miércoles, 3 de octubre de 2012

MERITOCRACIA O SABIDURIA

Atawallpa Oviedo Freire

LA FAMOSA MERITOCRACIA 

 Una de las palabras que con más insistencia se escucha a muchos funcionarios del gobierno de Rafael Correa es la famosa “meritocracia”, básicamente referenciada a la calidad y cantidad de títulos académicos que alguien posee. Pero, será que el problema es solamente la calidad y la cantidad de conocimientos, o el asunto fundamental es el tipo y características de conocimientos?. 

Si revisamos las hojas de vida de gran parte de los personajes que han ocupado altos puestos en diferentes instancias de los gobiernos, vemos que muchos de ellos tienen cantidad de títulos e incluso de nivel PHD, obtenidos en universidades de altísima calidad de los grandes países industrializados. 

 Y algo similar sucede en el mundo entero: Zbigniew Brzezinski en su libro “El Gran Tablero Mundial” (1998), señala que “es posible encontrar graduados de las universidades estadounidenses en casi todos los gabinetes ministeriales del mundo”. Y ya lo decía Hegel sobre la “América Latina”, que lo que aquí sucede hasta el momento, es solo el eco del Viejo Mundo y la expresión de una vitalidad foránea”. 

 En otras palabras, todos estos meritocráticos personajes han tenido el propósito de introducirle al Ecuador dentro de los parámetros e ideales del denominado crecimiento económico ilimitado de occidente. Para ello, su ejemplo, referente y meta, han sido todos los países autodenominados del primer mundo o desarrollados. Profesionales que han pretendido implantar una serie de conceptos, valores y paradigmas de esos países, especialmente a nivel económico, y con el argumento de que todas esas ciencias son el progreso, el crecimiento, el desarrollo para los pobres. Pero lo único cierto, es que el resultado no ha sido nada de ello, como tampoco en esos mismos países pues ese crecimiento fue tan solo un espejismo de 30 años y ahora su debacle. Otra crisis más de las tantas que han vivido en toda su existencia y no logran su ansiada mejor vida.

En este sentido, surgen una serie de preguntas paralelas y concomitantes: cuáles son los países que nos han conducido a la crisis ecológica que vive el mundo entero, cuáles han sido sus políticas económicas que les han conducido a ellos a la grave crisis económica que están viviendo, cuáles han sido las ciencias y tecnologías que han llevado a un deterioro de la calidad de vida natural por una cantidad de vida banal y artificial, cuáles son los países y ciudades con mayores índices de delincuencia, violencia, enfermedades, desarticulación familiar, cuáles son los países más consumistas y depredadores que están acabando con las reservas mundiales, cuáles son los paradigmas filosóficos fundacionales de esos países en relación a la naturaleza y a la vida, cuáles han sido los conocimientos que han manejado todos ellos para llegar a esta crisis global que estamos viviendo en todos los órdenes de la vida humana, etc., etc. Y la respuesta es sencilla: el paradigma dualista o dialéctico de tipo reduccionista, mecanicista, racionalista, materialista del sistema civilizatorio. 

Esto quiere decir que la cuestión no está simplemente en asumir una posición izquierdista y decir que el problema está solamente en tener más tecnología para producir más y lograr una distribución más equitativa de los bienes y servicios, sino que el asunto es mucho más complejo y profundo que sólo la redistribución de la riqueza. Y esto tiene que ver con el tipo y modelo de mundo que queremos, con el tipo de relación con la naturaleza, con los propósitos y razones de estar en este mundo, con los paradigmas y principios rectores de vida, etc. Es decir, esto nos lleva al concepto filosófico de mundo que queremos seguir recreando como humanidad y el cual lo podríamos resumir en: más mecanicismo o un cambio radical al vitalismo. Mejorar el mecanicismo positivista de raíz newtoniana-cartesiana o saltar al vitalismo de raíz holística- quántico-relativista. He ahí el gran dilema para la humanidad, que no es tan solo de derecha o izquierda, de materialismo e idealismo, de neoliberalismo y socialismo, de democracia liberal y democracia comunista, de desarrollo ilimitado y desarrollo sustentable, etc. Tiene que ver con el sistema fundacional ontológico, epistemológico y axiológico de dos sistemas totalmente diferentes y no complementarios: el civilizatorio de envergadura contranatural y el cultural de raigambre natural, el monárquico-monorepublicano y el comunitario, el democrático y el consensual, el económico público-privado y económico cooperativista-mutual, el dialéctico-síntesis y el tetraléctico-rotatorio, etc., etc. 

