A nuestra madre naturaleza la están despedazando; nuestros cerros, ríos, lagunas y nevados los quieren desaparecer, devorándoselos como una bestia insaciable.
El aire que respiramos, los vientos y las lluvias están haciendo que se enfermen y convulsionen; con todas las calamidades que eso nos trae. Antes, nuestros abuelos sabían llamar las lluvias con cariño, para que nos ayuden con nuestras crianzas; pero hoy, banqueros y científicos avariciosos las están forzando a servir como armas en su guerra por el lucro y el poder sobre la humanidad.
Pero este comportamiento insano y bestial de algunos hombres, no es el comportamiento del ser humano, como nos han hecho creer. Tienen un juego siniestro con el que siempre nos confunden: “Son ladrones que gritan: al ladrón” llamando a que persigamos a nuestros hermanos, para salirse con la suya impunemente. Hasta se llaman así mismos salvadores del planeta cuando son los que lo destruyen y enferman diariamente, y encima nos hacen creer que somos nosotros: “los seres humanos” quienes al final provocamos todo el desastre. Son unos mentirosos profesionales.
Es así o no es así, mis hermanos y hermanas? Entonces por qué tenemos que seguirles el camino que han trazado lleno de odio, desgracias y muerte?
Es momento de ponernos a pensar y retomar nuestro propio camino. Aquel que nos indicaron nuestros ancestros y que, nuestras Huacas Sagradas, nuestras lenguas maternas, nuestras música, canto y danza, y nuestras tradiciones culturales mas antiguas nos los estan indicando. La aurora esta alli con toda su belleza, abramos los ojos, despertemos, ya es hora de empezar nuestras labores.
El Tawantinsuyu fue la forma de organización política del estado Inka y es, todavía, un modelo orientador universal en Abya Yala, con una existencia de milenios. Donde se presente, con su estructura “dual-cuatripartita” organiza el espacio en unos, la sociedad, el pensamiento o los conceptos filosófico-espirituales en otros, identificando a las culturas humanas con las leyes de la naturaleza y proyectándolas a las formas colectivas y comunitarias (a).
A lo largo de la historia oficial peruana, y en la exposición de científicos sociales americanistas (con respetables excepciones), cuando se enfoca la historia pre-hispana del Area Andina, se generalizan, entre otros, los conceptos de “Imperio Inca” y de “Cultura Inca” como totales o únicos en el área. Y, como si el asunto fuese sólo maneras de elaborar o construir frases, se difunden también conceptos como “sociedad inca comunista”, “imperio inca esclavista”, “el socialismo imperial incaico”, o “Los Incas, Cultura en la Fase Superior de la Barbarie”, este último según los que todavía confían en el esquema trasnochado de Lewis Morgan.
A estas elocubraciones se vinieron a sumar, en las últimas décadas, “las verdades científicas” de los marxistas criollos, quienes con una aplicación ciega del esquema unilinealista, etapista, desarrollista, y hasta inmutable de los “Cinco Modos de Producción” (esquema que sólo sirve para exponer el desarrollo histórico de la sociedad occidental euroasiática), han encasillado a los pueblos, naciones y culturas pre-hispanas de los Andes en la etapa del “Esclavismo” y nos hablan, entonces, de la “sociedad despótica esclavista del Imperio de los Incas”, infeliz concepto (porque contribuye a trastocar y tergiversar la historia indígena por décadas más) que para algunos otros un tanto más benignos, es mas bien referencia a un estado con un “Modo de Producción Asiático”, pero siempre esclavista y por tanto clasista, hegemónico é imperialista(1).
Estas, pues, son evidencias de cómo el colonialismo político-cultural impuesto por el sistema occidental a todo el continente Abya Yala, desde hace ya 516 años, tiene también fuerte gravitación en la mente de los cientistas sociales, condicionándolos a un colonialismo mental que, por ende, los hace discernir y accionar sólo al ritmo de los modelos, las concepciones, las teorías y el desarrollo histórico del occidente euroasiático, y que aplican al mundo andino sin ambages.
La historia pre-hispana, a lo largo del Abya Yala, necesita hoy una urgente revisión en honor a la propia y real gesta del continente y a la autenticidad histórica de sus pueblos originarios. Al respecto, científicos sociales aymaras y quechuas contemporáneos nos dicen: “Muchos antropólogos y arqueólogos nacionales y extranjeros que han escrito sobre la cultura aymara-qhishwa enfocan su análisis desde la óptica occidental y cada quien la interpreta a su criterio de acuerdo a su concepción ideológica y religiosa. Como consecuencia nuestra historia fue alterada y tergiversada, la verdadera historia de la cultura andina no está escrita, y para muchos investigadores la civilización de los aymara-qhishwa es una incógnita”(2). Y, “...los estudios sobre la civilización andina, han estado influenciados durante décadas por un enfoque eurocéntrico que abordó la tarea de construir la “historia americana” desde los supuestos paradigmáticos de la historia occidental; ...la urgencia histórica reclama, el rescate de la memoria histórico cultural andina, y la recuperación del legado de conocimientos y sabiduría indígena, que están a punto de desaparecer, por obra y gracia de la mentalidad neocolonial...”(3). Sin embargo, adscritas a estas palabras indias, hay ya autores no-indígenas que inician una justa rectificación histórica, uno de ellos es la doctora María Rostworowski, ella dice: “El deseo indígena hacia la unidad se expresa a través de la voz TAHUANTINSUYU, que significa las “cuatro regiones unidas entre sí” y que manifiesta un intento o un impulso hacia la integración, ...nos inclinamos a emplear la palabra Tahuantinsuyu en lugar de “Imperio”, pues el significado cultural de esta última no interpreta, ni corresponde a la realidad andina, sino a situaciones relativas a otros continentes.”(4).
