sábado, 8 de octubre de 2011

QAWAQ. edición del 1ro.de octubre 2011 al 1ro. de Enero 2012


SUNQUYUQ RUNAKUNAM KANCHIK

Sunquqa ñuqayku kaqpiqa, musiakuspa sunquchakuqmi kachkan; yuyaykunapaq tantiaykunapaq ñutqu kasqan hina. Chayraykum sapa kaq, kuyaykuymanta, kusikuymanta, llakikuymanta, aynikuymanta, wayllukuymanta, rimaptinchik, sunqupa sutinwan qayanchik. kaypim tumpata tupanchik qutu wiraquchapa puitakunawan; hinaspapas wayrawan rimay, mayukunawan, urqukunawan, kunturkunawan, pumakunawan, amarukunawan, llapan pachamamapi kawsaqkunawan rimayta; ñawpallaqatarunakunam atinku. Civilizacion sutiyuq llaqtakunaqa qipapi tiyaq, ayachakuq nispa, michakuwanku, rakiwachkanku.

Sunquyuq kaspam, sunquchakunchik. Manan uku ukupi musiata yachaspallachu, sapapunchaw kawsasqanchikpi rikuyta, uyariyta, muskiyta, miskipakuyta, musiakuyta ruakunchik. Hinallamiki ñuqayku ayanchikpi kawsanchik, qipa qamuqta musianchik, sunqunchik yuyaynintapas musianchik. “memoria genetica” nispam yachaqkuna sutichinku.

Chayraykum sumaqllapi, allin tupachispa kawsakuyta yachaniku, hinaspanmi amachaykunchik ñawpa llaqtanchik sumaq kawsayta mirachinapaq. Wakinkuna, wañuyllata sipiyllata yachaq runakunam, ñuqaykumanta manchakunku, “inimigo” hina qawawachkanku; pitapas ñuqaykuqa mana chiqniqmi kanchik, hina pim kasqaykupi kawsakuyllatam munaniku.

Sunqunchikqa sumaq ñanman umanchakutam yachan, musiayta yachakuspa, uyariyta yachakuspa, sumaq kawsayman pusawanchik, kusilla wiñanampaq. Chay yachayninchikta qawaspam qutu wiraquchakuna sunquta llutan kullu hinata qawanku. Paykunapa tantiakuynimpi, sunquqa, runapi yawar pusaq “urganu ”, “aparatu” llas.

Pulitikunapas, ticnocratakuna, cintifikuna, sunqun kawsaqata musiaptinqa, manan “bpmba atómica”kanmanchu, runa sipiq balakuna, unquy chaqchaq armakuna, manan kanmanchu. Llapan llutan inventukuna, kawsayta, pachamamata sipiqkuna, manam imapaqpas kanmanchu.

Kunan punchaw, qatun wayku llapan ñawpallaqta yuyayninchikta pampayta munachkaptin; kunan pacham sunqunchikta uyariykuspa yachayninwan tupachwan, chaynam tukuy yachayninchik yuyayninchik, kutinqa.

SOMOS PERSONAS CON CORAZON

El corazón es para nosotros un órgano de los sentimientos, así como el cerebro el de los pensamientos. Por eso, siempre que hablamos de cariño, amor, añoranza, tristeza, solidaridad, compañerismo, nos referimos al corazón. En esto hay mucha similitud con valores humanos que tratan de conservar algunos poetas de occidente, pero hablar con el viento, los ríos, las montañas, los cóndores, pumas y serpientes y todos los seres de la pachamama, eso solo lo hacen las culturas ancestrales. La civilización nos considera atrasados y animistas y así nos descalifican.

Por tener corazón, tenemos sentimientos. No solo se trata de que podemos sentir profunda e intensamente, sino que ejercitamos cada día el uso de nuestras capacidades sensoriales: Ver, Oír, Oler, Saborear, sentir tactilmente. También tenemos una profunda vida espiritual, además presentimientos y otros sentidos que nos permiten recuperar la memoria ancestral. Memoria genética le llaman los científicos.

Por eso, somos gente que sabe vivir en paz, equilibrio y armonía, y seguimos luchando para recuperar esta nuestra forma de vida ancestral. Quienes viven rindiendo culto a la violencia y la muerte, nos temen y nos tienen como enemigos a pesar de que nosotros no queremos hacer daño a nadie, solo por querer ser nosotros mismos y vivir en concordancia.

Nuestro corazón sabe guiarnos si aprendemos a sentirlo, a escucharlo, puede guiarnos por la vida haciéndola mas plena, mas feliz. Desde esta perspectiva las sociedades civilizadas lo consideran un estorbo, para ellos no es mas que un aparato que bombea sangre y la hace circular por nuestro cuerpo.

Si los políticos, tecnócratas y científicos percibiesen vivo su corazón, no existirían la bomba atómica, las balas para matanzas, las armas químicas, bacteriológicas y virales. Todos los inventos que sirven para destruir la vida y la naturaleza, no tendrían sentido.

Hoy, que la mayor amenaza de destrucción de nuestra cultura ancestral se avalancha sobre todos los pueblos, es momento de escuchar a nuestro corazón, confiar en la sabiduría de nuestros sentidos y recuperar nuestra memoria ancestral.

                                Musicos: Los Cariñosos de Chaquipampa, Lucanas, Ayacucho, Perú. 

WAKCHA CHURI

Hijo Solo

 Por: José María Arguedas

Llegaban por bandadas las torcazas a la hacienda y el ruido de sus alas azotaba el techo de calamina. En cambio las calandrias llegaban solas, exhibiendo sus alas; se posaban lentamente sobre los lúcumos, en las más altas ramas, y cantaban.

A esa hora descansaba un rato, Singu, el pequeño sirviente de la hacienda. Subía a la piedra amarilla que había frente a la puerta falsa de la casa; y miraba la quebrada, el espectáculo del río al anochecer. Veía pasar las aves que venían del sur hacia la huerta de árboles frutales.

La velocidad de las palomas le oprimía el corazón; en cambio, el vuelo de las calandrias se retrataba en su alma, vivamente, lo regocijaba. Los otros pájaros comunes no le atraían. Las calandrias cantaban cerca, en los árboles próximos. A ratos, desde el fondo del bosque, llegaba la luz tibia de las palomas. Creía Singu que de ese canto invisible brotaba la noche porque el canto de la calandria ilumina como la luz, vibra como ella, como el rayo de un espejo. Singu se sentaba sobre la piedra. Le extrañaba que precisamente al anochecer se destacara tanto la flor de los duraznos. Le parecía que el sonido del río movía los árboles y mostraba las pequeñas flores blancas y rosadas, aun los resplandores internos, de tonos oscuros, de las flores rosadas.

Estaba mirando el camino de la huerta, cuando vio entrar en el callejón empedrado del caserío, un perro escuálido, de color amarillo. Andaba husmeando, con el rabo metido entre las piernas. Tenía "anteojos"; unas manchas redondas de color claro, arriba de los ojos.

Se detuvo frente a la puerta falsa. Empezó a lamer el suelo donde la cocinera había echado el agua con que lavó las ollas. Inclinó el cuerpo hacia atrás; alcanzaba el agua sucia estirando el cuello. Se agazapó un poco. Estaba atento, para saltar y echarse a correr si alguien abría la puerta. Se hundieron aún más los costados de su vientre; resaltaban los huesos de las piernas; sus orejas se recogieron hacia atrás; eran oscuras, por las puntas.
Singu buscaba un nombre. Recordaba febrilmente nombres de perros.

- ¡"Hijo Solo"! -le dijo cariñosamente-. ¡"Hijoo Solo"! ¡Papacito! ¡Amarillo! ¡Niñito! ¡Ninito!

Como no huyó, sino que lo miró sorprendido, alzando la cabeza, dudando, Singuncha siguió hablándole en quechua, con tono cada vez más familiar.

- ¿Has venido por fin a tu dueño? ¿Dónde has estado, en qué pueblo, con quién?

Se bajó de la piedra, sonriendo. El perro no se espantó, siguió mirándolo. Sus ojos también eran de color amarillo, el iris se contraía sin decidirse.

- Yo, pues, soy Singuncha. Tu dueño de la otra vida. Juntos hemos estado. Tú me has lamido, yo te daba queso fresco, leche también; harto. ¿Por qué te fuiste?

Abrió la puerta. De la leche que había para los señores echó apresuradamente bastante, en un plato hondo; y corrió. Estaba aún ahí el perro, sorprendido, dudando. Puso el plato en el suelo. "Hijo Solo" se acercó casi temblando. Y bebió la leche. Mientras lamía haciendo ruido con las fauces, sus orejitas se recogieron nuevamente hacia arriba; cerró un poco los ojos. Su hocico, como las puntas de las orejas, era negro. Singuncha puso los dedos de sus dos manos sobre la cabeza del perro, conteniendo la respiración, tratando de no parecer siquiera un ser vivo. No huyó el perro, cesó un instante de lamer el plato.

