sábado, 12 de enero de 2013

Kawsayman Kutichkanchik

ESTAMOS  REGRESANDO  A  LA  VIDA

Por: Juan Francisco Tincopa Calle

       El 21 de Diciembre pasado fue un día muy especial para las culturas ancestrales del mundo, y aunque no se percataron los demás, para la humanidad entera. Cuales quieran que sean los matices de visualización, todos hemos sido tocados por el primer rayo de luz del nuevo amanecer macro cósmico, tiempo de nuestro regreso a la vida.

Esa mañana subimos a  Saqsaywaman, una de nuestras poderosas wakas sagradas, y compartimos este momento histórico, con una hermosa familia, que se nos acercó de forma espontánea, en el centro mismo de uno de los círculos de vida construidos por nuestros ancestros. Una mañana de invierno donde el sol nos abrigaba sonriendo, mientras gorriones y  “chukuchas” entonaban sus cánticos mas alegres, sumándose así al coro de anunciación de nuestro regreso a la vida, todos, en familia, en ayllu. Por suerte nada espectacular en el ambiente que nos rodeaba, pero si una extraordinaria fuerza espiritual latiendo entre nosotros nos trajo a la memoria el amor a la vida con una ternura sin igual. Sabíamos que estábamos ante una extraordinaria oportunidad de volver a nuestras raíces, de re-aprender como podemos vivir la vida, fructificándola.

El centro de nuestra reflexión nos está indicando en que es hora de ponernos a caminar. Nos levantamos y hemos de levantar a los demas hermanos y hermanas que aún estan dormidos. Hemos de llamarlos con entusiasmo y a los mas dormilones, un poquito de aguita fresca les ayudara a levantarse tambien. Afuera el amanecer nos llama y nos convoca a vivir, a ser responsables con nuestra vida en este mundo, ser libres de fructificarla en armonia, equilibrio y alegría, como supieron vivir nuestros antepasados.

No hay lugar para la flojera ni el pesimismo, no hay argumento valido que justifique la inacción. Para mirar la belleza del nuevo amanecer solo hay que abrir los ojos; para oler los aromas mas exquisitos de los campos, solo hay que respirar con profundidad; para oír el festival de cantos de los pajaritos, del viento y de los rios, solo hay que detenerse a escucharlos. Para sentir la alegría de vivir solo hay que dejar que el corazón nos hable; y para entender que la armonía es la escencia de la vida, solo hay que dejar que nuestro espíritu ancestral nos guíe.

POR DONDE EMPEZAR

Es lo mismo que hacíamos en la vida en la chacra, en el campo, en las estancias, en las comunidades. Preparar los alimentos, y alimentarnos sana y saludablemente. Cuando empezemos asi, encontraremos que aquí empieza y termina nuestro ciclo diario de la vida: Preparamos nuestros alimentos para ir a sembrar y cosechar nuestros alimentos. Esta ha sido desde siempre la ley de la vida, el camino por donde se procrean y preservan las especies desde siempre. Nosotros hemos perdido de vista esta condición sagrada de la vida, o mejor dicho, nos lo han hecho olvidar. Entonces el primer paso es recordarlo y practicarlo.

Que la globalizacion ha terminado por destruir las culturas ancestrales? No se preocupen por los globos de ensayo, al final solo son eso, globos y ya sabemos como terminan los globos de tanto inflarlos.

Hay que comprender que estamos ante la responsabilidad de dar pasos que se miden en tiempos macro cósmicos y no debemos desesperar. Me viene a la memoria lo que solia parafrasear Russell Means, recordando asi mismo las enseñanzas de sus abuelos: “cada paso que demos en esta vida, ha de pensarse en que sea util por lo menos a siete generaciones venideras.”

LA IMPORTANCIA DE ELEGIR 
CON QUE ALIMENTARNOS

Cuando uno elige con que alimentarse, ha de diferenciar los alimentos que nos van a nutrir y deshechar aquellos que nos pueden envenenar. Aunque en principio todos los alimentos encierran en si mismo algo de veneno, el trabajo de nuestros ancestros consistió precisamente en reducir al máximo sus componentes tóxicos para hacerlos comestibles. Asi es que mediante su biotecnologia convirtieron los vegetales toxicos en comestibles. Es lo que la civilizacion llama: Domesticacion de las plantas y que nuestros ancestros lo hicieron tan bien que lograron crear mas del 70% de todos los vegetales que alimentan a todo el planeta.

Y ahora, en el colmo de la irracionalidad, los biotecnologos de la civilizacion, por orden de sus empleadores , han hecho el trabajo a la inversa: Han puesto mas toxinas y veneno en los vegetales y animales que ponen en el mercado como alimentos. La ingenieria genetica se ha convertido en una técnica del envenenamiento, y  perversion científica. Esto se ha sumado al sistematico proceso de envenenamiento de los alimentos que ya se habia iniciado con la revolucion verde, mecanizacion de la agricultura: toxicos Insecticidas, Pesticidas, fertilizantes quimicos.

Toda la agroindustria y la industria alimentaria que manejan las corporaciones, ha llenado de veneno, cada dia en mayores proporciones, los alimentos que se ofrecen. Los ciudadanos, alejados del campo y de un minimo conocimiento de lo que se les vende como alimentos, estamos atrapados sin aparente salida, obligados a elegir entre: “de algo se tiene que morir” o “morir de hambre”. Nos han convencido de que estamos aqui para sobrevivir y no para vivir. En consecuencia, no le damos importancia a si comemos mas o menos alimentos envenenados.

Es posible cambiar estas condiciones? Pues si, podemos elegir un modo de alimentarnos sanamente. Pero para ello debemos volver a establecer conexión con el campo, con la naturaleza, con las siembras y las cosechas de alimentos sanos. Tenemos que volver a respetar a nuestra propia gente, a nosotros mismos. Una vez que logremos esto, las cosas seran mas faciles: Conversar e informar en detalle todos los problemas del envenenamiento de la agricultura y los alimentos, de la exterminacion de nuestros cultivos ancestrales, del robo de nuestras semillas mediante las patentes, etc.

No pueden obligarnos a comer veneno, tenemos derecho irrenunciable a alimentarnos sanamente y es en el ejercicio de nuestra libertad que deberiamos ser responsables de la forma en que nos alimentamos. Vamos a rogarles a los verdugos que no nos envenenen? Si es necesario habria que hacerlo, pero: Nos escucharán? Imposible, porque ellos solo creen en su Dios dinero; ganancias y lugro, y si optaran por producir sanamente no tendrían las ganancias billonarias que tienen gracias a sus venenos.

Nos queda solo nuestra acción individual, familiar y colectiva, y tal vez sea mejor así. No habrá espacio para estafadores ni demagogos. La decisión es simple: comer sano y saludable!.



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