merced a la reina de Castilla de toda esta tierra y que por eso debían irse de aquí o pagar tributo en oro y que en caso de negativa o demora se les haría la guerra y ellos serían convertidos en esclavos y también sus mujeres y sus hijos. Pero este Requerimiento de obediencia se leía en el monte, en plena noche, en lengua castellana y sin intérprete, en presencia del notario y de ningún indio, porque los indios dormían, a algunas leguas de distancia, y no tenían la menor idea de lo que se les venía encima.

Hasta no hace mucho, el 12 de octubre era el Día de la Raza.

Pero, ¿acaso existe semejante cosa? ¿Qué es la raza, además de una mentira útil para exprimir y exterminar al prójimo?

En el año 1942, cuando Estados Unidos entró en la guerra mundial, la Cruz Roja de ese país decidió que la sangre negra no sería admitida en sus bancos de plasma. Así se evitaba que la mezcla de razas, prohibida en la cama, se hiciera por inyección.

¿Alguien ha visto, alguna vez, sangre negra?

Después, el Día de la Raza pasó a ser el Día del Encuentro.

¿Son encuentros las invasiones coloniales? ¿Las de ayer, y las de hoy, encuentros? ¿No habría que llamarlas, más bien, violaciones?

Quizás el episodio más revelador de la historia de América ocurrió en el año 1563, en Chile. El fortín de Arauco estaba sitiado por los indios, sin agua ni comida, pero el capitán Lorenzo Bernal se negó a rendirse. Desde la empalizada, gritó

¡Nosotros seremos cada vez más!

¿Con qué mujeres? –preguntó el jefe indio.

Con las vuestras. Nosotros les haremos hijos que serán vuestros amos.

Los invasores llamaron caníbales a los antiguos americanos, pero más caníbal era el Cerro Rico de Potosí, cuyas bocas comían carne de indios para alimentar el desarrollo capitalista de Europa.

Y los llamaron idólatras, porque creían que la naturaleza es sagrada y que somos hermanos de todo lo que tiene piernas, patas, alas o raíces.

Y los llamaron salvajes. En eso, al menos, no se equivocaron. Tan brutos eran los indios que ignoraban que debían exigir visa, certificado de buena conducta y permiso de trabajo a Colón, Cabral, Cortés, Alvarado, Pizarro y los peregrinos del Mayflower.

Eduardo Galeano.


PARA WAYCAN CON RESPETO Y CARIÑO

La zona arqueológica Waycán de Pariachi, - 1500 D.C.- se encuentra ubicado a la altura del Km. 16.5 de la Carretera Central, distrito de Ate Vitarte, Lima, Perú. Es un complejo arqueológico my extenso, que debió ser el sitio Ychma e Inka más importante de esta parte de la cuenca del rio Rimac, pues estaba unido al camino Inka que pasaba por este valle.




WAYKAN: Una Waka en peligro.


“Huaycán de Pariachi” es el nombre oficial con el cual hace 24 años irrumpió un conglomerado de habitantes dentro de una zona arqueológica, reconocida, estudiada y reconstruida décadas antes, en los años 60.

Bajo la tutela del Municipio de Lima se instaló un Asentamiento modelo que asumió el nombre oficial de “Comunidad Auto-gestionaria de Huaycán” o CUAH. Ni entonces ni ahora existe un plan de desarrollo urbano, social ni cultural que permita incorporar a la comunidad a la waka, ni la waka a la comunidad. Hoy residen más de 200 mil personas venidas de los 4 Suyu. Es decir una muestra del Perú profundo.

Producto de esa carencia, actualmente la zona arqueológica se encuentra en peligro de una nueva invasión organizada desde el Estado, vía el municipio local de Ate-Vitarte, con fines aparentemente comerciales, políticos y económicos pero menos culturales, arqueológicos, históricos ni sociales, como podría esperarse dadas las condiciones de la población, el tiempo transcurrido así como la historia reciente plena de violencia política.