También él paralizó su aliento; pero se decidió a seguir. Entonces Singuncha pudo acariciarle las orejas.

Jamás había visto un animal más desvalido; casi sin vientre y sin músculos. "¿No habrá vuelto de acompañar a su dueño, desde la otra vida?", pensó. Pero viéndole la barriga, y la forma de las patas, comprendió que era aún muy joven. Sólo los perros maduros pueden guiar a sus dueños, cuando mueren en pecado y necesitan los ojos del perro para caminar en la oscuridad de la otra vida.

Se abrazó al cuello de "Hijo Solo". Todavía pasaban bandadas de palomas por el aire; y algunas calandrias, brillando.

Hacia tiempo que Singu no sentía el tierno olor de un perro, la suavidad del cuello y de su hocico. Si el señor no lo admitía en la casa, él se iría, fugaría a cualquier pueblo o estancia de la altura, donde podían necesitar pastores. No lo iban a separar del compañero que Dios le había mandado hasta esa profunda quebrada escondida. Debía ser cierto que "Hijo Solo" fue su perro en el mundo incierto de donde vienen los niños. Le había dicho eso al perro, sólo para engañarlo; pero si él había oído, si le había entendido, era porque así tenía que suceder; porque debían encontrarse allí, en "Lucas Huayk'o", la hacienda temida y odiada en cien pueblos. ¿Cómo, por qué mandato "Hijo Solo" había llegado hasta ese infierno odioso? ¿Por qué no se había ido, de frente, por el puente, y había escapado de Lucas Huayk'o"?

- Gringo! ¡Aquí sufriremos! Pero no será de hambre -le dijo-. Comida hay, harto. Los patrones pelean, matan sus animales; por eso dicen que "Lucas Huayk'o" es infierno. Pero tú eres de Singuncha, "endio" sirviente. ¡Jajay! ¡Todo tranquilo para mí! ¡Vuela torcacita! ¡Canta tuyay, tuyacha! ¡Todo tranquilo!

Abrazó al perro, más estrechamente; lo levantó un poco en peso. Hizo que la cabeza triste de "Hijo Solo" se apoyara en su pecho. Luego lo miró a los ojos. Estaba aún desconcertado. Sonriendo, Singucha alzó con una mano el hocico del perro, para mirarlo más detenidamente, e infundirle confianza.

Vio que el iris de los ojos del perro clareaba. Él conocía como era eso. El agua de los remansos renace así, cuando la tierra de los aluviones va asentándose. Aparecen los colores de las piedras del fondo y de los costados, las yerbas acuáticas ondean sus ramas en la luz del agua que va clareando; los peces cruzan sus rayos. "Hijo Solo" movió el rabo, despacio, casi como un gato; abrió la boca, no mucho; chasqueó la lengua, también despacio. Y sus ojos se hicieron transparentes. No deseaba ver más el Singuncha; no esperaba más del mundo.

Le siguió el perro. Quedó tranquilo, echado sobre los pellejos en que el cholito dormía, junto a la despensa, en una habitación fría y húmeda, debajo del muro de la huerta.

Cuando llovía o regaban, rezumaba agua por ese muro.

Quizá los perros conocen mejor al hombre que nosotros a ellos. "Hijo Solo" comprendió cuál era la condición de sus dueños. No salió durante días y semanas del cuarto. ¿Sabía también que los dueños de la hacienda, los que vivían en esta y en la otra banda se odiaban a muerte? ¿Había oído las historias y rumores que corrían en los pueblos sobre los señores de "Lucas Huayk'o"?

- ¿Viven aún los dos? -se preguntaban en las aldeas-. ¿Qué han derrumbado esta semana? ¿Los cercos, las tomas de agua, los andenes?

- Dicen que don Adalberto ha desbarrancado en la noche doce vacas lecheras de su hermano. Con veinte peones las robó y las espantó al abismo. Ni la carne han aprovechado. Cayeron hasta el río. Los pumas y los cóndores están despedazando a los animales finos.

- ¡Anticristos! - Y su padre vive! - Se emborracha! ¡Predica como diablo contra sus hijos! Se aloca. - De dónde, de quién vendrá la maldición?

No criaban ya animales caseros ninguno de los dos señores. No criaban perros. Podían ser objetos de venganza, fáciles.

- Lucas Huayk'o" arde. Dicen que el sol es allí peor. ¡Se enciende! ¿Cómo vivirá la gente? Los viajeros pasan corriendo el puente.

Sin embargo "Hijo Solo" conquistó su derecho a vivir en la hacienda. Él y su dueño procedieron con sabiduría. Un perro allí era necesario más que en otros sitios y hogares. Pero los habían matado a balazos, con veneno o ahorcándolos en los árboles, a todos los que ambos señores criaron, en esta y en la otra banda.

Los primeros ladridos de "Hijo Solo" fueron escuchados en toda la quebrada. Desde lo alto del corredor. "Hijo Solo" ladró al descubrir una piara de mulas que se acercaban al puente. Se alarmó el patrón. Salió a verlo. Singu corrió a defenderlo.

- Es tuyo? ¿Desde cuando? - Desde la otra vida, señor -contestó apresuradamente el sirviente. - Qué? - Juntos, pues, habremos nacido, señor. Aquí nos hemos encontrado. Ha venido solito. En el callejón se ha quedado, oliendo. Nos hemos conocido. Don Adalberto no le va ha hacer caso. De "endio" es, no es de werak'ocha. Tranquilo va cuidar la hacienda. - Contra quién? ¿Contra el criminal de mi hermano? ¿No sabes que Don Adalberto come sangre? - Perro de mí es, pues, señor. Tranquilo va a ladrar. No contra Don Alberto.

"Hijo Solo" los escuchaba inquieto. Miraba al dueño de la hacienda, con esa cristalina luz que tenía en los ojos, desde la tarde en que fue alimentado y saciado por Singuncha, junto a la puerta falsa de la casa grande.

- Es simpático; chusco. Lo matarán sin duda -dijo Don Angel-. Se desprecia a los perros. Se les mata fácil. No hay condena por eso. Que se quede, pues, Singuncha. No te separes de él. Que ladre poco. Te cuidará cuando riegues de noche la alfalfa. Enséñale que no ladre fuerte. Le beberá la sangre siempre, ese Caín, ¿Cómo se llama? Su ladrar ha traído recuerdos a la quebrada. - "Hijo Solo", patrón.

Movió el rabo. Miró al dueño, con alegría. Sus ojos amarillos tenían la placidez de la luz, no del crepúsculo sino del sol declinante, que se posaba sobre las cumbres ya sin ardor, dulcemente, mientras las calandrias cantaban desde los grandes árboles de la huerta.

"Más fácil es ver aquí un perro muerto. Ya no tengo costumbre de verlos vivos. Allá él. Quizá mi hermano los despache a los dos juntos. Volverán al otro mundo, rápido".

El dueño de la hacienda bajó al patio, hablando en voz baja. No se dieron cuenta durante mucho tiempo. El perro exploró toda la hacienda por la banda izquierda que pertenecía a Don Angel. No escandalizaba. Jugaba en el campo con el pequeño sirviente. Se perdía en la alfalfa floreada; corría a saltos, levantando la cabeza, para mirar a su dueño. Su cuerpo amarillo, lustroso ya, por el buen trato, resaltaba entre el verde feliz de la alfalfa y las flores moradas. Singuncha reía.

- ¡Hijos de Dios en medio de la maldición! -decía de ellos la cocinera.

El perro pretendía atrapar a los chihuillos que vivían en los hosques de retama de los pequeños abismos. El cllihuillo tiene vuelo lento y bajo; da la impresión de que va a caer, que está cansado. El perro se lanzaba, anhelante, tras de los chihuillos, cuando cruzaban los campos de alfalfa buscando los árboles que orillaban las acequias. El Singuncha reía a carcajadas. La misma absurda pretensión hacía saltar al perro, la orilla del río, cuando veía pasar a los patos, que eran raros en "Lucas Huayk'o".

Singu era becerro, ayudante de cocina, guía de las yuntas de aradores, vigilante de los riegos, espantador de pájaros, mandadero. Todo lo hacía con entusiasmo. Y desde que encontró a su perro "Hijo Solo", fue aún más diligente. Había trabajado siempre.

Huérfano recogido, recibió órdenes desde que pudo caminar.