El Tawantinsuyu en el tiempo y en el espacio:
Todo pueblo, de acuerdo al espíritu que caracterice su cultura y sociedad, elabora y presenta sus propios y particulares modelos de organización.
La experiencia nos indica que en el mundo existen, a través de los siglos, dos tipos de pueblos totalmente diferentes entre sí, aquellos que se organizan integrados y siguiendo las leyes del universo y de la naturaleza y, los otros, los antinaturales, que se organizan bajo modelos que el hombre mismo inventa y los estructura, para ellos la naturaleza es sólo “un objeto de uso”, ajena y manipulable. Un párrafo sobre pensamiento Indio nos explica la razón de los pueblos primeros: “La humanidad es parte integrante de la naturaleza, una prolongación semejante del universo que, participando de sus mismas leyes debe organizarse, igualmente, en forma colectiva y comunitaria como es el universo mismo.”(5).
Los pueblos indígenas del Abya Yala han sido y siguen siendo, por esencia y por espíritu, colectivos y comunitarios, espiritualmente integrados al cosmos y sus leyes y, como tales, con propios modelos de organización, entre ellos el Tawantinsuyu (6).
El origen del Tawantinsuyu, como modelo, forma, sistema o concepto, se pierde en la noche de los tiempos del Ande y del Abya Yala. Inka Waskar Chukiwanka nos relata un mito de origen donde la forma cuatripartita ya se hace presente en nuestras existencias desde los momentos mismos del origen del universo y de los seres: “QHON Tiki Pachayachachi, la primigenia luz blanca del rayo cósmico, en forma de una gran serpiente con alas coloridas del arco iris, volaba por los cuatro puntos del espacio cósmico, y sacándose una en una sus plumas, convertidos en rayos serpentiantes con ellas hizo a las estrellas, al sol, a la tierra y a la luna.”(7). Y, Carlos Milla nos habla del Pusisuyu, de su antiguedad, y de su relación (para su génesis) con la Cruz del Sur: “Las características formales visibles de la constelación de la Cruz del Sur son sus 4 estrellas principales: Alfa Cruz, Beta Cruz, Delta Cruz y Gama Cruz, que están dispuestas en forma de una cruz y cuyos cuatro extremos están casi orientados hacia los 4 puntos cardinales en su culminación superior, es decir, cuando el eje mayor de la constelación está vertical en el zenit.
Este hecho es muy interesante, porque tiene que ver con el antíguo origen, ya en la época Precerámica, del estado Comunitario Andino conocido como Pusisuyu, en Aymara, o Tawantinsuyu en idioma Q´ichwa o Runasimi.”(8). Adicional a estas palabras, Milla nos presenta una cita de Kara Chukiwanka, quien nos aclara el término: “”El Pusisuyu” fue el Wiñaymarka, o sea las mancomunidades de los cuatro puntos cardinales, eran continuas, eternas en sentido referido al total contenido del SISTEMA JAKAÑA COMUNITARIO”(9).
El Pusisuyu, pues, como nación-estado es más antíguo que el Tawantinsuyu (aunque como forma o modelo son lo mismo) y tuvo como su centro, o Taypi Kala, al Tiwanaku.
La presencia de este modelo dual-cuatripartito no es privativo del área Andina, está presente en toda Abya Yala y en culturas originarias de otras partes del mundo. Algunas referencias: El pueblo Mapuche, en el sur de Chile (y Argentina), tiene una organización territorial cuatripartita que lo llaman Meli-Witrán-Mapu “Tierra de los cuatro lugares”, “Tierra de las cuatro esquinas”, “Tierra de los cuatro dioses”, con el Ngillatúe como su efigie ritual y centro de la tierra mapuche(10). Para otros confines, Claude Levi-Strauss, en su artículo “Existen las Organizaciones Duales?”(11), nos dá ejemplos en Abya Yala norte y en otras partes del mundo y, Alf Hornborg(12), antropólogo sueco, nos presenta ejemplos de organización dual-cuatripartita en toda Abya Yala sur, en el pasado y en el presente, en las alturas y en los valles. También en europa, en Dinamarca, los Vikingos organizaban sus poblaciones dentro de un gran círculo dividido en cuatro partes por caminos en forma de una gran cruz, una foto área del sitio arqueológico Trelleborg se vé impresionante, y nos recuerda los círculos con arenas de colores, también divididos en cuatro por lineas en cruz, que utilizan los hermanos pueblos Návajo de Abya Yala Norte, en la realización de sus ceremonias espirituales.
