viernes, 31 de diciembre de 2010

Kuka kintucha

Hojita Sagrada de la Coca

Por Yanajaca / Ernesto Jiménez Ortíz.

La defensa de la Hoja de Coca, es la defensa integral de la Cultura Runa.

No podemos aislar el concepto (social, tecnológico, ideológico y ancestral) COCA del concepto CULTURA RUNA.

No podemos defender al ser humano, salvándole nomás la cabeza, sin darle importancia al resto del cuerpo.

El idioma, en el cual viene envuelto el concepto Coca, es parte integral de la vida Runa. El Kokakintu, que tanto se habla por ejemplo, es un concepto que tiene que ver con la cantidad, calidad, ubicación y hasta forma de sostenerlo.

Kokakintu es parte de un ceremonial que conocemos como Anqosay o Hayway.

Siendo el idioma, la esencia de la cultura, también lo son los alimentos. Y la Coca lo es. ¿Quién puede dudarlo? Sin embargo pretendemos verla como Un producto.

Si desconocemos el idioma, se pueden manipular impunemente los conceptos.

¿De dónde viene el término COCA, con el cual conocemos a esta planta, medicinal, alimenticia y ritual? O como dirían algunos antropólogos cristianos: ¿Mágico-religiosa?

La respuesta puede estar aquí:

Nuestro QOQAW

Cuando los runas preparan un viaje largo, una jornada de trabajo intensa, prolongada, peligrosa o indeterminada, entonces extienden una Lliklla o manta, y colocan ahí mote (maíz cocido) cancha (maíz tostado), queso, charki, habas secas tostadas o productos comestibles, energéticos que duren bastante tiempo y sean fáciles de transportar en poco espacio.

A ése paquete lo denominan Qoqaw.

Independientemente de cómo lo escribamos, ya que es otro problema el escribir un idioma con grafías prestadas.

Puede ser. Ccoccau, Ccoccaw, Jojàu, o Kojàu. El asunto es cómo suena, como lo escuchamos.

De ahí, a pronunciarlo, acudir a él frecuentemente, Qoqaw se va convirtiendo en Kokaw y de ahí a Koka.

Los etno-lingüistas llamarían a esto: transposición-etnolingüística-operativa, o algo así.

Pues la Koka cumple todos esos requisitos: Es alimento energético, transportable, sirve para realizar itinerarios difíciles, ascender hasta las alturas donde nos falta el oxígeno. Remplaza la sed, el sueño, el hambre, el frío y el cansancio por energía.

Es más: cuando los runas no saben cómo vendrá la mano en la suerte o dónde estará el ganado que se le perdió. O qué será de tal persona que no la vemos bien, o que no la vemos sencillamente… Acuden a la Koka.

Esta propuesta ha sido analizada, pensada, discutida y planteada por indios, runas o población originaria en reuniones donde se reparte la hoja de Koka, se la mastica, junto con las ideas y conceptos y se obtienen resultados. Los hermanos de un Ayllu en Lima me la regalaron para darla a conocer.


Ellos están organizados en la Comunidad Universitaria Quechua Aymara y nosotros la conocemos desde hace más de 11 años como la CUQA. Genaro Quispe Pineda, un indio quechua del sur andino fue el encargado de darme este regalo para ustedes.

Nuestro CHAQCHAY.

Otro ejemplo: Es clásico, decir que esta masticación ritual que los runas hacemos con la hoja de Koka, se llama Chaqchar.

Chakchay, en algunos pueblos de Ayacucho, no significa masticar. Consultado nuestro Director, Pacho Tincopa anota que aún mas. “La hoja de coca no la masticamos, hacemos lo que hacen todos: se va haciendo una envoltura, un bolo que se mantiene en un lado de la boca y se la hace reposar, introduciendo con cuidado la Toqra entre la envoltura de hojas de coca. De este modo hacemos el chaqchay para exprimir, derramar y regar nuestro interior con la savia sagrada de nuestra hoja de coca. Algunos linguistas han traducido Chakchar como masticar coca, pero me temo que es debido a que no sabían de que se trata en realidad. Cualquiera que no conozca piensa que hay que masticarla, es un error muy común”.

En todo caso es un verbo.

Sin embargo yendo al fondo del asunto, existen otros términos como Piqchar, Akullikar, Katipar, bolear, calear, coquear etc.

¿Acaso existen diferencias entre uno y otro término? ¿O son toditos iguales? ¿Acaso depende del lugar de origen de cada quién? ¿Norte, Centro o Sur?