Lo alimentaron bien, con suero, leche, desperdicios de la comida, huesos, papas y cuajada. El patrón lo dejó al cuidado de las cocineras. Le tuvieron lástima. Era sanguíneo, de ojos vivos. No era tonto. Entendía bien las órdenes. No lloraba. Cuando lo enviaban al campo, le llenaban la bolsa con mote y queso. Regresaba cantando y silbando. Los señores peleaban, procuraban quitarse peones. Los trataban bien por eso. El otro, Don Adalberto, tenía los molinos, los campos de cebada y trigo, las aldeas de la hacienda, y las minas. Don Angel los alfalfares, la huerta, el ganado, el trapiche. Singu no tomaba parte aún en la guerra. La matanza de los animales, los incendios de los campos de trigo, las peleas, se producían de repente. Corrían; el patrón daba órdenes, traía los caballos. Se armaban de látigos y lanzas. El patrón se ponía un cinturón con dos fundas de pistolas. Partían al galope. La quebrada pesaba, el aire parecía caliente. La cocinera 1loraba. Los árboles se mecían con el viento; se inclinaban mucho, como si estuvieran condenados a derrumbarse; las sombras vibraban sobre el agua. Singuncha bajaba hasta el puente. El tropel de los caballos, los insultos en quechua de los jinetes, su huída por el camino angosto; todo le confirmaba que en "Lucas Huayk'o", de veras, el demonio salía a desplegar sus alas negras y a batir el viento desde las cumbres.

Hubo un período de calma en la quebrada; coincidió con la llegada de "Hijo Solo".

- Este perro puede ser más de lo que parece - comentó Don Angel semanas después.
Pero sorprendieron a "Hijo Solo", en medio del puente, al medio día.

Singuncha gritó, pidió auxilio. Lo envolvieron con un poncho, le dieron de puntapiés.
Oyó que el perro caía al río. El sonido fue hondo, no como el de un pequeño animal que golpeara con su desigual cuerpo la superficie del remanso. A él lo dejaron con un costal sucio amarrado al cuello.

Mientras se arrancaba el costal de la cabeza, huyeron los emisarios de Don Adalberto.
Los pudo ver aún en el recodo del camino, sobre la tierra roja del barranco.

Nadie había oído los gritos del becerrero. El remanso brillaba, tenía espuma en el centro, donde se percibía la corriente.

Singu miró el agua. Era transparente, pero honda. Cantaba con voz profunda; no sólo ella, sino también los árboles y el abismo de rocas de la orilla, y los loros altísimos que viajaban por el espacio. Singu no alcanzaría jamás a "Hijo Solo". Iba a lanzarse al agua. Dudó y corrió después, sacudiendo su pantalón remendado, su ponchito de ovejas. Pasó a la otra banda, a la del demonio Don Adalberto; bajó el remanso. Era profundo pero corto. Saltando sobre las piedras como un pájaro, más líbero que las cabras, siguió por la orilla, mirando el agua, sin llorar. Su rostro brillaba, parecía sorber el río.

¡Era cierto! "Hijo Solo" luchaba, a media agua. El Singuncha se lanzó a la corriente, en la zona del vado. Pudo sumergirse. Siempre llevaba, a manera de cuchillo, un trozo de fleje que él había afilado en las piedras. Pero el perro estaba ya aturdido, boqueando. El río los llevó lejos, golpeándolos en las cascadas. Cerca del recodo, tras el que aparecían los molinos de Don Adalberto, Singuncha pudo agarrarse de las ramas de un sauce que caían a la corriente. Luchó fuerte, y salió a la orilla, arrastrando al perro.
Se tendieron en la arena. "Hijo Solo" boqueaba, vomitaba agua como un odre.
Singuncha empezó a temblar, a rechinar los dientes. Tartamudeando maldecía a Don Adalberto, en quechua: "Excremento del infierno, posma del demonio. Que el sol te derrita como a la velas que los condenados llevan a los nevados. ¡Te clavarán con cadenas en la cima de "Aukimana"; "Hijo Solo" comerá tus ojos, tu lengua, y vomitará tu pestilencia, como ahora! ¡Vamos a vivir, pues!"

Se calentó en la arena el perro; puso su cabeza sobre el cuerpo del Singuncha; moviendo sus "anteojos", lo miraba. Entonces lloró Singu.

- ¡ Papacito! ¡Flor! ¡Amarillito! ¡Jilguero!

Le tocaba las manchas redondas que tenía en la frente, sus "anteojos".

- Vamos a matar a Don Adalberto! ¡Dice Dios quiere! -le dijo.

Sabía que en los bosques de retama y lambras de Los Molinos cantaban las torcazas más hermosas del mundo. Desde centenares de pueblos venían los forasteros a hacer moler su trigo a "Lucas Huayk'o", porque se afirmaba que esas palomas eran la voz del Señor, sus criaturas. Hacían turnos que duraban meses, y Don Adalberto tenía peones de sobra. Se reía de su hermano.

- ¡Para mí cantan, por orden del cielo, estas palomas ! -decía- Me traen gente de cinco provincias.

Escondido, Singuncha rezó toda la tarde. Oyó, llorando, el canto de las torcazas que se posaron en el bosque, a tomar sombra.

Al anochecer se encaminó hacia Los Molinos. Pasó frente al recodo del río; iba escondiéndose tras los arbustos y las piedras. Llegó frente al caserío donde residía Don Adalberto; pudo ver los techos de calamina del primer molino, del más alto.

Cortó un retazo de su camisa, y lo deshizo, hilo tras hilo; escarmenándolas con las uñas, formó una mota con las hilachas, las convirtió en una mecha suave.
Había escogido las piedras, las había probado. Hicieron buenas chispas; prendieron fuerte aún a plena luz del sol.

Más tarde vendrían "concertados" a la orilla del río, a vigilar, armados de escopetas.

Anochecía. Los patitos volaban a poca altura del agua. Singu los vio de cerca; pudo gozar contemplando las manchas rojas de sus alas y las ondas azules, brillantes, que adornaban sus ojos y la cabeza.

- ¡Adiós niñitas¡ -les dijo en voz alta.

Sabía que el sonido del río apagaría su voz. Pero agarró del hocico al "Hijo Solo" para que no ladrase. El ladrido de los perros corta todos los sonidos que brotan de la tierra.
Tupidas matas de retama seca escalaban la ladera, desde el río. No las quemaban ni las tumbaban, porque vivían allí las torcazas.

Llegaron palomas en grandes bandadas, y empezaron a cantar.

Singuncha escogió hojas secas de yerbas y las cubrió con ramas viejas de k'opayso y retama. No oía el canto. Su corazón ardía. Hizo chocar los pedernales junto a la mecha. Varios trozos de fuego cayeron sobre el trapo deshilachado y lo prendieron. Se agachó; de rodillas mientras con un brazo tenía al perro por el cuello, sopló. Y casi de pronto se alzó el fuego. Se retorcieron las ramas. Una llamarada pura empezó a lamer el bosque, a devorarlo.

- ¡Señorcito Dios! ¡Levanta fuego! ¡Levanta fuego! ¡Dale la vuelta! ¡Cuida! -gritó alejándose, y volvió a arrodillarse sobre la arena.

Se quedó un buen rato en el río. Oyó gritos, y tiros de carabina y dinamita.

Volvió hacia el remanso. Más allá del recodo, cerca del vado, se lanzó al río. "Hijo Solo" aulló un poco y lo siguió. Llegaban las palomas a esta banda, a la de Don Angel volando descarriadas, cayendo a los alfalfares, tonteando por los aires.

Pero Singu se iba ya; no prestaba oído ni atención verdaderos a la quebrada; subía hacia los pueblos de altura. Con su perro, lo tomarían de pastor en cualquier estancia; o el Señor Dios lo haría llamar con algún mensajero, el Jakakllu o el Patrón de Santiago. Entonces seguiría de frente, hasta las cumbres; y por algún arco iris escalaría al cielo, cantando a dúo con el "Hijo Solo".

- ¡Amarillito! ¡Jilguero! - iba diciéndole en voz alta, mientras cruzaban los campos de alfalfa, a la luz de las llamas que devoraban la otra banda de la hacienda.

En la quebrada se avivó más ferozmente la guerra de los hermanos Caínes. Porque Don Adalberto no murió en el incendio.


José María Arguedas

TAWA LLULLAKUNA

LAS CUATRO MENTIRAS
Que hacen crecer la nariz de pinocho

Por: Eduardo Galeano

“Somos todos culpables
de la ruina del planeta”

La salud del mundo está hecha un asco. ‘Somos todos responsables’, claman las voces de la alarma universal, y la generalización absuelve: si somos todos responsables, nadie lo es.

Como conejos se reproducen los nuevos tecnócratas del medio ambiente. Es la tasa de natalidad más alta del mundo: los expertos generan expertos y más expertos que se ocupan de envolver el tema en el papel celofán de la ambigüedad. Ellos fabrican el brumoso lenguaje de las exhortaciones al ’sacrificio de todos’ en las declaraciones de los gobiernos y en los solemnes acuerdos internacionales que nadie cumple.