El Tawantinsuyu Inka:
La dinastía con gobierno Inka(13), aunque estructuró magníficamente el Tawantinsuyu y le dió funcionalidad en un sin número de dimensiones, sólo tiene una duración de 372 años, desde su aparición en 1200 d. De C. hasta el asesinato de Tupak Amaru I por los españoles en 1572 y, por ende, la desestructuración y la desaparición del estado. Jesús Lara nos presenta a los Inkas como la última de tres dinastías, citando al cronista Fernando de Montesinos dice: “...respecto al Imperio del Cuzco reseña el gobierno de 104 monarcas distribuídos en tres dinastías, siendo la de los Inkas la última.”(14). Las dinastías a las que se refiere son: La dinastía Pirwa con 18 gobernantes, la dinastía Amawta con 75 gobernantes y la dinastía Inka con 11 gobernantes. Las dos dinastías anteriores ya habrían organizado, los pueblos y naciones-estado bajo sus gobiernos, dentro del sistema dual-cuatripartito desde los años 2000 a. de C., o mucho antes.
Durante la vigencia del estado Inka, Tawantinsuyu es la conformación del territorio nacional con cuatro provincias o regiones (llamados Suyus) orientadas y ubicadas, cada una, en cada punto cardinal. La unión/separación de estas regiones estaba hecha (abstractamente) por dos líneas que, al entrecruzarse perpendicularmente, conformaban una gran cruz cuadrada; y, realmente, por cuatro grandes caminos que partían del Cusco a los 4 Suyus. La región del este se llamaba Antisuyu, la del norte Chinchaysuyu la del oeste Kuntisuyu y la del sur Qullasuyu. Las cuatro provincias confluían hacia un centro (Chawpi), el Cuzco (Qusqu), la ciudad sagrada, la misma que también se dividía en cuatro barrios.
La importancia de la dualidad y de la cuatripartición no sólo está en las formas de organización social o territorial en sí, sino, también, en el concepto de la “Complementariedad de los opuestos” que generan, concepto al que están ligados y representan los principios filosóficos del Tinku (encuentro, armonía, confluencia) y del Yanantin (en pareja complementaria), que son el alma del pensamiento y acción de las culturas originarias andinas. La filosofía indígena andina no es, pues, producto individual de pensadores solitarios como en occidente, está viva en todo el acontecer de nuestras culturas mismas. Como materialización del concepto, ritual, simbólica y realmente, la región este hacía alianza con la región norte y, entre ambos, conformaban la mitad Hanan (“arriba”); así mismo, la región sur hacía alianza con la región oeste y así conformaban la mitad Urin (“abajo”) del territorio. El Hanan tenía simbologías de: “Lugar del Inka”, “lugar del Sol”, “derecha”, “masculino”, etc., al mismo tiempo que, en contraposición y oposición complementaria, el Urin tenía simbologías de: “Lugar de la Quya” (esposa del Inka), “lugar de la Luna”, “izquierda”, “femenino”, etc. Estas formas de división y relación caracteriza al Tawantinsuyu como una Sociedad Dual que se proyecta hacia la Cuatripartición o, en sentido contrario, una Cuatripartición que converge hacia una Dualidad.
Abdón Yaranga dice al respecto: “...nuestro mundo terrestre tiene un centro, simbolizado y materializado por la ciudad del Cusco (Qosqo:ombligo del universo), ...y va estar dividido en: -dos partes:Hanan y Urin (La dualidad complementaria de “arriba”/”abajo”), -tres partes: Hanan, Urin y Chawpi (La dualidad con un “centro”), -cuatro partes: Chincha, Kolla, Anti y Kunti (Los Suyu, “Las cuatro partes del mundo”), cinco partes: Chincha, Kolla, Anti, Kunti y Chawpi (Las cuatro partes del mundo y el “centro”).(15).
Adicional a lo ya dicho, queremos resaltar aquí algunas de las características fundamentales del Tawantinsuyu, como sociedad y como estado:
La auténtica autoridad indígena no es ejercida por individuos (ni en el pasado ni en el presente), sino, por parejas del mismo rango (como sexos opuestos o como entes sociales) y en calidad de complementarios. Huamán Poma de Ayala (16), cuando nos presenta un dibujo sobre el “Mapa Mundi de las Indias” para la época del Tawantinsuyu, traza una X sobre el subcontinente Abya Yala sur, ubica los cuatro Suyus en sus respectivas orientaciones y dibuja en los espacios de cada uno de ellos un hombre y una mujer, nominándolos Capac Apo. De esto deducimos que cada Suyu tenía una autoridad propia conformada por un hombre y una mujer que, siendo esposos, estaban en una situación de Yanantin. Las cuatro parejas Capac Apo (junto con otras autoridades) constituían el Consejo Supremo de Gobierno, caso que Virgilio Roel nos explica mejor: “Según Guamán Poma, el órgano supremo del gobierno incásico fue el Consejo de Apucunas, que tenía su sede en la ciudad del Qosqo. Este gran Consejo tuvo la denominación de Tawantinsuyu Camachicoc Capac Apucuna, cuya traducción literal sería Consejo de los Cápac Apucuna del Tawantinsuyu, en el entendido de que los capac apucuna eran tanto los representantes como los gobernadores de los cuatro suyos, o grandes regiones en que se dividía el mundo de la civilización incásica.”(17). Así podemos entender que la máxima autoridad del Tawantinsuyu no era el Inka, sino, un Consejo Supremo. Entonces, aquí, la obligación de los Inkas era “mandar, gobernar obedeciendo”, papel que sigue vigente entre las autoridades de nuestros pueblos indios comunitarios.