DATOS REVELADORES DE WAYKAN


• Pobladores de las zonas alejadas del centro urbano de la CUAH han encontrado restos arqueológicos (cerámicas, restos humanos, tejidos y construcciones) al hacer excavaciones para instalar sus viviendas.
• Las autoridades locales, dirigentes y funcionarios del Estado desconocen la inversión pública realizada entre 1960 y 1967 para reconstruir los restos arqueológicos. Cálculos recientes hechos por arqueólogos estiman que, de querer hacerse similares trabajos (investigación, limpieza y reconstrucción) se requeriría de 80,000 a 100,000 dólares, 5 a 6 veces más recursos que los gastados entonces.
• El INC ha pintado la cerca de cemento con lemas alusivos al Patrimonio Cultural, en previsión que la campaña política no usurpe (como sucede desde hace décadas) con pintas y lemas electorales pasajeros el entorno protector de la zona arqueológica.
• Las avenidas principales de la CUAH denotan fechas importantes para iniciar la ocupación, líderes militares o ideológicos cuya relación con la población fue trágica o inexistente.
• No existe plaza, parque ni construcción alguna que emule a los habitantes originarios ancestrales, ni fecha destacada del acervo histórico.
• En los centros educativos particulares y estatales no existe curso alguno que informe, eduque ni oriente a los escolares sobre la zona arqueológica de la cuál forma parte desde su nacimiento hace 24 años.
• Las actividades oficiales del Municipio, Parroquia, Clubes y Asociaciones Culturales tienen como eje las calles principales cuyos nombres fueron reseñados antes, sin tener en cuenta ningún aspecto de la zona arqueológica, cuyo nombre han tomado fraccionado.
• La mayoría de los líderes y la población actual desconoce el significado del vocablo Waykan (ó Huaycán) así como de sus complementos: Pariachi, Wachipa, Wascata, Ñaña…etc.
• El crecimiento urbano reciente ha traído consigo la proliferación de bares, Chichódromos, clubes nocturnos, pollerías y Hostales, en detrimento no sólo de la economía sino de la moral de la juventud.
• El municipio de Ate ha publicado hace tres años un proyecto de “Parque Arqueológico”, cuestionado por arqueólogos, investigadores, conservacionistas y educadores sin obtener propuesta alternativa ni modificación de los planes originales.
• Este proyecto, promovido desde el Estado, comprende la construcción de Laguna Artificial, Piscina Olímpica (en una zona árida), Juegos Mecánicos, Playa de Estacionamiento, Centro Comercial y Campo de Fútbol… dentro de la zona arqueológica.
• Ni las autoridades ni los dirigentes reconocen o evalúan los límites de la zona arqueológica. El año pasado, la población fue citada para presentar los planos y proyectos de construcción de un Centro Cultural a fin de obtener el consenso ante el inicio de todas las demás obras.
• Los actuales candidatos a renovar el sillón municipal, no aportan (ni desmienten) proyectos válidos, alternativos al respecto, demostrando su ignorancia o desprecio por el legado histórico o Patrimonio Cultural.