Estas cataratas de palabras -inundación que amenaza convertirse en una catástrofe ecológica comparable al agujero del ozono- no se desencadenan gratuitamente. El lenguaje oficial ahoga la realidad para otorgar impunidad a la sociedad de consumo, a quienes la imponen por modelo en nombre del desarrollo y a las grandes empresas que le sacan el jugo.

Pero las estadísticas confiesan. Los datos ocultos bajo el palabrerío revelan que el 20 por ciento de la humanidad comete el 80 por ciento de las agresiones contra la naturaleza, crimen que los asesinos llaman suicidio y es la humanidad entera quien paga las consecuencias de la degradación de la tierra, la intoxicación del aire, el envenenamiento del agua, el enloquecimiento del clima y la dilapidación de los recursos naturales no renovables.

La señora Harlem Bruntland, quien encabeza el gobierno de Noruega, comprobó recientemente que si los 7 mil millones de pobladores del planeta consumieran lo mismo que los países desarrollados de Occidente, “harían falta 10 planetas como el nuestro para satisfacer todas sus necesidades”. Una experiencia imposible.

Pero los gobernantes de los países del Sur que prometen el ingreso al Primer Mundo, mágico pasaporte que nos hará a todos ricos y felices, no sólo deberían ser procesados por estafa. No sólo nos están tomando el pelo, no: además, esos gobernantes están cometiendo el delito de apología del crimen. Porque este sistema de vida que se ofrece como paraíso, fundado en la explotación del prójimo y en la aniquilación de la naturaleza, es el que nos está enfermando el cuerpo, nos está envenenando el alma y nos está dejando sin mundo.

“Es verde lo que
se pinta de verde”

Ahora, los gigantes de la industria química hacen su publicidad en color verde, y el Banco Mundial lava su imagen repitiendo la palabra ecología en cada página de sus informes y tiñendo de verde sus préstamos. “En las condiciones de nuestros préstamos hay normas ambientales estrictas”, aclara el presidente de la suprema banquería del mundo. Somos todos ecologistas, hasta que alguna medida concreta limita la libertad de contaminación.

Cuando se aprobó en el Parlamento del Uruguay una tímida ley de defensa del medio ambiente, las empresas que echan veneno al aire y pudren las aguas se sacaron súbitamente la recién comprada careta verde y gritaron su verdad en términos que podrían ser resumidos así: “los defensores de la naturaleza son abogados de la pobreza, dedicados a sabotear el desarrollo económico y a espantar la inversión extranjera”.

El Banco Mundial, en cambio, es el principal promotor de la riqueza, el desarrollo y la inversión extranjera. Quizás por reunir tantas virtudes, el Banco manejará, junto a la ONU, el recién creado Fondo para el Medio Ambiente Mundial.

Este impuesto a la mala conciencia dispondrá de poco dinero, 100 veces menos de lo que habían pedido los ecologistas, para financiar proyectos que no destruyan la naturaleza. Intención irreprochable, conclusión inevitable: si esos proyectos requieren un fondo especial, el Banco Mundial está admitiendo, de hecho, que todos sus demás proyectos hacen un flaco favor al medio ambiente.

El Banco se llama Mundial, como el Fondo Monetario se llama Internacional, pero estos hermanos gemelos viven, cobran y deciden en Washington. Quien paga, manda, y la numerosa tecnocracia jamás escupe el plato donde come. Siendo, como es, el principal acreedor del llamado Tercer Mundo, el Banco Mundial gobierna a nuestros países cautivos que por servicio de deuda pagan a sus acreedores externos 250 mil dólares por minuto, y les impone su política económica en función del dinero que concede o promete.

La divinización del mercado, que compra cada vez menos y paga cada vez peor, permite atiborrar de mágicas chucherías a las grandes ciudades del sur del mundo, drogadas por la religión del consumo, mientras los campos se agotan, se pudren las aguas que los alimentan y una costra seca cubre los desiertos que antes fueron bosques.

“Entre el capital y el trabajo,
la ecología es neutral”

Se podrá decir cualquier cosa de Al Capone, pero él era un caballero: el bueno de Al siempre enviaba flores a los velorios de sus víctimas… Las empresas gigantes de la industria química, petrolera y automovilística pagaron buena parte de los gastos de la Eco 92.

La conferencia internacional que en Río de Janeiro se ocupó de la agonía del planeta. Y esa conferencia, llamada Cumbre de la Tierra, no condenó a las transnacionales que producen contaminación y viven de ella, y ni siquiera pronunció una palabra contra la ilimitada libertad de comercio que hace posible la venta de veneno.

En el gran baile de máscaras del fin de milenio, hasta la industria química se viste de verde. La angustia ecológica perturba el sueño de los mayores laboratorios del mundo, que para ayudar a la naturaleza están inventando nuevos cultivos biotecnológicos.

Pero estos desvelos científicos no se proponen encontrar plantas más resistentes a las plagas sin ayuda química, sino que buscan nuevas plantas capaces de resistir los plaguicidas y herbicidas que esos mismos laboratorios producen. De las 10 empresas productoras de semillas más grandes del mundo, seis fabrican pesticidas (Sandoz, Ciba-Geigy, Dekalb, Pfiezer, Upjohn, Shell, ICI).

La industria química no tiene tendencias masoquistas. La recuperación del planeta o lo que nos quede de él implica la denuncia de la impunidad del dinero y la libertad humana. La ecología neutral, que más bien se parece a la jardinería, se hace cómplice de la injusticia de un mundo donde la comida sana, el agua limpia, el aire puro y el silencio no son derechos de todos sino privilegios de los pocos que pueden pagarlos.

Chico Mendes, obrero del caucho, cayó asesinado a fines del 1988, en la Amazonía brasileña, por creer lo que creía: que la militancia ecológica no puede divorciarse de la lucha social. Chico creía que la floresta amazónica no será salvada mientras no se haga la reforma agraria en Brasil.

Cinco años después del crimen, los obispos brasileños denunciaron que más de 100 trabajadores rurales mueren asesinados cada año en la lucha por la tierra, y calcularon que cuatro millones de campesinos sin trabajo van a las ciudades desde las plantaciones del interior

Adaptando las cifras de cada país, la declaración de los obispos retrata a toda América Latina. Las grandes ciudades latinoamericanas, hinchadas a reventar por la incesante invasión de exiliados del campo, son una catástrofe ecológica: una catástrofe que no se puede entender ni cambiar dentro de los límites de la ecología, sorda ante el clamor social y ciega ante el compromiso político.

“La naturaleza está fuera de nosotros”

En sus 10 mandamientos, Dios olvidó mencionar a la naturaleza. Entre las órdenes que nos envió desde el monte Sinaí, el Señor hubiera podido agregar, pongamos por caso: “Honrarás a la naturaleza de la que formas parte”.
Pero no se le ocurrió. Hace cinco siglos, cuando América fue apresada por el mercado mundial, la civilización invasora confundió a la ecología con la idolatría. La comunión con la naturaleza era pecado. Y merecía castigo.

Según las crónicas de la Conquista., los indios nómadas que usaban cortezas para vestirse jamás desollaban el tronco entero, para no aniquilar el árbol, y los indios sedentarios plantaban cultivos diversos y con períodos de descanso, para no cansar a la tierra. La civilización que venía a imponer los devastadores monocultivos de exportación no podía entender a las culturas integradas a la naturaleza, y las confundió con la vocación demoníaca o la ignorancia.

Para la civilización que dice ser occidental y cristiana, la naturaleza era una bestia feroz que había que domar y castigar para que funcionara como una máquina, puesta a nuestro servicio desde siempre y para siempre. La naturaleza, que era eterna, nos debía esclavitud.

Muy recientemente nos hemos enterado de que la naturaleza se cansa, como nosotros, sus hijos, y hemos sabido que, como nosotros, puede morir asesinada. Ya no se habla de someter a la naturaleza, ahora hasta sus verdugos dicen que hay que protegerla. Pero en uno u otro caso, naturaleza sometida y naturaleza protegida, ella está fuera de nosotros
.
La civilización que confunde a los relojes con el tiempo, al crecimiento con el desarrollo y a lo grandote con la grandeza, también confunde a la naturaleza con el paisaje, mientras el mundo, laberinto sin centro, se dedica a romper su propio cielo

ÑAWPAQPI...HUK SAPILLA?

El PASADO: UNA SOLA RAIZ?

Por: Juan Rivera Tosi

Si nos detenemos a observar algunas características de las culturas o civilizaciones más antiguas que se desarrollaron en el planeta, veremos que existen elementos culturales de mucha coincidencia, que no pasan desapercibidos. Como si la raíz de la cultura humana fuera una sola.