Una falacia que los intelectos colonizados nos repiten: Que los Inkas eran reyes y que dejaban sus cargos en herencia a los príncipes, sus hijos. Los Inkas y todas las otras autoridades del Tawantinsuyu eran elegidas, nos lo explica Virgilio Roel: “Los kurakas y los incas, pues, constituían una extensa capa de autoridades, elegidas ritualmente por su calidad, formación y experiencia (no por herencia) que podían ser destituídos y que estaban rodeados de gran respeto, del mismo modo que estaban en la obligación de guardar un respeto ritual a todos los integrantes de su entorno. Como tales cargos no se trasmitían por herencia, sino por complicados procedimiento rituales de selección, el resultado fue que a la élite gobernante llegaban únicamente los excelentes.(Roel, Ob.Cit.).
También nos tienen acostumbrados a presentar la sucesión de los gobernantes del Tawantinsuyu en forma lineal/individual, nos dicen que la dinastía Urin es anterior a la dinastía Hanan, con Manco Capac como fundador (y primer rey de Urin) y con Huáscar y Atahualpa como los últimos, guerreándose por una sucesión individual. Las palabras de Tom Zuidema anula estas afirmaciones, él nos presenta un sistema más acorde con las características del modelo Tawantinsuyu y nos explica, de paso, las razones por el que nuestros pueblos comunitarios actuales, en todos los Andes, se dividen en dos mitades: Hanan Saya/Hurin Saya, Hanay Ayllu/Uray Ayllu, Barrio Arriba/Barrio Abajo, en los que cada mitad tiene su propio grupo de autoridades, con los mismos números y rangos, y donde se dicen “hermanos”, “partidos”, entre autoridades del mismo rango de ambas mitades. Zuidema nos dice: “...según Polo de Ondegardo y Acosta (dos de los mejores cronistas antíguos), la dinastía de Hurin Cuzco no fue anterior a la de Hanan Cuzco, sino que ambas fueron contemporáneas, y cada una gobernaba la parte del pueblo que le correspondía. Gutiérrez de Santa Clara, otro cronista, explica que los reyes de Hurin Cuzco eran considerados hermanos secundarios de los de Hanan Cuzco, que eran sus hermanos primarios contemporáneos.”(18).
Zuidema, en un otro artículo(19), nos presenta un cuadro donde los Inkas del Hanan están en parejas duales, contemporáneas, con los Inkas del Hurin:
Manco Capac
Hanan Cuzco Hurin Cuzco
Inca Roca Sinchi Roca
Yahuar Huacac (Tarco Huaman)
Inca Viracocha Lloque Yupanqui
Inca Pachacuti Mayta Capac
Tupac Yupanqui Capac Yupanqui
Huayna Capac
Atahuallpa Huascar
De este esquema deducimos que:
Manco Cápac, como fundador, no pertenece a Hanan ni a Hurin. Es, por tanto, simbólicamente “Padre/Madre” de ambas dinastías (como es la esencia simbólica de Wiraqucha, el ente sagrado ordenador andino). La dinastía Hanan es simbólicamente “derecha” y “masculino” y la dinastía Hurin “izquierda” y “femenino” en relación a Manco Capac, que por lógica tiene simbología neutral o de unificador, por ser totalizador.
En el desarrollo de la historia real o mítica indígena cada quinta generación hay un Pachakuti, un cambio sustancial, una reestructuración, un terminar y un empezar del todo, por siempre. En la organización dual de los Inkas del Tawantinsuyu, Huayna Cápac cumple este rol dialéctico, y su papel es similar al de Manco Cápac en el nuevo devenir histórico de la autoridad dual que estaba empezando con Atahuallpa y Huáscar, “hermanos”, gobernantes contemporáneos del estado confederado, cuando se produjo la invasión europea.
A la llegada de los españoles el Tawantinsuyu estaba en su máximo apogeo, habían logrado confluir leyes del cosmos y de la naturaleza a las formas de la existencia humana y, desarrollado, en consecuencia, la organización territorial “dual-cuatripartita” cuyo modelo era vigente en cualquier aspecto de la vida. En forma que impresiona, la objetividad y funcionalidad de esta estructura está muy bien presentada por Ramiro Reynaga, cuando nos relata un pasaje de las acciones de Manco Inka y los pueblos Quechua y Aymara, durante la resistencia frente al invasor español: “La capital del Tawantinsuyu está cercada por decenas de miles de kheswaymaras. Son los primeros días de febrero de 1535. El primer ejército incaico está dividido de acuerdo a la posición de las cuatro regiones del Tawantinsuyu.
Los kheswas llegados de Chinchaysuyu dirigidos por Taipe, Cullash, Coriatán, ocupan el norte del Cusco. Los venidos del Antisuyu, subidos desde las junglas amazónicas, comandados por Antallca y Rupaj Yupanqui se sitúan al este. Los aymaras bajados del altiplano encerrado entre los brazos oriental y occidental de la cordillera andina, del Kollasuyu, cierran el sur al mando de Lliclli. Los kheswas subidos desde las laderas occidentales del Cuntisuyu se despliegan al oeste de la ciudad, dirigidos por Suru Huarman, Quicani y Curi Huallpa.