LO QUE PASA EN EL PERU


• Los cursos de historia han sido retirados, cercenados y manipulados en los últimos años. No existen más, por ejemplo Historia de los límites del Perú, no figura la historia de Juan Santos Ataw Allpa en la selva central, ni de Marcelino Carreño, Emiliano Pomares en la sierra Republicana, no se sabe sobre el papel de los guerrilleros, montoneros o indiada durante la guerra con Chile…entre otras perlas.
• Los principales investigadores de la cultura andina son extranjeros. Por ejemplo, los especialistas en el calendario Andino: Investigadores del Calendario y Astronomía Andinos, Clement Markham (1856); William Bollaert (1860, 61, 65); Jean Du Gourcq (1893); Federico Villarreal (1894); Stansbury Hagar (1902, 05, 05); Horacio Urteaga (1913); C.V. Callegary (1914); Erland Nordenskiol (1925); R. Lehmann-Nitsche (1928); Arthur Posnasky (1942); Luis Valcárcel V. (1942); Jhon H. Rowe (1946); Gerardo Dianderas (1951); Rolf Muller (1972); Guillermo Illescas (1976); Tom Zuidema ( 1977 a-b, 1982 a-c, 1983 b, 1988 a-b). Richard Aveni (1981, 87); Jhon Hyslop (1985, 1990); Marius S. Zlolkowsky y Robert M. Sadowsky ( 1980, 85, 89 a, 90, 92); Jhon Anderds (1986 a-b); David S.P. Dearborn, Balnco y Schereiber (1983, 87, 89); Trimbom (1959); Rivera Sundt (1984); Jhon Hyslop Jr. (1990); Carlos Williams León (1992); Gary Urton (1980, 81 a-b, 1982); Carlos Milla (1983); Lorenzo Roselló, Luis Mazzoti y Cirilo Huapaya (1985); Williams Burns Glyn (1990); Julio Valladolid R. (1993); Brian Bauer y David S.P. Dearborn (1995)….
• Para obtener el título de Arqueólogo, Historiador, Lingüista o cualquier disciplina científica, se exige aprender, leer, escribir y hablar idiomas como el ruso, italiano, chino, japonés, alemán, francés o inglés. No se reconocen como méritos o equivalentes el dominio del Ashaninka, Yanesha, Witoto, Jaque Aru (aymara) ni Runa Simi (quechua) entre otros.
• Las lanas de Alpaca y Vicuña están siendo producidas en países tan exóticos y lejanos como Nueva Zelandia, Inglaterra y Australia. Esto es posible gracias al manejo del germoplasma que desde hace varios años vienen haciendo en laboratorios y granjas especialmente acondicionadas. En contraposición, el Perú está condenado a perder la calidad de las razas, especies y tipos de estos animales, debido al deficiente manejo en el campo. Se calcula que en 8 o 10 años habremos dejado de producir ejemplares con lanas de calidad de exportación…A no ser que se haga algo.
• No hay relación entre la pérdida del 22% (la cuarta parte) de los glaciares del Perú, el calentamiento global, la contaminación ambiental y la deficiente educación, los usos y costumbres sociales de nuestra población.

QUE HACER?

Hay en la CUAH, pese a todo, síntomas claros que la juventud asume un rol protector del Patrimonio Cultural. Los pasacalles que periódicamente organizan los clubes culturales y asociaciones deportivas –los cuales son numerosos– dan fe de ello. El principal Colegio mixto, Gonzales Prada, ha obtenido galardones por desfilar con su banda de música entonando acordes ancestrales (El Cóndor Pasa, Valicha) y luciendo prendas étnicas (Lliqlla, ojotas, montera, etc.)
Sin embargo, urge levantar un programa de revaloración del pasado histórico de la CUAH teniendo en cuenta otros modelos exitosos y vigentes donde convivan restos arqueológicos con población organizada como son los casos de México, Arabia, Egipto, China e Italia entre otros.
El cambio de la mentalidad de la juventud no depende la acción de una persona, ni siquiera de un grupo de personas, por muy lúcidas que éstas sean. Es el trabajo constante de una generación el que podría funcionar a condición de estar inscrita dentro de los planes oficiales del Estado, dándoles el apoyo logístico, económico y legal correspondiente, de lo contrario seguiría en peores condiciones que las actuales.


Algunas medidas en esta dirección podrían ser:


• Visitar periódicamente la Waka, en compañía de especialistas, investigadores, arqueólogos, promotores culturales de la indianidad. Los dirigentes y líderes de la CUAH deberían encabezar estas visitas promoviendo las fechas pertinentes del ideario andino.
• Promover la enseñanza de los idiomas ancestrales en los colegios, entre la niñez y la juventud.
• Confeccionar un Calendario Cívico Municipal, Escolar Oficial, teniendo en cuenta las fechas históricas, arqueológicas y sociales del imaginario andino, inscritas en la zona arqueológica.
• Programar Cursos, Talleres, Charlas, ciclos de Conferencias, Mesas Redondas y eventos similares organizados por los centros educativos (Estatales y Particulares) donde se toquen temas vitales de la identidad de Waykan.
• Incorporar asignaturas relacionadas con el idioma ancestral, la arqueología, astronomía Inka, historia, gastronomía, entre los estudiantes de la CUAH a fin de crear un respaldo informativo que los enorgullezca.
• Interesar a entidades oficiales y personajes de la cultura nacional para que investiguen, publiquen y diserten sobre la zona arqueológica a fin de recuperar la prestancia, valor y orgullo perdidos en los últimos tiempos.
• Conectarse con instituciones preocupadas por estos temas para desarrollar juntos algún programa de capacitación entre la juventud: Museo Nacional de Arqueología Antropología e Historia (Pueblo Libre), Escuela de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Red de Arqueólogos Humanistas, Comunidad Universitaria Quechua Aymara (CUQA) de la Universidad Nacional la Cantuta, entre otros.