Difícil nos resultaría aceptar que se trata de simples coincidencias, productos del azar y la casualidad, aunque no negaremos que, por la enseñanza que hemos recibido en la escuela, deberíamos resistirnos a creer que el desarrollo humano proviene de una sola vertiente y que posteriormente, por razones geográficas, cambios ambientales o desastres naturales, tomaron caminos distintos. Pero pudo haber sido así, sino veamos algunos ejemplos, que nos llevarán a reflexionar sobre nuestro pasado.

Las pirámides son grandes construcciones que se identifican principalmente con la cultura egipcia. Sin embargo tenemos que mayas, aztecas, y las culturas andinas, también construyeron pirámides, del tipo escalonado y truncas, similares a las mas antiguas de los egipcios.

En Europa también han sido hallados restos arqueológicos de construcciones piramidales, aunque es muy poco lo que se sabe de estas.

Hace cinco años Discovery Chanel dio a conocer los descubrimientos de la Dra. Balavanova, arqueóloga dedicada al estudio de la civilización egipcia.

Dicha estudiosa dio a conocer que al realizar estudios de laboratorio en cabellos de momias pertenecientes a faraones egipcios había logrado detectar la presencia de tabaco y hoja de coca, lo cual indicaba que estando en vida habían hecho uso de tales plantas.

La noticia creó un descalabro en la egiptología, ya que supuestamente el tabaco y la coca sólo se conocían en el continente americano.

Cómo explicar entonces su presencia en Egipto?

La reacción de los arqueólogos no se hizo esperar y las acusaciones de fraude sobrevinieron. Se le acusó de farsante y mil cosas mas, pero lo real es que las pruebas de laboratorio resultaron irrefutables.

Practicaron las deformaciones craneanas, con el objeto de conseguir que estas fueran mas largas. Nosotros también realizamos las mismas deformaciones.

Los egipcios de las primeras dinastías son representados con diademas de plumas adornando sus cabezas. Cuestión que no sólo se dio en las culturas andinas y mexicanas sino que se observa en antiguas civilizaciones como Creta.


…Simples coincidencias?

La Pirámide Maya del Sol tiene una base que mide 220 X 225 metros, que curiosamente coincide con la base de la pirámide de Keops, mientras que su altura es de 73 metros, que equivale a la mitad de la del monumento egipcio.

Los soberanos de las culturas mencionadas eran considerados Hijos del Sol.

Pero esto no solo se dio con las egipcias o andinas, sino también con la Asiria, Cretense…. E incluso China. Todas de una antigüedad remota y se supone que no pudo haber contacto entre ellas.

Las construcciones megalíticas son otra prueba irrefutable de que nuestras antiguas civilizaciones dispusieron de una ciencia y técnica que les permitió trabajar la piedra, sin que la dureza de su composición fuese un obstáculo.

Tales construcciones, los dólmenes, menhires, estelas de piedra, se encuentran en Bretaña, Gales, Alemania, Córcega, España…y en la América prehispana.

Y qué decir de las inscripciones que en ellas aparecen?...Son muy similares, como si nos quisieran hablar de que todos tuvieron un lenguaje ideográfico común.

Es mas, la escritura cretense, presenta muchos signos iconográficos que nos llevan a relacionarla con la OLMECA, cuestión que es difícil de aceptar ya que entre la supuesta presencia de una a otra, hay un espacio de 1,500 años, que no puede dejar de considerarse.

En lo referente a las divinidades y lo que se pretendía identificar o representar con ellas, también encontramos un paralelismo entre las de Europa y las nuestras:

León/Aguila/Serpiente, con Jaguar/Cóndor/Serpiente
Una misma ciencia?...una misma simbología?

Se afirma que los egipcios, al practicar la ceremonia de iniciación de sus sacerdotes, utilizaron un conocimiento que en la actualidad ignoramos y que se denomina OPTICA SICOLOGICA. El sistema consistía en utilizar un espejo bruñido, donde se lograba reflejar el espíritu interior del iniciado. Bien, resulta que este ritual es similar a uno que se conoce en los andes, llamado Calixpuquio, por el cual se podía observar el mundo interior de quien se sometiera a él, y se hacía con espejos de agua.

Platón y Pitágoras afirmaban que habían recibido muchas enseñanzas de los Druidas y que éstos eran poseedores de un elevado conocimiento y ciencia, lo cual resulta contradictorio con el estado de atraso que encontraron los romanos la Galia.

Cómo se explica esto?

Los druidas sostenían que el problema se debía a una catástrofe de enormes proporciones, ocasionada por la utilización indebida de las fuerzas telúricas subterráneas que recorren la tierra, de parte de algunas civilizaciones europeas, que condujeron a su desaparición por los cataclismos que ocasionaron.

Contaban que unos pocos lograron escapar, llegaron a las costas de Bretaña y sobrevivieron, pero totalmente carentes de su tecnología y, solo lograron conservar intacto su conocimiento.

Sabían de la existencia de las corrientes telúricas que recorren la tierra y las localizaron. Ubicaron los puntos donde éstas corrientes magnéticas se escinden en dos o tres ramales, donde cambian de sentido o se invierte la polaridad, en qué puntos estas ondas de energía adquirirían propiedades curativas, etc. Allí construyeron los dólmenes de piedra, mientras que los menhires o estelas actuaban como conductores o transformadores de energía eléctrica.

Los griegos tenían como padre de la medicina al Dios Esculapio, copiado del Imhotep egipcio. La leyenda dice que éste encontró un día en su camino, dos serpientes que luchaban entre si; que puso su bastón entre ambas y éstas se enroscaron en él hasta quedar inmóviles.

En Chavin, Paracas, Tiwanaku, Wari, su iconografía presenta a un hombre que en ambas manos tiene a dos serpientes estáticas, inmovilizadas, controladas por él.

La figura de Esculapio guarda una impresionante similitud con la molécula en espiran del ácido desoxirribonucleico o ADN, que rige la herencia biológica. Otra casualidad?. Lo curioso es que ése símbolo también aparece representado en la iconografía de las antiguas culturas andinas.

En la biblioteca Prince, ubicada en Vijjain, la India, hay un manuscrito llamado Agastyam Samshita (siglo X a.n.e.) con la descripción de una batería eléctrica. También se grafica un aparato que permitía dividir el agua en sus dos elementos: oxigeno e hidrógeno…Podemos seguir pensando en las casualidades?...Resulta muy difícil, a menos que pretendamos continuar con los ojos cerrados.

Una figura que permanentemente aparece representada por los pueblos indios de nuestro continente es el llamado pájaro de fuego, Pájaro Tonante y que representan como un Aguila, Halcón, reptil alado….incluso Cóndor.

Es el que figura en los tótem de los pieles rojas de Norteamérica y Canadá, la serpiente emplumada de los aztecas, nuestro Cóndor sagrado, pero que a su vez guarda una similitud con el dragón volador de China, Abmuseumkab o monstruo alado de la India, el Halcón de Zimbabwe…y además el Ave Fénix de los egipcios.

Sobre esta última vale mencionar que la leyenda egipcia sostiene que el Ave Fénix cada 500 años renace de sus cenizas, luego de haber sido devorada por el Sol. Que en su renacer produce grandes cambios.

Para nosotros esta leyenda está relacionada con nuestra idea de los “Pachakutis” en que cada 500 años se produce un enorme cambio, donde lo que esta arriba pasa para abajo y viceversa.

Los ejemplos son muchos y podríamos seguir mencionándolos, para finalmente llegar a la conclusión que la cultura humana tiene un origen común.

Los Kipus andinos son un gran enigma y actualmente los arqueólogos no han logrado descifrar su significado. Se acepta que fue un sistema que permitía registrar la contabilidad, sin embargo también sirvió para guardar otro tipo de información. El propio cronista Garcilazo de la Vega hace referencias a que en uno de ellos se encontraba narrado un antiguo poema inka.

Los arqueólogos sostienen que fueron los inkas quienes inventaron el sistema, lo cuál no es cierto, ya que se encontraron kipus en tumbas Chinchay y Nazca, muy anteriores a la aparición Inka.

De qué antigüedad entonces estaríamos hablando?...De un tiempo remoto…y muy remoto.

En Puno, en Isivilla, provincia de Carabaya, fue localizado un importante yacimiento arqueológico con mas de 2000 pinturas rupestres donde se aprecian entre otros dibujos y grabados, kipus y tocapus, lo cuál nos indicaría que ya en el pre cerámico, el hombre andino puneño conocía este tipo de registro. Fueron acaso los sobrevivientes de ese cataclismo que se habla entre los pueblos mas antiguos quienes lo realizaron para registrar la información de lo sucedido antes de que tuvieran que retroceder culturalmente?....Es posible.

Un sistema similar al del kipus, se sabe que era conocido en China desde el año 2,953 a.n.e. y que había sido inventado por SUI GIN CHI, padre del emperador FO HI.