Todos ellos portan la bandera del Tawantinsuyu, los siete colores del arcoiris y sus distintivos regionales.”(20).
El Pusisuyu y el Tawantinsuyu, en los Andes y Abya Yala sur, fueron Estados Confederados de pueblos y naciones, cuyas características principales eran: Ser Plurinacionales, Pluriculturales y Multilingues, Colectivistas y Comunitarios.
Bibliografía:
(a) Los Pueblos Indígenas organizados, en sendas asambleas, están proponiendo el cambio del nombre "América" por ABYA YALA. Son los pueblos KUNA del Panamá los que recuerdan, en su lengua originaria, el nombre ABYA YALA para el continente que hoy llamamos "América".
1.- ESPINOZA SORIANO, Waldemar. “Los Modos de Producción en el Imperio de los Incas”. Lima, Perú. 1978.
2.- LOPEZ M., Félix; CANO, Froilán; CARDENAS A., Félix; CHOQUE, Filemón. “Símbolos Andinos. WIPHALA. Emblema Nacional del PUSIN-SUYU – TAWANTINSUYU”. Oruro – Qulla-Suyu.
3.- LOZANO CASTRO, Alfredo. “CUSCO – QOSQO – Modelo Simbólico de la Cosmología Andina”. Madrid, España. 1994.
4.- ROSTWOROWSKI DE DIEZ CANSECO, María. “Historia del Tawantinsuyu”. IEP. Lima, Perú. 1988. (La palabra “imperio” no existe en ninguna lengua originaria del Abya Yala).
5.- “Ideología, Filosofía y Política de la Indianidad”. (Cushiviani, Nación Ashaninka, Antisuyu). En: PUEBLO INDIO, vocero del Consejo Indio de Sud América, CISA. Lima, Perú. 1982.
6.- Tawantinsuyu es palabra Quechua: Tawa=4; -ntin=sufijo que denota unión, acompañamiento; y, suyu=región. Ramiro Reynaga indica que la palabra es: TAWA INTI SUYU.
7.- CHUKIWANKA, Inka Waskar. “Origen de la Wiphala”. Estado del Qullasuyu, Altupata, 12 de Octubre de 1992. (el subrayado es nuestro).
8.- MILLA VILLENA, Carlos. “Génesis de la Cultura Andina”. CISA. Lima, Perú. 1986.
9.- CHUKIWANKA, Kara. “Wifala: Bandera India”. Colección de folletos para la formación indianista No.3, Ediciones Muju-Museo Nacional de Etnografía y Folklore, 1982(a), La Paz.
10.- GREBE VICUÑA, María Ester. “Patrones de Continuidad en el Mundo Surandino: Creencias y Cultos Vinculados a los Astros y Espíritus de la Naturaleza”. En: COSMOVISION ANDINA. Taipinquiri. La Paz, Bolivia. 1996.
11.- LEVI-STRAUSS, Claude. “Existen las Organizaciones Duales?”. Antropología Estructural. 1963.
12.- HORNBORG, Alf. “Highland and Lowland Conceptions of Social Space in South America: Some Ethnoarcheological Affinities”. FOLK. Vol. 32. Kobenhavn. 1990.
13.- INKA, en lengua Quechua significa Jefe, Conductor, Autoridad Mayor o Principal. “...Incas (o Encas, o Ingas), que fue una forma de denominar a los mejores, ya que, en las lenguas antíguas del Qosqo, inca o enca, quería decir el más destacado o el mejor en las artes o en el manejo de las cosas, de donde se desprende que el primer gobernante del pueblo cusqueño era el excelente entre los excelentes estadistas; el cual buscó, para que lo secundaran, a los más hábiles de los ayllus que lo apoyaban.”(Roel, Ob. Cit.).
14.- LARA, Jesús. “El Tawantinsuyu” . Editorial Los Amigos del Libro. Enciclopedia Boliviana. Cochabamba, La Paz, Bolivia. 1974.
15.- YARANGA VALDERRAMA, Abdón. “La Concepción del Mundo o Cosmovisión en la Civilización Andina”. (Los cuatro últimos textos entre paréntesis son nuestros).
16.- GUAMAN POMA DE AYALA, Felipe. “Nueva Crónica y Buen Gobierno”. Historia 16. Madrid, España. 1987.
17.- ROEL PINEDA, Virgilio. “Cultura Peruana e Historia de los Incas”. Lima, Perú. 2001.
18.- ZUIDEMA, Tom. “El Origen del Imperio Inca”. En: UNIVERSIDAD (Organo de Extensión Cultural de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga). No. 9. Ayacucho, Perú. 1967.
19.- ZUIDEMA, Tom. “Jerarquía y Espacio en la Organización Social Incaica”. En: Estudios Andinos. No. 14. Lima, Perú. 1978. (Es importante, para las culturas andinas, que sus símbolos “derecha”, “izquierda”, sean señalados en relación al ente central observado, y no con la derecha o izquierda del observador).
20.- REYNAGA, Ramiro (WANKAR”. “TAWA INTI SUYU”. CISA. Lima, Perú. 1989. (Los subrayados son nuestros).
Juan F. Tincopa: Quería hacerte una primera pregunta en relación al tiempo en que estamos viviendo. Obviamente es un tiempo extraordinario, el Pachakuti está en pleno inicio y su desarrollo se está dejando sentir. ¿Cómo tu percibes esa situación en estos momentos?