Yanajaca. Ernesto Jiménez Ortíz
(051)999-030 979


ACERCA DEL SINCRETISMO ANDINO




No ha sido fácil retener en nuestra memoria el pasado, nuestra historia y los conocimientos que llegamos a alcanzar, sobretodo porque la ideología que se impuso la desvalorizó, la tildó de herejía, supersticiones y caldo de cultivo para la brujería y ritos satánicos. Razón por la cual buscaron arrasar con nuestra cultura y extirparla de raíz.

Así idearon la extirpación de idolatrías y crearon pavor en todo el mundo andino, durante toda la época colonial.

Han sido cinco siglos de dominación cultural y religiosa, tiempo que inexorablemente corría primero a favor del invasor europeo y luego de la república.

No negamos que ambos tenían sus diferencias e intereses particulares, pero se encontraban a la vez, unidos por un lazo indisoluble, muy fuerte, que era religioso y, que se mantiene hasta nuestros días.

Fue a los pocos años del “descubrimiento” de nuestro continente, que el Papa Alejandro VI (3 de Mayo de 1493) autorizó a los reyes de España y Portugal, a apoderarse de nuestras tierras, a ser sus legítimos dueños y señores, incluyendo a todos sus pobladores, a arrebatarles todas sus riquezas y apoderarse de ellas siempre que cumplieran con evangelizar a sus habitantes y los ganasen a la religión católica. Quedando así santificada por su iglesia, la larga y dolorosa explotación que debieron padecer nuestros abuelos.

Y si decimos abuelos, es por la sencilla razón de que cuando en una comunidad andina, se encuentra una momia inka o pre-inka, con mucho cariño y respeto, los llamamos abuelos.

Es cierto que cuando se inició el genocidio hubo las voces de algunos sacerdotes españoles que denunciaron las atrocidades que se cometían, pero fueron pocas y además…ignoradas.

Inevitablemente nuestra memoria estaba condenada a ser destruida, luego de unas décadas de dominación, salvo que nuestros abuelos lograran ocultar nuestra cultura y sus rituales, ante los ojos del invasor (lo cual no fue nada fácil), de tal manera que éste no pudiera darse cuenta que para sobrevivir culturalmente, estábamos produciendo un sincretismo. Y efectivamente eso sucedió.

La sustitución de entidades sagradas.

Pachacamac fue sustituido por el Cristo de Pachacamilla(Señor de los Milagros), Mama Quilla (la luna) por la Vírgen de Guadalupe, Virgen de Yauca y otras vírgenes más. Illapa(el rayo) por el apóstol Santiago y así sucesivamente.

Pero en este llamado “sincretismo” contribuyó el invasor ya que al ver la fortaleza espiritual del hombre andino, acomodó las fiestas del calendario católico, para que coincidieran con las nuestras.

No les fue difícil hacerlo, ya que rápidamente comprendieron que les resultaba sencillo por ejemplo mostrar la cruz cristiana, como la versión europea de nuestra sagrada Chakana. Pese a que en verdad la occidental representa la muerte de lo sagrado, mientras que nuestra Cruz Andina representa el ritmo de la vida, el orden y la armonía.

Los sacerdotes europeos en poco tiempo se dieron cuenta del esplendor de las festividades y rituales andinos, por lo que buscaron imponer símbolos y creencias que nos confundieran y ayudaran a olvidarnos de los nuestros. Fue así que idearon vírgenes y santos, que pudieran competir con los andinos.

Su desesperación por lograr que olvidemos nuestro pasado fue tal, que a cada comunidad le asignaron un santo patrón cristiano como protector que debía reemplazar al nuestro.

Para ello crearon vírgenes, santos, fiestas, que reemplazaran con mucho esplendor material y espiritual a las andinas y, a través de la imposición religiosa, suplantar nuestras festividades.

Así surgieron nuevos símbolos, nuevos rituales, donde aparecen mezcladas las tradiciones nuestras con las occidentales.

Sin embargo nuestra tradición cultural fue tan fuerte, que luego de cinco siglos, aún permanece viva.

Fue después de comprobar que el indio andino se negaba a asistir a las ceremonias religiosas de los españoles y renegar de sus entidades espirituales, que deciden construir templos cristianos sobre templos y lugares sagrados del mundo andino.