En este sentido, lo que está haciendo el gobierno de la “revolución ciudadana” y la izquierda en general (desde que existe como tal), es ser copartícipes del modelo autodenominado civilizatorio-desarrollista-tecnologista-cientificista de tinte socialista, pero con la misma raíz de la cual son también parte los del otro lado, llamados países industrializados o capitalistas. Y lo único que hace la izquierda para presentarse como diferente, es simplemente guardar el nombre (desarrollo, democracia, libertad, etc.) y solo añadirle apellidos, como sostenible, social, local, libre… y últimamente los socialistas del siglo XXI con el “buen vivir”, con lo que creen que son diferentes, cuando en el fondo son más de lo mismo. Así por ejemplo los países socialistas: China, Corea del Norte, Cuba, etc. Cuál es la gran diferencia entre unos y otros? 

CONTINUAR SAQUEANDO LA NATURALEZA? 

 Entonces, cuando este gobierno quiere más profesionales graduados en todas esas meritocráticas universidades y que nuestras universidades sean iguales a aquellas, lo que en el fondo quiere es que sean como esos países y como buenos anatopistas sigan sus recetas socio-económicas pero principalmente tecnológicas para seguir saqueando más a la naturaleza, a pretexto de que no podemos “ser pobres en un territorio lleno de riquezas naturales”. 

El desarrollo, sistema que fue tan enarbolado en el mundo en los años 80 y 90, ahora ya viene siendo cuestionado en los países autodenominados primer mundistas por algunos sectores quienes hablan tajantemente de “salidas al desarrollo”, de “alternativas al desarrollo”, y de posturas que apuntan a “más allá del desarrollo”. Es decir, mientras el señor Correa -y muchos- quieren más desarrollo para el Ecuador, en los autodenominados países desarrollados ya hay voces que dicen que todo eso fue una gran falacia y un espejismo. Están conscientes de que el asunto no es el modelo o tipo de desarrollo, sino los parámetros y categorías del desarrollo en sí mismo, y sus propuestas son totalmente inversas: decrecimiento, maldesarrollo, posdesarrollo, etc. Y así en otras ciencias y conocimientos. 

Por lo tanto, será que queremos una calidad de excelencia académica experta en depredar (desarrollar) la naturaleza, en producir una tecnología más extractivista, en inventar más técnicas de alteración del clima como el proyecto HAARP, en generar más agrotóxicos, en contaminar más el mundo con tecnologías pesadas, en envenenar a la población con más y sofisticada comida chatarra, en producir más armas sofisticadas que destruyan más eficaz y rápidamente a los seres humanos? Es que queremos un mundo desarrollado con una población de 7000 millones de habitantes anoréxicos y obesos con 7000 millones de celulares, computadoras, televisores, carros… que consumen una gran cantidad de energía eléctrica, hidráulica, atómica, petrolera, etc. ¿Habrá planeta que lo aguante, y es que será posible que sea realidad toda esa “mejor vida” para toda la población mundial? 

Como queda demostrado el asunto es mucho más de fondo que solo calidad de conocimiento y excelencia académica primer mundista, como ahora repite insistentemente la SENESCYT, y quiere más PHDs. Preguntamos a ellos si habrán PHDs en ciencia vitalista, en ciencia holística, en ciencia biosférica, en ciencia homeopática, en ciencia transpersonal, en ciencia quántica, en ciencia multidimensional, en ciencia fractal, en ciencia conciencial, en ciencia tetraléctica andina… Es que estos PHDs tendrán los conocimientos que manejaron las culturas vitalistas ancestrales que construyeron las pirámides egipcias y mayas, consideradas proezas de la arquitectura humana, con total respeto y armonía con la naturaleza? 

SABIDURIAS ANCESTRALES 

La matemática andina utiliza como herramienta de cálculo a la yupana, un antiguo sistema de conteo que puede hacer operaciones matemáticas de más de 5.000 dígitos. Sistema, que fue re-descubierto el 2002 por los investigadores italianos, Nicolino de Pascuale y Mauricio Orlando, de la Universidad de Pescara. Quienes finalmente, encontraron las claves del sistema operativo de la Yupana (Quipus) demostrando en su tesis, que el poder matemático de este ábaco andino es ilimitado. Con la Yupana, se resuelven todo tipo de cálculos astronómicos, se realizan operaciones matemáticas complejas e inclusive postulan a este instrumento para la arquitectura de un moderno microprocesador, cuya aplicación redundaría en uno mucho más poderoso que los diseños actuales de la arquitectura binaria. En otras palabras, una herramienta pre-hispánica que no tiene nada que envidiar a las sofisticadas computadoras modernas. 