Jorge Alberto Montoya Maquin: Se siente, y es muy marcado. Yo me acuerdo bien de los años 50 del siglo pasado; uno notaba que ya comenzaba a haber modificaciones. Era, como a veces lo digo, como un huerto que había sido pisoteado, quemado, que volvía a brotar. Eso ya se notaba desde hace 50 años con mucha claridad.
Lo que está pasando ahora, en este inicio del Pachakuti que estamos viviendo, es que, de nuevo las cosas se tienen que volver a poner en su lugar, como dicen, dar la vuelta. Y eso no es una cosa simplemente figurativa. El mundo es animado, por ello todo va cambiando, todo va girando, y en determinado momento la dirección del giro cambia. Y eso es lo que está sucediendo ahora. Está volviendo, está cambiando. El giro comienza a girar en tal dirección que lo que se estaba destejiendo, se vuelve a tejer, lo que se estaba deshilando, se vuelve a hilar.
Hay muchos aspectos en los que uno puede darse cuenta de ésta nueva dirección, pero me parece que de los más significativos es el que vuelve a aparecer nuestra manera de sentir y entender el mundo, de una manera más nítida.
Juan F. Tincopa: ¿Podríamos decir que estamos viendo que las culturas ancestrales del mundo vuelven a renacer de sus cenizas?
Jorge Alberto Montoya Maquin: Así es, vuelven. Hablando en tiempos de Historia uno lo puede poner en los siguientes términos: Ha habido gente que se quedó sin tierra y por ello se desligó de ella, y por ese infortunio, enfermó, porque perdió la capacidad de alimentarse de lo que la tierra nos proporciona. Cuando perdió esa capacidad uno podría pensar que se morirían por no tener que comer y beber, pero no fue así porqué la enfermedad, el infortunio, que los había hecho miserables, desgraciados, condenados a morir de hambre, provenía de la avaricia, del ansia de tener más sin límite que tiene como la diosa a la codicia, y por ello, con ese emblema, la codicia como insignia, los desgraciados, se dedicaron a invadir otros pueblos y tratar de robarle su alimento, sus plantas, sus animales. Y al hacer eso, además, trataron de robarles, para destruirla u ocultarla, su manera de ser y su manera de sentir y entender el mundo, qué es lo que en Occidente llaman filosofía.
Ahora, lo que está pasando es que esa invasión ésta retrocediendo: todas las culturas originarias que nunca han desaparecido, que durante esta época han seguido existiendo, que simplemente frente a la invasión se replegaron, reduciéndose, escondiéndose, ahora comienzan a aparecer nuevamente, comienzan a marcar el ritmo, la hora.
Lógicamente el principio en el mundo es que el mundo está animado, y cuando algo está animado siempre va cambiando, es el principio fundamental: Todo va cambiando. Eso lo entienden con nitidez los chinos, por eso es, por ejemplo, que uno de los libros más significativos que muestran el Tao y la fundación del Tao se llama I Ching: “el libro de los cambios”. Bueno, hasta personas en el propio Occidente reconocen los aportes que hace Georg Hegel en el entendimiento del mundo, de que “todo cambia”, uno de los pilares de su “dialéctica”. Ese principio “del cambio”, de que “todo cambia” lo mencionan mucho en diversos grupos, como científicos, políticos y filósofos, y prácticamente en todos los lugares de mundo; lo que pasa es que mucha gente no lo reconoce, siente y entiende con la debida claridad, con toda nitidez, porque cuando uno dice que en el mundo todo y todos cambian, dice que el mundo es y está animado, que es ánimo, que es vida. Nosotros, la gente de ésta patria que se llama Tawantinsuyo, entendemos y sabemos que el mundo está vivo; siempre lo hemos sabido.
Entonces en este momento esas culturas vuelven a renacer, quizás de las cenizas, a veces, hasta peor: vuelven de los llantos, de lo que han sufrido esa gente con la invasión, de lo que hemos sufrido. Y vuelven a ser, y la gente vuelve con la misma característica de saber que lo que nos interesa a nosotros es ser útiles, que las cosas sean útiles, y eso es lo que nos hace que entonces tratemos de vivir bien. Eso es lo que se llama el Buen Vivir. El Buen Vivir se hace viviendo bien. Y eso es lo que, de una u otra manera, todas las culturas ancestrales vuelven a tenerlo presente.
Juan F. Tincopa: Hablemos del proceso que se puede ver, en el cual, los exterminadores ahora practican con bastante dedicación, lo que podríamos decir es: la disección de las culturas ancestrales. Es posible encontrar en todas partes del mundo una moda; es una moda en la que en se reconoce de la boca para afuera, los valores de estas culturas ancestrales, pero le quitan la vida. Por eso hablaba de disección. ¿Qué quiere decir el que nuestras culturas ancestrales vuelvan a la vida en estos momentos?