El objetivo de la conquista no fue cultural ni religioso, fue eminentemente económico. Extraer riquezas ajenas y usufructuar, a la mala, de ellas.

Es por eso que si llegaban a un lugar donde habían símbolos andinos, que además guardaban similitud con los católicos, los sustituían rápidamente.

Así, nuestros cantos rituales fueron sustituidos por los Cantos Gregorianos, la trompeta de caracol por el órgano, etc.

Pero nuestra tradición cultural no pudieron borrarla y ese es el mayor fracaso de occidente, que tuvo 500 años para lograrlo.

Protegimos la semilla de nuestra cultura ancestral

Es que la tradición sobrevivió y la transmisión oral se mantuvo hasta nuestros dias. Hoy vemos que en muchas comunidades se mantiene pura la semilla de nuestra cosmogonía, cosmología, y cosmovisión. Semilla que fue cuidada para que vuelva a sacar raíces y germine cuando el momento fuese propicio.

El hombre andino sabía que al sembrar, intervendría en el florecimiento normal de la naturaleza, pero lo necesitaba para asegurar su alimentación.

Era conciente que su intromisión no era natural, tal como había sido en su etapa de cazador y recolector de frutos.

Por eso los rituales se realizan antes de la siembra, para pedir permiso a la madre tierra. También se hacían luego de las cosechas buscando restablecer el orden que se pudiera haber alterado.

La música, los cantos y las danzas no se hacían para que sus ejecutantes se lucieran o fueran aplaudidos por un público expectante, sino para acompañar o celebrar un ritual, con toda la comunidad.

Hoy, cuando participamos de una fiesta andina, solemos ver su colorido, la fuerza de sus sicuris, quenas, y bombos, sus danzas y sus borracheras. Pero insistimos que eso no era así en la antiguedad.

En la actualidad funciona como una especie de catarsis colectiva y es pore so que vemos tal desenfreno en ellas, pero también en ellas hay hermanos que concientes y comprometidos con nuestra cultura, llevan a cabo los rituales, tal como se hacía en la antiguedad, generalmente al amanecer y, donde el respeto y la solemnidad de su ejecución, escapan a la mirada del turista.

Se ha mencionado que tanto los extirpadores de idolatrías, como los catequizadores, buscaron o inventaron fiestas cristianas, para que sustituyeran a las andinas.

En el mes de mayo se celebraba la fiesta de homenaje a la Cruz del Sur, nuestra sagrada Chakana.

Sabedores de la importancia que tenía en el mundo andino y de su similitud con la cruz Cristiana, crearon la Fiesta de las Cruces, como festividad católica.

Quién fué el autor de este sincretismo?...no lo sabemos. Lo cierto es que la Fiesta de la Chakana, vestida de ropaje occidental, aún es practicada por nosotros. Esta grabada en el subconsciente colectivio del hombre andino.

La importancia de nuestra Chakana es tal, que en todo pueblo andino, en el cerro más grande e importante, siempre hay una cruz de madera, que protege a toda la población. Puede tener ropaje de cristiana, pero es nuestra chakana, el puente que nos une al cosmos y recuerdo de nuestro origen y principio.

Pariacaca e Illapa, entidades que representan el rayo y el fuego, fueron sustituidos por el Apóstol Santiago y su espada de fuego.

Tunupa, entidad que simboliza la fuerza y la energía, la identificaron con el Apóstol San Blas, por haber luchado contra el demonio y el mal.

Y así siguieron. Donde habían personajes ó símbolos que se asemejaban a la doctrina católica, fueron utilizados para confundirnos y ganarnos a su religión.

El Inti Raymi, cuya finalidad era asegurar el retorno normal del sol, fiesta que se celebraba al amanecer del 21 al 22 de Junio, cuando el sol se alejaba más de la tierra, fue sustituida por la fiesta de San Juan.

La multiplicación de Vírgenes y Santos

Nunca antes el panteón u olimpo de santos católicos creció tanto. Cada uno con su especialidad, siempre que sirviera al adoctrinamiento que se quería imponer.

San Isidro el Labrador, para que lleguen las lluvias y la cosecha sea buena.

La Virgen del Carmen y Santa Bárbara, para controlar el trueno en la época de lluvias.