Separando el polvo de la paja: Quitemos los términos coloniales, españoles o castellanos. Nos quedan:

Chaqchar, Katipar, Akullikar y Piqchar.

Chaqchay es la masticación física, que realizan los animales como la Llama, el Wanaku, la Vikuña o la Alpaka. Es un verbo de acción animal.

Piqchay, es la masticación ritual que los runas realizamos en jornadas de trabajo agrícola, pecuario o para largos viajes o extensas jornadas.

Para eso hay un lugar y un orden de entrega, una manera de entregar, una cierta forma de meterlo en la boca y una cierta manera muy especial de ingerirla, mantenerla en la boca y mezclarla con la ceniza de quinua llamada Toqra. Los ayumpares y mashineza utilizan el Chamairo. Los ashaninka lo llaman Llamunkote. Es el nivel más elemental, comprometido con la energía de la Koka. Es un verbo de acción Runa. Solo los runas lo pueden hacer.

Akullikuy es la masticación ritual comprometida de los runas. Es decir, es la participación activa en un ceremonial dentro de un recinto especial llamado Waka. Tiene también, no sólo su lugar y estilo, sino su momento y su compromiso de compartir: Ideas, sentimientos, experiencias, alimentos, vestimentas, música. En una sola palabra: Cultura.

Katiy: Es el último verbo runa, significa seguir o perseguir. Katikusum, significa: “Seguimiento” Katikushiani, significa: “Yo lo sigo”. Se deriva Katipaq. Significa: “Para seguir”. Sucede cuando estamos siguiendo a algo o alguien que nos interesa encontrar. De cuya vida dependemos o cuya vida depende de nosotros. Este término se usa en Wanuko y Waylas. La sierra norte. Como sabemos ahí casi se ha perdido el idioma originario, pero se conservan muchos términos originales del runasimi adaptados al español.

Cuando se ha perdido un ganado, acuden a la Koka para encontrarlo. Katipaq. Si quieren saber cómo les irá en tal o cual viaje, revisan la Koka para seguir un derrotero seguro.

De otro lado, Pacho, nuestro Director, agrega que: “La palabra quechua es Chakchay y presiento que proviene de chakachay que indica: ´hacer un puente que nos vincule´. En este caso un puente fisico y espiritual que nos viuncula a la coca”.

Resumiendo: De ahí vienen los términos derivados, Akullikusum, Piqchariy, Chaqchay, Katipaq. Cada uno con diferente sentido, distinto uso y distinta ubicación. Ahora, con la información debida podremos expresarnos con propiedad. ¿Cierto?

Igual si separamos la Koka de los runas. No podemos verla como un producto, un insumo o la reunión de 14 alcaloides.

La Koka es parte de la vida de los runas desde hace miles de años, porque los runas vivimos con ella y ella vive con nosotros. Porque no la tratamos como una cosa, sino como algo tan elemental para vivir como el aire, el agua, las Wakas, las estrellas, la música y los alimentos de nuestra tierra.

LA COCA Y NUESTRO MODO DE VIVIR.

Si queremos realmente defender la Coca, como un elemento de nuestra cultura, debemos asumirla así. Como parte de nuestra vida cotidiana. Hacerla parte de nuestra existencia material, económica, ideológica y cultural. Algunos dirían “existencia espiritual”, pero traería confusiones y discusiones con las religiones que están en boga hoy en día.

Vamos más allá de ciertas pautas morales y éticas.

Veamos:

El esplendor de la Coca, podemos apreciarlo en los rituales ancestrales que se conocen como Hayway o Anqosay.

Algunos lo llaman con mucha ignorancia “El Pagapu”.

¿Por qué es espectacular ese papel entonces?

Porque para realizarlo se requiere entender no sólo el idioma, las costumbres, la música y las vestimentas sino los momentos, los lugares, la historia y las tradiciones acumuladas en esas relaciones de cientos y miles años entre la gente, la naturaleza y la sociedad.

En una palabra, no se puede falsificar la cultura como no se puede falsificar la vida.

Cualquier persona no puede realizar, dirigir o participar de un ritual ancestral.

¿Acaso en nuestra sociedad actual cualquiera puede construir un edificio, o cualquiera puede operar del cáncer a un enfermo? Normalmente acudimos a un especialista que dedica toda su vida a ese menester.

En el Hayway o el Anqosay se ponen de manifiesto no solo los conocimientos heredados de la cultura, sino que se erigen, o rescatan los lugares donde se realizan estas reuniones.