Jorge Alberto Montoya Maquin: Lo que quiere decir es que se vuelve a vivir bien. Lo que tu señalas, que hay ese afán de diseccionar o de secar, eso es un comportamiento mental que ejerce el grupo de Occidente. Ellos tienen hasta una rama de su ciencia que se llama la museología; o sea crean museos, no conservan la vida, sino se la quieren guardar seca. Lo que se comienza a ver con este cambio es que hay más espacio para que la gente pueda vivir; y todo se hace viviendo. Por eso es que, por ejemplo, cuando a veces hablan de la cosmovisión andina, pienso que también es un contrabando porque es una manera de detener, de congelar nuestra manera de sentir y entender al mundo, ya que el “cosmos”, es una visión estática del mundo. Nosotros sentimos y entendemos que el mundo está vivo, entonces tenemos una manera de sentir y entender el mundo, y esa no es una cosmovisión, es un sentimiento, es algo vivo, algo animado, algo que cambia. Eso que tú dices es bien importante porque muchas veces, por ejemplo, en la política, lo que decían es que todo lo que ha existido, ya se congelo, ya pasó. En ese sentido, a pesar de su relevancia e importancia, la historia, es una manera de congelar. Eso es una de las cosas fundamentales que está cambiando.
Juan F. Tincopa: Hablemos del escenario para nosotros, en particular, para la cultura andina. Si vemos que, el espacio donde todos estos palpitares, todos estos sentimientos empiezan a crecer, en términos de recuperación de la cultura, sería el Ayllu. ¿Cuál es la diferencia entre este Ayllu vivo que empieza a resurgir, y las estructuras orgánicas de las comunidades campesinas, que son las que tienen vigencia legal actualmente?
Jorge Alberto Montoya Maquin: Una primera cosa que vale la pena señalar, y que creo que debe resaltarse porque la gente no se acaba de entender, es que, nadie, animal o planta, incluyendo los humanos, puede vivir solo o aislado: nadie. Todos nacen en un grupo, en una asociación, y esa asociación, ese ámbito o región que ocupa esa asociación, incluye todo lo que la tierra cría. La tierra cría plantas y animales, y lo hace en espacios o regiones donde haya suficiente para alimentar a esas plantas y animales. Ese ámbito o región es un organismo, que en el caso del andino, se llama Ayllu o Marka, que son los nombres más difundidos ya que hay algunos pueblos del mundo andino que los llaman de otra manera. Allí, en el Ayllu, en la Marka, se vive. Entonces ese ámbito, esa región, tiene una parte de la tierra de la Tierra, porque no es toda la tierra de la Tierra, y una parte de los astros, que son lo que se ven desde esa región. Ese ámbito, es el que sirve a cualquier organismo para vivir. Un caballo nace en un ámbito de esa naturaleza, una vaca nace en un ámbito de esa naturaleza, un maíz nace en un ámbito de esa naturaleza; entonces no hay nadie en el mundo que pueda vivir fuera de uno de estos ámbitos o ayllus.
En Alemania, a la región que nosotros llamamos Ayllu, le llaman Land y Tribu, un poco más al norte le denominan Comarca; en la zona de los países árabes le llaman Kabila o Ashira; los mongoles le laman Hurdú; en algunas zonas de Gran Bretaña le llaman Country y Clan; en algunas zonas de España le llaman País; en algunas zonas de Francia: Provence, o Provincia, Campaña; acá, en el Perú, los arequipeños le llaman Campiña.
Esos organismos, esos ámbitos, esas regiones siempre han existido, como ya lo hemos señalado, no hay nadie que pueda vivir fuera de ellos. La visión y la ciencia occidental y sus sociólogos, creen que el ser humano esta desligado de la naturaleza, que se vive solo entre hombres, por eso han ideado el concepto de “Sociedad” que es una reunión de hombres que hacen un contrato, fijan una norma, y de acuerdo esa norma se rigen. Eso es un mal artificio, ya que todo y todos están vinculados, enlazados, tanto plantas y animales, como éstos con la Tierra, el Sol, el Cielo y las aguas. En todo el mundo existen organizado en estas regiones, estos ayllus, o Calpulli, como le llaman en México, y nadie puede vivir fuera de ellos.
Entonces lo que tenemos que ver es en qué estado están esas “comunidades” o esas asociaciones. Aquí también, cuando se usa la palabra comunidad, hay una trampa: Comunidad viene de “común”, de que “todos son común”, que “todos son iguales” o que “todos reciben igual”; y al contrario, en estas agrupaciones, todos son diferentes, nadie es común, todos dan y reciben de acuerdo a lo que son. En todo caso “lo común”, lo genérico, a todos, es que todos son diferentes. Entonces no es la mejor definición el hablar de comunidad, para definir estas asociaciones; comunidad es un nombre traído por el invasor de sus concepciones de vida, especialmente la cristiana. Si hablas de asociaciones, hablas de agrupaciones, de grupos.
Ahora, en el caso del mundo andino, su fuerza y su número es muy grande; en algunos casos se habla de comunidades a secas, pero también de “comunidades campesinas”, “comunidades indígenas”, “comunidades amazónicas”, la mayoría de ellas correspondiente, aunque no exclusivamente, al mundo rural, pero en todos sitios y lugares, incluidas las ciudades o conglomerados, hay este tipo de agrupaciones. Entonces lo que hay que ver es hasta qué punto y cuanta influencia tienen, y en qué estado están las relaciones que se dan entre ellas, cómo están estas relaciones, es decir, qué régimen tienen.