San Cristóbal, para que proteja a los caminantes.

San Marcos y la Santísima Trinidad, como protectores del Ganado.

Santa Rita de Casia y San Judas Tadeo, para que aboguen por lo imposible.

San Antonio para que encuentre los objetos perdidos y favorezca los matrimonios.

Y así, fueron proliferando imágenes esculpidas o pintadas sin importarles en absoluto que ello fuese idolatría.

Todo fue hábilmente sustituido y utilizado para la conversión católica. Así surgieron nuevas festividades con fechas cambiadas, nuevas creencias, nuevos rituales, que en verdad son solo caricaturas sin sentido de nuestras tradiciones espirituales.

Lo importante son los contenidos

Setiembre es el mes de la siembra y en ese momento la tierra muestra toda su pureza y fertilidad. Virgen y desnuda para recibir la semilla.

Por eso realizábamos las fiesta del Kuya Raymi o de agradecimiento a la Pachamama, porque de su vientre la semilla florecerá y brotará el alimento.


Luego de la invasión española, ésta fiesta la sustituyeron por otra, en homenaje a la Virgen María.

Tres meses después la semilla brotó y se transformó en fruto, en alimento que permite asegurar la vida. En ese momento el sol se acerca a la tierra en un nuevo solsticio y la planta se muestra como un niño recién nacido, arrullado por la madre tierra y prodigada de calor por su padre sol, pudiendo comparar esta plantita como el niño esperado.

El Kapaj Raymi que se celebraba en esa fecha, era la gran fiesta en homenaje a la nueva vida y por lo tanto estaba también dedicada a los niños.

De allí a relacionarla con el nacimiento de Jesús, solo había que hacer un pequeño acomodo. Cambiaron su fecha del 21 al 24 de Diciembre.

Esta fiesta era muy importante para nosotros y coincide con la fiesta del IKUKU o EKEKO, personaje que hoy cambio su figura prehispánica, por la representación de un hombre corpulento de tez clara, que llega cargado de regalos y que simboliza el deseo de bienestar y abundancia.

Nuestros hermanos pieles rojas también la celebraban y coincidía con la llegada de los espíritus Kachina, que aseguraban fertilidad y bienestar.

La mano de occidente, lo reemplazó por la llegada del Papa Noel, cargado de regalos para los niños.

Hubo sincretismo?....no se puede negar que así fue, pero no solo de parte de la Iglesia Católica que llegó con Pizarro y sus huestes. También hubo de parte nuestra, que aprovechamos el ramillete de cristos, vírgenes y santos que trajeron, para ocultar nuestra cosmogonía andina.

Es evidente que muchas cosas han cambiado, pero la semilla de nuestra cultura india sigue viva y latente. Por eso vemos que cada día son más nuestros hermanos que regresan a religarse a ella…esperando que vuelva a florecer la primavera.

Juan Rivera Tosi.


Somos Pueblos Ancestrales


Insisten en llamarnos indígenas, también nos quieren llamar Indios. Nosotros somos pueblos ancestrales, cada cual tiene su nombre, y ese no es nuestro nombre.


Esos apelativos con los cuales nos designan son expresión de su limitado entendimiento, entre otros aspectos un entendimiento "racista".

Tenemos nuestra manera de entender el mundo, entre otros aspectos entendemos que todo y todos están enlazados, están tejidos, forman un gran tejido, una gran tela; somos un tejido de tejidos. La cualidad de este tejido de tejidos se puede entender con mucha facilidad cuando se observa lo que es un tejido y las cualidades que tiene.

Un tejido o una tela o manto, está formada (tejida) por hilos. El tejido o la tela puede mostrar o muestra una figura o un dibujo, es decir, la Tela es o tiene una idiosincrasia o una personalidad, es un ser. Pero, al mismo tiempo que la tela, el tejido o la manta, tiene su propia personalidad o idiosincrasia, cada hilo con el cual está tejida, tiene y mantiene su propia forma, su propia idiosincrasia, su propia personalidad. En una palabra, el conjunto no borra ni elimina la personalidad de las partes. Ni la Tela es un poder absoluto que elimina la de los hilos, ni los hilos son elementos aislados o individuos. La tela ampara a los hilos y los hilos tejen y diseñan a la tela, sin hilos no hay tela y el hilo sin tela es un huérfano (un huaccha) y sólo no se puede vivir.
Esta es una manera de entender y sentir el mundo, la vida, la existencia; es nuestra manera de entenderla.