Se afirma que los chinos de la antigüedad –otro pueblo que habría sobrevivido al cataclismo en mención- conocieron nuestro continente y que lo llamaban FUSANG. Incluso hay un relato muy antiguo que habla de su visita por el año 2,200 a.n.e., realizado por el ministro YU y que fuera escrito por orden del emperador SHAN.

Podrá resultar difícil aceptar lo mencionado, pero al observar la cerámica Paracas y Mochica, no podemos dejar de reconocer que ella representa personajes con marcados rasgos antropológicos orientales.

El llamado candelabro de Paracas es un enorme geoglifo que evidentemente de candelabro no tiene nada. Los indios Hopie en Norteamérica tienen una representación similar. Lo más desconcertante es que las líneas principales de ambas figuras, coinciden con la de la llamada cábala, cuyo origen no es posible asegurar si es realmente hebreo o egipcio.

En el caso del candelabro de Paracas, todas las líneas de ésta enigmática figura señalan lugares donde se encuentran localizados importantes restos de las llamadas culturas megalíticas. No solo del Perú, sino que en una proyección imaginaria, cruzan la meseta del Yucatán, Egipto e Isla de Pascua.

Nuestros hermanos pieles rojas de Norteamérica (concretamente la nación Apache) narra en sus leyendas que sus tierras estuvieron en el pasado, conectadas por túneles con la mítica TIWANAKU.

Los elementos culturales comunes son muchos y nos cuesta creer que sean meras coincidencias.

En los andes, tenemos la costumbre de guardar carne salada y secada al sol, a la cual le llamamos CHARQUI. Los indios pieles rojas llaman JERQUEE a la carne de búfalo salada y secada al sol.

Muchas danzas tienen una similitud impresionante. La danza de la kachina entre los indios Navajos, tienen un gran parecido con las de Puno en el altiplano andino.

La ciencia oficial reconoce que en lo referente a farmacología, el hombre moderno se encuentra sencillamente retrazado, respecto a las antiguas civilizaciones de Africa, China, y Los Andes, donde aún subsisten las huellas de ese antiguo conocimiento.

En realidad muchos de los nuevos “descubrimientos” que se hacen en este campo, están basados en los que poseen nuestros hermanos del ande y la amazonía, considerados primitivos por el hombre moderno.

Actualmente en Suiza se viene experimentando una droga telepática que ha sido obtenida de la medicina natural de los indios del Amazonas-Perú.

Sociedades pre inkas, como la de Nazca, crearon importantes obras de irrigación, acueductos, etc. que hoy difícilmente, con nuestras modernas turbo perforadoras, podríamos construir

Lo cierto es que las historias que escribieron los cronistas españoles respecto a la forma de vida de nuestros antepasados, nos colocaba como pueblos bárbaros, salvajes e incivilizados, lo cual justificaba su accionar destructivo contra nuestra cultura.

Tiwanaku, Sacsayhuaman, Ollantaytambo, fueron construidas utilizando y puliendo gigantescos bloques de piedra que pesaban entre 150 y 200 toneladas. Cómo fueron trasladados y llevados a los lugares donde se emplazaban estas construcciones?...Qué técnica fue empleada?

Si visitamos Tambomachay en el Qusqo, veremos una fuente de agua. El sitio era conocido por los inkas y allí se realizaban rituales relacionados al liquido elemenmto, vital para la agricultura. La estructura de Tambomachay es totalmente de piedra perfectamente pulida. Han transcurrido mas de 500 años de la desaparición de la sociedad inka y de la fuente sigue brotando agua. Lo increíble es que se ignora de donde proviene esta.

Hubo una ciencia sagrada en la antigüedad, que nosotros conocimos? Nuestra respuesta es afirmativa.

La tuvo todo el planeta? Igualmente decimos que si, pero que producto de un gigantesco cataclismo debimos retroceder en miles de años, todo el progreso y conocimiento alcanzado.

Es posible que esto sucediera?...Si, y así lo confirman las leyendas y tradiciones de los pueblos mas antiguos del planeta.

Una prueba de que es posible tomar caminos diferentes en el desarrollo de la ciencia y tecnología nos la dio la Alemania Nazi.

En 12 años ( a partir de 1933 ) se aisló en el aspecto tecnológico, del resto del mundo occidental, llegando a tener un desarrollo totalmente distinto al de las potencias que competían con ella.

Es cierto que al finalizar la guerra mundial estaba retrazada en lo referente a bombas atómicas, pero también es cierto que había puesto en funcionamiento cohetes gigantes, que desconocían los países aliados.

Desconocían el radar, pero en cambio habían logrado descubrir los detectores de rayos infrarrojos, que eran igualmente eficaces….Y podríamos seguir con los ejemplos.

Pero lo que nos interesa mencionar es que si en el mundo moderno, se pudieron dar tales abismos: Por qué no pudo suceder lo mismo en el pasado?

La razón para negarlo, es porque al hombre moderno le resulta difícil aceptar que no es el padre del conocimiento.

Que ese conocimiento del cual se vanagloria, ya lo conocíamos nosotros en la antigüedad.

LEONARD PELTIER

SU PECADO: SER CHIPEWA…Y TENER DIGNIDAD

El 12 de Setiembre acaba de cumplir 67 años de edad, 36 de los cuales los ha pasado en prisión injustamente. Nuestro hermano Leonard Peltier, nativo o indígena de la nación Lakotah Anishinabe (Xioux - Chipewa), es el ejemplo viviente de lo que significa asumir su identidad libre y dignamente.

La sentencia de dos cadenas perpetuas consecutivas, por un crimen que no cometió, solo se puede explicar en el contexto del profundo racismo de la sociedad que se desarrolló sobre los territorios invadidos y apropiados mediante el terror y genocidio de los pueblos indígenas. Las reservaciones indígenas en las que agonizan las naciones originarias de norteamérica, no son mas que ghetos donde los derechos humanos están proscritos. Para luchar por estos sus derechos Peltier se convirtió en uno de los activistas mas lucidos del Movimiento Indígena Norteamericano, y ese pecado es el que esta pagando, como pagaron con su vida mas de una centenar de miembros de dicha organización, casi todos los casos en misteriosos “crímenes sin resolver”.

Su “delito” en realidad, es el de ser un luchador por los derechos humanos mas elementales de su pueblo y de todos los pueblos indígenas de norteamérica. Su caso ha recorrido el mundo todos estos años siendo tan evidente su inocencia, que miles de personalidades del arte y la cultura de las mas diversas opiniones políticas, como Nelson Mandela, La Madre Teresa de Calcuta, y el Dalai Lama, en su momento se han sumado a la demanda por su libertad.

En la persona de Leonard Peltier y en la persona de los pueblos indígenas de norteamérica se quiere escarmentar a todos aquellos que se atrevan a reclamar con dignidad sus derechos humanos real y coherentemente.

Pueden “reconocer” indígenas, pero siempre y cuando acepten su condición de mascotas, o títeres, como personajes pintorescos y exóticos cuyas imágenes pueden dar dividendos comerciales y políticos, pero Ay! de ellos si se les ocurre pensar por si mismos y hablar de sus reivindicaciones y derechos.

Leonard Peltier es además un símbolo de la lucha por la paz y por medios pacíficos. Toda su producción artística como pintor, sus libros y artículos, su pensamiento vivo, es un singular aporte a la reflexión y maduración de la lucha de los pueblos indígenas por su liberación. Bien dicen los activistas indígenas de hoy: ”Ellos nunca podrán quebrar tu espíritu”; esa es la gran derrota de los inquisidores.

Las voces que reclaman la libertad de Leonard Peltier recorren el mundo cada vez con mas fuerza, y sus hermanos mas que nadie, estamos en la responsabilidad ética y moral de hacernos eco de ellas y que retumben como los pututus a lo largo y ancho de nuestra Abya Yala. Esas voces, no podrán ser acalladas y en esas voces, están así mismo los clamores por la libertad de los indígenas que sufren prisión por similares motivos desde en Chile hasta Canada, desde Ecuador hasta Africa Medio Oriente y la China.

Los pueblos ancestrales, hermanados a todos las personas y entidades realmente democraticas en el mundo, por el bien de todos, necesitamos que se haga justicia y Leonar Peltier recupere su Libertad! !AHORA

QUTULLAM KASQA

Movilizaciones indígenas reprimidas violentamente por un gobierno que fue elegido por los indígenas y dice representarlos. Indios contra indios. Una vez mas la historia se repite y los políticos sacan el mayor provecho posible, para reacomodar sus fuerzas y apetitos de poder. Como entender lo que esta ocurriendo en el proceso Boliviano?


Reproducimos un artículo de Pedro Portugal, director del periódico Pukara, que nos alcanza algunas ideas al respecto.

Lo que es cierto es que el engaño no ha cesado, pero ha equivocado de tiempo y de pueblo. Ya no hay espacio para la resignación, mas temprano que tarde las naciones ancestrales de Bolivia, harán respetar sus derechos sagrados.