Es que estos PHDs conocerán de arquitectura andina, en la que los arquitectos sean capaces de hacer construcciones antisísmicas, sin utilizar argamasa para sostener bloques y solo guardando equilibrio gravitacional siguiendo el ángulo de inclinación de la tierra, como lo hacían los antiguos arquitectos e ingenieros andinos?. 

Es que conocerán geometría andina y realizaran operaciones trigonométricas siguiendo el método andino de la cuadratura de la circunferencia, redescubierto por Carlos Milla Villena? 

Es que investigarán la economía andina para comprender el ancestral funcionamiento de la economía del ayni, de la minka, del tinkuntin, etc., para presentar un sistema alternativo al neoliberalismo y al estatismo, y que pueda convertirse en una respuesta global a la crisis económica mundial? 

Si los mismos conquistadores de la época, viendo que era un sistema muy bien estructurado y con altos resultados para su beneficio personal y real, lo siguieron aplicando hasta la época de la “independencia”, por qué hoy no se puede utilizar ese sistema para cambiar o inspirar una nueva sociedad mundial? 

Es que se enseñará medicina andina, en la que los médicos sean capaces de manejar integrativamente: medicina orgánica, medicina psicológica, medicina energética, medicina herbolaria, medicina astronómica, etc.; como eran capaces los médicos del tawantinsuyo? Médicos que realizaban operaciones craneales, prótesis, incrustaciones de jade en los dientes para curar caries, limpieza y alineamiento de los centros de energía (chakras), terapias psicoactivas con plantas de poder (ayawaska, wachuma), terapias respiratorias de hiperventilación para conectarse a memorias pasadas, terapias de la conciencia para abrirse a otros campos dimensionales, etc. 

Es que sabrán manejar agricultura andina para producir orgánicamente y generar una gran producción utilizando sistemas rotatorios y toda una serie de tecnologías (como los camellones y la chakitaklla) para producir alimentos nutritivos, guardando comunión y armonía con las leyes de la naturaleza (reciprocidad, complementariedad, ciclicidad, integralidad, estabilidad, etc.? 

Es que habrán PHDs en astronomía andina, como la que practicaban nuestros astrónomos antiguos quienes antes de la ciencia occidental ya conocían de la esfericidad de la tierra y de que esta giraba alrededor del sol.? O construir ciudades en línea recta y a 45 grados del eje de la tierra, como el Kapak Ñan, demostrado por la Dra. Scholten?. 

Es que habrán expertos en administración geoterritorial andina, para comprender y reestructurar nuestro sistema en base al sistema organizativo horizontal y cíclico del tawantinsuyo, en correspondencia con el sistema biosférico y cósmico de la naturaleza? Sistema de gobierno organizado por Consejos de Administración que iban desde el Consejo de una pequeña comunidad al Consejo de comunidades y así hasta llegar al Gran Consejo de Mancomunidades, como lo explica el Inca Garcilazo de la Vega. 

Es que tendremos PHDs en filosofía andina, que conozcan a fondo la cosmoconciencia andina y puedan tener como marco teórico referencial al tawantin o sistema tetraparitario (tetraléctico) para desde ahí organizar todo su co-razonamiento (sentimiento-pensamiento) o amor (kuyay) a la sabiduría (yachay), y poder acercarse desde esas variables a comprender la realidad de la naturaleza y la naturaleza de la realidad? 

Y así podríamos seguir enumerando una serie de ciencias, filosofías, tecnologías, artes, literaturas… de tipo y característica andina o tawantinsuyana que manejan otras categorías, posiciones y variables, constituyéndose en grandes aportes para la humanidad y especialmente para presentar un sistema alternativo a la occidentalidad (identidad occidentalista) que ha llegado al límite dentro de su ciencia oficial. 

Entonces, hay una gran diferencia entre meritocracia y sabiduría, en el mundo hay muchos meritocráticos pero pocos sabios. Hay gente con mucha información pero muy pocos con cosmocimiento. Lo que este país y el mundo necesita no es más PHDs sino yachaks, amautas, como los antiguos sabios de los Andes y de otras culturas tradicionales de raigambre vitalística y cósmica. No necesitamos más cabezas racionalistas-positivistas-ilustradas sino seres integrales con un profundo amor (filhos) a la sabiduría (sophos). 

No más títulos deshumanizados sino seres humanos


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