Todos y todo están enlazados o tejidos, por ello es que entendemos que nuestros ayllus y nuestras marcas, que en otros países las denominan con otros nombres, como por ejemplo, en los pueblos del norte de Europa los llaman Tribus, en México: Calpulli, en Mongolia: Urdú (de donde viene el nombre de Horda), en Escocia: Clan, en Grecia: Oikos, están constituidos no sólo por seres humanos, sino por plantas, animales, cerros, lagos, lagunas, mares, ríos, bosques, planicies, aguajales, desiertos, nubes, astros y lógicamente por sus antepasados, así como, por el espíritu o fuerza que los anima, es decir su ánimo, su personalidad o idiosincrasia, su manera de ser; cada cual es diferente al otro y estos varían según la ubicación, orientación y sentimiento que tienen.

No somos ni constituimos en el sentido estricto del concepto una sociedad, porque ésta por definición es una agrupación solo de seres humanos, y con más propiedad de "individuos". Somos más que eso, quizá lo más próximo a lo que ha llegado la ciencia de los académicos de las ex provincias occidentales del imperio romano de su edad moderna (los científicos modernos occidentales) es a definir un "ecosistema", pero este concepto es aún insuficiente, porque no incluye ni a los antepasados, ni el ánimo de estos grupos que llamamos ayllus.

Por ello es que decimos que nuestras alpacas son nuestras hermanas, a los maicitos, papas o ocas que son nuestros hermanos, que las estrellas son nuestras hermanas, que el Sol es nuestro padre, que somos hijos de la Luna, que nuestros viejos protectores y sustentadores son los Apus.

También por eso entendemos que nuestros cerros y bosques y sus entrañas no se pueden separar de nosotros, no se pueden "vender" aunque algún "sabido" haya "descubierto" la veta de algún metal o una "riqueza natural explotable", son nuestro mismo cuerpo, alma y ánimo. Son nuestra familia y a un hijo, hija, padre, madre, tío o abuelo no sólo no se le vende, sino que no se le puede separar de nuestra familia, de nuestro cuerpo.(a propósito de "descubrimientos" estos son, normalmente, darse cuenta de algo que ya existe, como sucedió con América. ¡Qué gran saber de esas gentes y los méritos que les achacan sus científicos, más bien qué pobreza!)

Tampoco en nuestra familia existe algún ser de poder o de potencia Absoluta, cada ser que está tejido en nuestros ayllus, incluidos los seres que moran en el o los cielos, ocupan sus cargos y ejercen esos cargos según el rol que tienen que ejercer con la complacencia y entendimiento de los demás seres. No entendemos que existe un Dios único y omnipresente y eterno. Entendemos que esa es una manera de comprender el mundo que se ha formado a partir, entre otros aspectos, del intento de establecer poderes de ejercicio político absolutistas, como lo fue por ejemplo, el Imperio romano. El entendimiento del dios único es una deformación de lo que muchos pueblos entendieron como dioses, héroes, colosos, forzudos y otros seres o ánimos que en algunos momentos ejercen un gran poder, fuerza o influencia, como es Demeter en el entendimiento de los griegos; esa fuerza o ánimo que hace brotar a las plantas, que da la fertilidad, que hace resurgir la vida y la primavera, pero igual que ella, cuando ejerce su cargo la Parca, ni el Dios que han creado se salva de ella, y ella, Demeter, deja de estar presente y se refugia en las profundidades.

A veces dicen que todos somos Hombres, nosotros preferimos llamarnos Runas o Jaques, porque esas denominaciones no sólo se refieren a los hombres, sino a las mujeres, a los niños, a los viejos, a los antepasados o ancestros, pero no solo a su aspecto físico o material como seres humanos, sino al ánimo que tenemos y brota de nuestras entrañas y corazón, que saben que todos estamos tejidos, que saben que los demás son nuestros hermanos o haques y no sólo los respetamos sino que los queremos, que somos kuyaqkuna (encariñados).