Las movilizaciones lograron detener la agresión, pero la amenaza continúa...La vigilia de las comunidades también.

DESCREDITO

Por: Pedro Portugal Mollinedo  (Bolivia)

Pocos son los ejemplos de gobiernos que en un corto lapso adquieren supremacía, para luego hundirse en el descrédito.

En Bolivia, la actual administración del MAS y de Evo Morales parece empeñada en incluirse en ese "cuadro de honor" de los fiascos políticos.

Dicen que el poder transforma; que su ejercicio transfigura a entusiastas idealistas en desencantados pragmáticos. En realidad, el poder de la realidad no transforma, sino que revela: Descubre las insuficiencias, desenmascara las imposturas, demuestra las superficialidades e improvisaciones. El MAS y Evo Morales eran, simplemente, lo que la aspiración de sus devotos pretendía que sean y lo que la magnitud de los problemas irresueltos en Bolivia exigía —y exige todavía— a quienes prometen el cambio y la transformación. El ejercicio del poder ha reducido al MAS y a Evo Morales a proporciones congruentes, modestas y delusorias

Este desencanto no es súbito; el proceso que lo generó no fue inopinado. Sin embargo, muchos se resistieron a percibirlo. La fraseología encubridora ayudaba a ello, por ejemplo, cuando el poder se empeñaba en calificar como nacionalización a una simple readecuación de contratos y cuando se pugnaba, en líricas apologías, dar atributos refundadores a una deslucida y fallida Constituyente.

El descalabro fue inobjetable, sin embargo, cuando sucedió el fiasco del gasolinazo. No sirvió de nada la astucia criolla de escoger fechas desmovilizadoras para anunciar esa medida (antes de las fiestas de año nuevo 2011), ni la previa "concertación" con las burocracias sindicales obreras y del caciquismo campesino, y tampoco la movilización organizada de los cuadros y bases masistas. Pese a que Presidente y Vicepresidente declararon que la medida era irreversible, debieron retroceder y derogar ese decreto ante la movilización y protesta popular.

Más aciago es el desengaño del TIPNIS, pues no solamente señala el desdecir de un discurso asentado en que —según decía hace poco Evo Morales— "los derechos de la Madre Tierra están por encima de los Derechos del Hombre", sino que significa el desembarazo vergonzoso de una máscara indígena, lo que será fatal en sus consecuencias de legitimidad y trascendencia política. La legitimidad indígena de Evo y del MAS fue dilapidada en poses pachamamistas y discursiva ecológica perdonavidas y cuando tuvo que enfrentar lo real y práctico de la administración, del desarrollo y bienestar colectivo, el famoso suma qamaña se mostró simple fachada desarrollista.

El ataque de policías a la marcha indígena del TIPNIS queda registrada en la ignominia de heridos, indígenas detenidos, amordazados y maniatados; en los niños extraviados en el monte, para escapar de esa arremetida; en los heridos y en los muertos (un niño de meses y un anciano) que son denunciados por las víctimas indígenas. Evo Morales, con un quebranto y una fragilidad indigna de los altos designios con que se auto designaba, públicamente anuncia que él no ordenó ese ataque. No es posible dudar de la sinceridad del primer mandatario, pero esto no soluciona en nada su reputación mal parada: Si él no dio esa orden, significa que decisiones importantes son tomadas a sus espaldas. Es decir, la hablilla de que nuestro presidente es sólo figura decorativa y las decisiones son otros que la toman, es ratificada por las mismas declaraciones presidenciales.


Sin embargo, la presidenta del comité de marcha de los indígenas, Yenny Suárez, declaraba días antes de la agresión represora: "Queremos denunciar públicamente lo que el presidente Evo Morales está haciendo contra nosotros, los marchistas y los pueblos indígenas. Queremos decir a toda la población, para que sepa y se manifiesten nuestros hermanos donde se encuentran, que esta noche (14 de septiembre) los efectivos policiales quieren atacar a nosotros los marchistas. Queremos que todo el pueblo boliviano sepa cuál es la actitud del Presidente, porque nosotros estamos marchando por defender nuestro territorio, por hacer respetar nuestros derechos. Sepan que nos tienen como prisioneros en este momento, aquí en la comunidad de La Embocada". Ella anunciaba el ataque policial para el 14 de septiembre; en realidad sucedió el domingo 25 del mismo mes.


El descalabro del MAS tendrá más repercusiones, tanto internas como externas, que repercutirán en el abatimiento de esa formación política. Sin embargo, el declive de este gobierno no significa que las razones en las cuales asentaba su legitimidad sean falsas. Bolivia tiene congénitos males que impiden el pleno desarrollo de sus potencialidades y que son portadores de los males que todos conocemos y que se han vuelto banales por lo permanentes. En este período se han utilizado conceptos como descolonización sin poder nada descolonizar. La utilización demagógica de esas necesidades y la deformación conceptual de esos objetivos políticos ha hecho que quienes se opusieron al MAS (por oponerse justamente a esa formación política) bailen al ritmo que el poder imponía, asumiendo posiciones racistas y específicamente coloniales. Es cierto que habrá siempre una reacción, pero no es ella la que impulsa los logros de los pueblos. Es imperativo que la superación del MAS no signifique el retroceso hacia privilegios y desigualdades que deben ser sepultados, sino más bien el planteamiento de alternativas realmente descolonizadoras. Sólo de esta manera evitaremos retrocesos, estancamientos o falsificaciones. Sólo así impediremos que en el futuro se repita en este territorio la extrañeza que es causa de comentario mundial: que un falso indio pueda atacar a verdaderos indios, y ello con el telón de fondo de un supuesto "proceso de cambio".


domingo, 2 de octubre de 2011

AMAKI PIM KASQANCHIKTA QUNQASUNCHU

"Dia de la raza", "encuentro de dos mundos", o "dia de la interculturalidad"...Ellos seguiran mintiendo, nosotros:
NO OLVIDEMOS QUIENES SOMOS!

La sociedad actual, con su modelo de vida y desarrollo, se impuso violentamente durante mas de 500 años en todas partes hasta convertirse en un fenómeno globalizado. El aval o aceptación de las mayorías que la hace incuestionable, se basa en la pérdida de memoria.

La amnesia individual y colectiva es una enfermedad que nos han inoculado ya prácticamente a todos los citadinos en el mudo y también avanza aceleradamente en las comunidades que viven en armonía con la naturaleza.

Esta pérdida de memoria nos dificulta y/o incapacita para pensar por nosotros mismos, y abre el camino a la aceptación de todo lo que se imponga en nombre del progreso, aunque también nos hayan hecho olvidar lo que progreso significa.

El origen de la epidemia
sobre nuestros pueblos.

La invasión europea en Abya Yala o América, fue y es un hecho criminal. Que vengan extraños a tu casa, asesinen a la mayor parte de tu familia, te roben la casa y todas tus pertenencias, y se atribuyan el derecho de dejarte sobrevivir siempre y cuando aceptes trabajar para los ladrones, como esclavo, ayudándole a seguir saqueando tu casa, tus campos, tus crianzas, todo absolutamente todo; no es un comportamiento que tenga justificación alguna en la especie humana ni en ninguna otra especie animal que conozcamos hasta hoy.

Como entonces, este comportamiento criminal se ha legalizado, ha obtenido una legitimidad y aceptación en nosotros, los hijos de los invadidos y saqueados?

En primer lugar porque utilizaron herramientas de lavado cerebral y sustitución de valores, sistemas de pensamiento y modos de vida, reservando para nosotros el papel de esclavos, siervos, peones, jornaleros, obreros, sin mas posibilidades que la de sobrevivir para seguir trabajando para ellos. Primero, en la economía colonial minera y mercantil, luego en el capitalismo y sus diferentes etapas hasta la tercera revolución industrial y su libremercado global de hoy en día.

Para el lavado cerebral hace falta vaciar tu memoria primero. Eso fue lo que trataban de lograr cuando quemaron nuestros archivos y bibliotecas, kipus, tokapus, ceramios y tejidos que era nuestros medios de conservación de información y registro de hechos fundamentales en nuestras sociedades. No conformes con ello, asesinaron a todos nuestros sacerdotes y sabios: Willaq, Yachaq, Qawaq, Tukuy rikuq, Qamawtas. Todos nuestros científicos, depositarios de nuestra memoria colectiva, de saberes acumulados en miles de años, fueron llevados a la hoguera, echados a los perros mastines, y los mas afortunados pudieron partir al mundo de nuestros ancestros, volando sobre los precipicios como cóndores sagrados.

Seguidamente se dieron la tarea de escribir, ellos, con sus diversos cronistas, los registros de estos hechos, y de este modo, lo que llaman historia solo podrá servir para introducir en nuestro cerebro las informaciones que ellos querían introducir en nosotros para cambiar nuestra actitud natural de aferrarnos a nuestro modo de vida ancestral.