Es más, la gente se organiza en fechas simbólicas y se compromete a participar y hacer participar a los demás miembros de su Panaka.

Acudir a un evento de este tipo significa conocer y reconocer las propiedades de la Coca, como de la chicha, de los K`eros, de la Lliqlla, de las Wakas… etc. etc.

De ahí viene que defender la coca como medicina, como alimento o como emblema ideológico de nuestra cultura no es suficiente.

Es necesario también defender los alimentos, la medicina, las edificaciones ancestrales a la vez que el idioma, la música, las danzas y todo el patrimonio cultural tanto material como inmaterial heredado de nuestros ancestros.

Lo ideal es que esta defensa intransigente de nuestra Cultura, pase necesariamente por la práctica social organizada.

Me refiero a que deberían encabezarla los líderes de la sociedad como los dirigentes cocaleros, las autoridades municipales, los directores de colegios tanto como los Congresistas y los líderes de los diversos partidos políticos que asumen los principios del Nacionalismo, la Cultura Andina Amazónica o “Tawantinsuyana”.

Me refiero a que, por ejemplo, para instituir un día al Kokakintu, deberíamos de habernos preocupado primero en investigar los lugares arqueológicos que servirían de escenario para tales rituales. Así como las fechas astronómicas, históricas o culturales que reflejen tales conocimientos.

Es muy sencillo ponerle el nombre primero y preguntar después por el significado. ¿Acaso no ha sido una empresa extranjera la que hace más de 50 años bautizó a una bebida gaseosa con el nombre de nuestra hoja de Coca? Actualmente nadie, sino son ellos, pueden utilizar el nombre de ese producto comercial para diversos fines. ¿Y han pagado algo por ello acaso a alguno de ustedes?

Resumiendo: Defender la cultura es defender la vida con todos y cada uno de sus componentes en conjunto. Y no solo los instrumentos, sino los espacios, la organización y los conocimientos.

DEFENDAMOS LA VIDA

¿Por dónde empezar?

Generalmente por lo más sencillo y lo que usualmente no cuesta dinero: Por nosotros mismos.

Los Municipios podrían instituir -asesorados por especialista en historia, arqueología, lingüística entre otros- un Calendario Andino donde se recuerden adecuadamente las fechas, fiestas, reuniones, actividades ancestrales perdidas hace más de 500 años.

Los directores de colegios podrían instituir juegos florales donde se premie y estimule la creatividad de los niños en esta dirección: la Identidad y la Cultura.

Los profesores podrían recopilar cuentos y leyendas locales o regionales donde se transmita el acervo cultural de nuestros ancestros. Leyendas del Tunche, los Pishtakuq, el Chullachaki.

Los padres de familia (es decir todos o cualquiera de nosotros) podrían ponerles nombres adecuados a sus hijos, de manera que reflejen ese orgullo por su pasado ancestral. Rumi, Hayri, T`chosen, Killa, Kusi -entre otros- frente a los actuales nombres extranjerizantes que abundan.

Los jóvenes que se sientan comprometidos con su cultura milenaria podrían consumar su matrimonio en una Waka con un ritual magnífico a cargo de los Paqos o Machulas.

Los adolescentes podrían participar en los rituales de iniciación en fechas especialmente organizadas por la población. Se denominan Warachikuy para los varones y Kikuchikuy para las damitas. Los Yanesha conocen esta festividad de iniciación femenina como el Ponap Nora, los Shipibos la denominan Chuntako. Los Ashaninka lo llaman Neventinkaro. En las demás culturas amazónicas se llama “La Chica en la Choza”.

Es decir, hay hermanos muchísimo que hacer. Pazonki, Paracios, Hinallatapis, Muchas Gracias.

Yanajaca. Kapaq Inti Raymi. Diciembre de 2010.


2 comentarios:

  1. COCA:fuente, músculo, pensamiento y aliento de la Mamapacha que logró plasmarse en la grandeza milenaria de nuestros ancestros. Hoy, es necesario desmitificarla, además alejarla de la perversa concepción frente a las drogas, producto de una sociedad en decadencia, caduca.

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  2. COCA:fuente, músculo, pensamiento y aliento de la Mamapacha que logró plasmarse en la grandeza milenaria de nuestros ancestros. Hoy, es necesario desmitificarla, además alejarla de la perversa concepción frente a las drogas, producto de una sociedad en decadencia, caduca.

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