No miramos y vemos solamente la piel y menos aún solo su color, claro que éste tiene su importancia, miramos y vemos su textura, su expresión, su sabor, su ánimo, y muchos de nuestros hombres de medicina, como los llaman algunos, por ella saben del estado de salud de las personas y de otros seres; pero cuando miramos y vemos a la gente no nos limitamos a la piel, vemos su ánimo, el latir y el ritmo de su corazón y el cariño que tiene, entre otras muchas cosas. Por eso no hay que confundirse cuando decimos un cara pálida o cara - blanca, no nos estamos refiriendo al color de su piel sino de su alma (entre otros aspectos codiciosa e incapaz de hacer o establecer vínculos o relaciones de hermandad) que sólo ve el oro y que se quiere apropiar de él sin respetar nada, o que cuando se tiene que relacionar con alguien lo hace haciendo "caridad" (es decir presuponiendo necesariamente que a quien le estira la mano es su "inferior", un pobre y no su hermano e implícitamente él que da es "superior", cuando en realidad bajo ese entendimiento esconde su propia orfandad).

Para nosotros todo y todos son riquezas, y son riquezas nuestras porque, justamente son riquezas de los demás, de nuestra familia, de nuestro ayllu, y nos sentimos contentos (no orgullosos) de ello, la codicia, entendemos, es una enfermedad. Nosotros apoyamos y ayudamos a quien lo requiera, sea más o menos rico que nosotros, (además ¿quién sabe quién es más rico que otro?) quién de nosotros, se apoya a quién en un momento lo requiera o no lo requiera, depende de nosotros, no de ellos, depende de lo que podamos dar u ofrecer. Nunca prestamos, porque así se crean deudas y deudores, simplemente brindamos lo que tenemos, porque esa es una manera de ser runa.

Yo soy moche, mochica o Chimú, no soy indígena, ni tampoco aceptaré que así me llamen. Considero que aceptarlo como una "estrategia" para recuperar nuestros derechos, es dejar "por descuido" un instrumento perverso de algunos sabios de la Comunidad Internacional: Indígenas y no indígenas, "a ver, les damos o devolvemos algo de los que les hemos expropiado o robado con nuestras pillerías a esos pobrecitos, de repente se quedan contentos, ¿quizá podremos mantenerlos en un museo?”

¡No! No se trata de Indígenas y no indígenas; se trata de pueblos y tierras invadidas, es decir de invadidos e invasores: Todo nuestro país, nuestro pueblo, nuestro ayllu nos "pertenece" (somos parte de él); hasta los que han llegado de fuera son nuestros hermanos, quizá algunos todavía están enfermos con los malos aires con que vinieron, pero a todo enfermo se le cura, y si insiste en seguir enfermo le podemos pagar el pasaje de regreso para ver sí en el lecho de su madre, al reencontrarla, se cura. Nosotros no discriminamos, nadie está fuera del tejido.

No se trata que nos devuelvan una parte de lo que nos trataron de robar con sus pillerías e invasiones, sino de que se vayan los males aires que trajeron. Los invasores, hayan venido de muy lejos o de muy cerca, no tienen derecho a nada, se tienen que ir de nuestras tierras, porque nuestras tierras son de cariño. Eso es volver a la plenitud de nuestra(a) cultura(s).

No existe el derecho de la invasión y el pillaje.

¿Quizá sea bueno que quienes impulsan eso de indígenas, conversen con nuestros yatiris, misayoq, pacos, yachaq y otros amautas y sabios, a ver qué opinan?


La recuperación plena de nuestra salud y cultura o manera de ser, se tiene que hacer con nuestros propios nombres y sabiduría, tomar prestados "conceptos", "instrumentos" o "ideologías" no sólo puede ser peligroso porque trae contrabandos que pasan "sin darnos cuenta" y después sirven para lamentarnos (y ya se nos agotaron nuestras lágrimas de tanto que han llorado nuestras madres), sino que es actividad de los haraganes y si existe algo que ninguno de nuestros pueblos acepta es la ociosidad y la haraganería.

Hermanos, sigamos caminando por la ruta y el ánimo de Pachacamaq para volver a tejer y hacer florecer el jardín que la enfermedad del invasor trato de destruir.

Con mucho cariño:
Jorge Alberto Montoya Maquín



Ayllu de Acco, Huaytará, Huancavelica: Vicuñitay




Ayllu de Chocorvos, Huyatará, Huancavelica: Vicuñita.