Y como vieron que hacia falta mas que eso, ya que la historia escrita, no afectaba (y aun ahora no afecta) a nuestros abuelos, que no sabían leer la lengua de castilla, entonces la historia contada por ellos oralmente recorría los pueblos y comarcas a través de los curas y catequizadores que sabían que su poder dependía de la cristianización y la “domesticación de los indios”,

Civilización, a través de la instrucción pública, y cristianización a través de los curas misioneros; y si hacia falta, acoso y terror a través de los extirpadores de idolatrías. Todo los medios disponibles se usaron y usan para erradicar hasta el último resquicio de pensamiento y modo de vida ancestral. El resultado nos expuso a la enfermedad de la amnesia, eso era inevitable.

La segunda herramienta y fundamental para enfrenar la resistencia, fue la utilización de un recurso siniestro: La mentira legalizada, la política. Sin ella, los invasores hubieran sido fácilmente derrotados y devueltos al lugar de donde vinieron. Con las mentiras (ayer como hoy) lograron dividir y enfrentarnos entre hermanos para utilizarnos como carne de cañón. Este recurso ha sido perfeccionado y sofisticado pero sigue cumpliendo el mismo papel para derrotar cualquier asomo de emprendimiento liberador en nuestros pueblos.

Muchos de nuestros hermanos, debido a la amnesia, se dejan cautivar por la política y creen que pueden lograr cambiar la sociedad tomando el poder de este estado. Evo Morales es un ejemplo muy claro al respecto. Preside un estado con el pomposo nombre de plurinacional, pero todo lo que hace no cambia nada la situación, esta atrapado en una camisa de fuerza, la política y el estado colonial, a quienes sirve irremediablemente, por temor o por conveniencia, solo el lo sabe. Al final, solo el movimiento ancestral podrá poner las cosas en la perspectiva de la liberación. Y solo la recuperación de la memoria y la capacidad de pensamiento propio y recuperación de nuestro modo de vida ancestral, puede encaminarnos hacia un futuro de bienestar individual y colectivo.

No Olvidemos
Quienes Somos

Nuestras naciones ancestrales van a renacer de sus cenizas, como el ave de fénix, esa es la perspectiva que nos anuncia el Gran Pachakuti que estamos viviendo.

Como es posible, después de tanta destrucción y lavado cerebral?

La transmisión oral fue nuestra trinchera de resistencia mas efectiva y nuestras tradiciones así conservadas, lograron mimetizarse en medio del infierno. Nuestros Paqus, Aukis, Yatiris y Shamanes, lograron complementar, el legado de todas las heroicas batallas de resistencia, y preservar niveles de memoria en nuestras comunidades.

Nuestros alimentos, vinculados a nuestros ancestros desde milenios, ayudaron a mantener latentes nuestra memoria genética. Si, ya la ciencia sabe de lo que estamos hablando, y estos son campos de lucha que tienen fuente de poder real como modo de vida.

Por eso es importante que no olvidemos quienes somos. Si logramos recuperar plenamente nuestra identidad ancestral, podremos encontrar los caminos para fructificar el vivir bien, bonito y adecuadamente. Saber quienes somos y que las comunidades ancestrales estamos hermanadas desde milenios, que no permitiremos que nos dividan con historias e historietas de los invasores. Chankas, Huancas, Aymaras, Ashaninkas, Yaneshas, Shipibo conibos, Qasamarcas, Qañaris, y tantas otras naciones ancestrales, somos hermanos, juntos podemos lograr volver a la vida. Volver a tejerla bonito en alegría y armonía, con fiesta y regocijo.

Si somos podemos,
y si podemos,
volveremos a la vida.

Nos han maleducado en la creencia de que somos pobres y abandonados y que necesitamos de la presencia del estado. Y que ha significado la presencia del estado desde que se impusieron los europeos?: Jueces, policías, escuelas, ministerios, postas médicas (en el mejor de los casos). Jueces y fiscales para legalizar el abuso, policías para reprimirnos, encarcelar al inocente y asociarse con los abigeos y ladrones, escuelas para adoctrinarnos y hacernos olvidar nuestro idioma madre, ministerios para que inescrupulosos roben en nombre nuestro, postas medicas para darnos aspirinas. Recordemos: cuando nos ha traído bienestar el estado? Antes, sin jueces y policías no había ladrones ni abigeos en nuestras comunidades, y las infracciones a la convivencia sabíamos resolver en comunidad. Sin la presencia del estado no había la corrupción que hoy conocemos. La anarquía y el caos en las comunidades llegó con el estado y no al revés como quieren hacernos creer.

Si logramos recuperar nuestra memoria ancestral, lograremos recuperar nuestra capacidad de convivencia armónica y equilibrada entre todos los habitantes de las comunidades y pueblos.

Nuestras tierras y bosques, nevados, lagos, ríos y manantiales, así como nuestras crianzas, están siendo depredados a niveles gigantescos, y la amenaza de que acaben con la mayor parte de ellos significa que estamos amenazados con la extinción. Ya no hay mas tiempo, tenemos que volver a unirnos en nuestra cultura ancestral.

Esto significa que la lucha del presente es por la vida. Y en esa lucha no hay espacio para la mentira, para la politiquería. La fantasía de imaginarse ser personas mestizas, blancas, no indígenas, es solo eso, una fantasía propia de la enfermedad de amnesia. Asumir nuestra identidad es un paso cultural trascendental para iniciar el rumbo al futuro.

La cuestion de identidad
no es cualquier cuestion

La identidad es nuestro referente funfamental de nuestro paso por este mundo, de nuestra permanencia en esta vida. No es lo mismo ser alguien que no ser nadie. La negación es la exclusión y la exclusión es la oscuridad y el abandono. La soledad absoluta, en cuyo contexto se desarrolla la enajenación. Esta insanidad mental, permite del desarrollo de la alienación cultural: el adoptar identidades y modos de vida ajenos y agresivos.

Por qué en las cedulas de identidades no tenemos mas opción que escoger identidad relacionado a una raza? Por que eso es lo que quieren los opresores, ya que conviene a sus propositos de perpetuacion de su dominio que siempre se basó en el racismo.

A diferencia de norteamérica donde exterminaron casi totalmente a las naciones ancestrales para instalar colonos ingleses; los españoles necesitaron relacionarse con nuestras abuelas para poder asentarse en estas tierras que nos arrebataron. Por violación o por conveniencia, tuvieron hijos con nuestras abuelas. Esa fue su maldición, su perdición histórica, porque eso nos dio un atajo para la sobrevivencia, que la sabiduria de nuestra cultura supo incorporar.

Le dieron nombre y categoria de mestizo (hijo de perra llamaron a su propia progenie) para establecer distancias y excluirlos de su entorno español o criollo. Otro error que debemos agradecer, porque mantuvo a los niños lejos del español y arraigados a la comunidad, al amparo de nuestras abuelas y en la posibilidad de recuperar su memoria ancestral.

Tupaq Amaru y Miacaela Bastidas son uno de los ejemplos mas claros y bellos de que la identidad no es un asunto de exclusiones sino de cultura y memoria ancestral. Que basta un hilito de sangre de los abuelos, para que riegue nuestra memoria genetica, y que los pretextos raciales solo son eso. Los ejemplos son incontables a traves de la historia, hasta nuestros dias: Los Rejas, Flores y Gonsales, conviven por igual con Warakas, Qispirimaqs, Atuqsas y Huamanis, criados y hermanados por el ayllu.

La ciudad cambia el contexto, pero no determina nuevas identidades, no los hace blancos aunque se pinten el pelo de rubio o se pongan lentes de contacto de color verde.

La sociedad ruidosa y pretenciosa, las drogas, la mala educacion y las malas costumbres, como el consumismo y el apego a lo artificial, cambian sus comportamientos culturales, es innegable, pero no puden matar ni eliminar la memoria que permenece escondida en algun recondido lugar de su mente y corazon

Por eso, mas temprano que tarde, vuelven a su familia, a su terruño, a sus costumbres y a su cultura. Aún quienes fueron expuestos a un lavado cerebral mas sistemático a nievel de universidades y la ideologización de sus pensamientos, en algún momento de su experiencia pueden tropezar con la verdad y emprender el camino de regreso a lo suyo y con eso, a la vida.

Confiamos en la fuerza telurica de nuestras comunidades y nuestros campos, por eso los territorios comunales son sagrados, y no solo hay que preservarlos sino tambien luchar por recuperar lo que nos robaron.

Pero sobre todo confiamos en los valores espirituales que nos legaron nuestros ancestros, y que se pueden resumir en: no ser ocioso, no ser mentiroso ni ladrón. Si podemos empezar recuperando estos valores, entonces podemos recuperarlo todo.