Yo no tengo a la mano las cifras hoy día, pero hace algunos años, casi el 50% de los alimentos que se consumían en el Perú provenían de comunidades, o sea de ayllus, oficialmente reconocidos y registrados, pese a que éstos, en usufructo directo de las tierras del país, tenían un porcentaje muy bajo. En la época de los años 50, 60, 70 del siglo pasado, muchos de esos Ayllus recuperaron sus tierras; entonces son, en el país, sí son significativos, muy significativos porque, a pesar de todo, gozan de mucha vitalidad y buena salud. En estos momentos, podemos estar hablando de 10 mil, de 12, mil Ayllus, reconocidos y registrados oficialmente por el Estado, pero en verdad deben ser cinco veces más, y como son formas para vivir, estas se siguen reproduciendo, o sea, no son algo estático. La gente no se reúne solamente porque le gusta estar con otra gente, la gente se reúne en estos grupos, en estas asociaciones, para vivir, para vivir bien. Ahí es donde puedes vivir, no puedes vivir fuera de él, aunque lo quisieras. Y eso que te digo del mundo andino, los griegos antiguos también lo sabían y decían. Por ejemplo, Aristóteles explica en la “Política”, qué la Polis, o estas asociaciones, “tiene su origen en la urgencia de vivir, pero subsiste para vivir bien”. Entonces no un organismo o una agrupación casual, es una organización y organismo vital.
Entonces, veamos ¿en qué estado están? Como hemos señalado, oficialmente hay 12 mil o más grupos, eso es ya algo importante, pero en realidad, como hemos precisado, son por lo menos cinco veces más; abarcan y cubren todo el país. En todo caso el primer asunto que ver, es cuán bien están las relaciones que se dan dentro de ellos. Esa región, ese ayllu, donde se vive, es el ámbito donde la tierra está criando a sus hijos, es decir, a las plantas y a los animales, incluidos entre éstos últimos a los humanos, en consecuencia, la idea de que algún particular sea dueño privado o exclusivo de la tierra, es una insensatez; alguien no es dueño de su mamá, ni su madre, necesariamente, tiene un solo hijo, no es su madre exclusiva de él, y excluyente de sus otros hijos, en todo caso, ella podría decir que es dueña de él, pero no al revés; lo que sus hijos hacen, plantas y animales, en ese ámbito, en esa región, es colaborar con la madre para que esa crianza que se está haciendo, sea mejor.
Esa manera de colaborar con la madre, nos da un tipo de relación con la tierra. Uno ocupa un espacio de tierra y trata que lo que se produce en esa tierra sea lo mejor, eso se llama agricultura o el cultivo o la cultura de la tierra, o la crianza de las plantas y los animales. Pero esa ocupación de un lugar de la tierra, que es una apropiación de las cualidades de esa tierra, no es una propiedad que excluye a los demás que viven en esa tierra; esa propiedad, o apropiación, de las cualidades y energías de esa tierra, es la adaptación y asimilación a ella, que nos hace identificarnos con ella y que nos da y hace nuestra personalidad, nuestra idiosincrasia; además es una actividad temporal que se está haciendo allí, en ese ámbito; se apropia a las cualidades de esa tierra porque se adapta a esa tierra. ¿Quién podría decir que es dueño privado o excluyente de un pedazo de mar?, nadie; en todo caso un grupo humano puede tener un “dominio”, una “potestad” o un “permiso”, para ir a una playa y marisquear, otro puede tener el “dominio” para pescar al borde de la mar, puede haber otro grupo que tiene la potestad para ir a bañarse. Lo que quiere decir que en el mismo pedazo de mar uno puede marisquear, otro pescar, otro para bañarse y descansar, otro nadar; nadie es dueño exclusivo de la mar, aunque se hayan adueñado de sus cualidades y de sus frutos, todos los que viven en ella o de ella, son sus dueños, o se han adueñado de ella, mejor dicho, al revés, la mar es la dueña de todas las plantas, animales, peces, pájaros o mamíferos, que se alimentan de ella, porque se han apropiado de esa mar, se han adaptado a esa mar, se han acoplado a esa mar. Son como los caminos, uno camina por un camino, y eso no quiere decir que otro no pueda pasar por ese camino, aunque haga otro camino para llegar al mismo sitio, el que haya un camino por el cual esté caminando un caminante, no quiere decir que otro no pueda pasar por ese camino.
¿Quién podría decir que es dueño privado, exclusivo, y excluyente de un pedazo del calor, del fuego o del Sol de la Tierra?; nadie es dueño privado, exclusivo, y excluyente, del calor, del fuego o del Sol de la Tierra. ¿Quién podría decir que es el dueño privado, exclusivo, y excluyente, de un pedazo de aire, de viento o del Cielo de la Tierra?; nadie es dueño, exclusivo y excluyente, de un pedazo de aire, de viento o del Cielo de la Tierra. ¿Quién podría decir que es el dueño privado, exclusivo, y excluyente de una porción del agua, de las lagunas, de las lluvias o de la mar de la Tierra?; nadie es dueño privado, exclusivo, y excluyente, del agua, de las lagunas, de las lluvias o de la mar de la Tierra. ¿Quién podría decir que es el dueño privado, exclusivo, y excluyente de una porción de tierra de la Tierra?; nadie es dueño privado, exclusivo, y excluyente, de una porción de tierra de la Tierra. ¿Quién podría decir que es el dueño privado, exclusivo, y excluyente de una porción del cariño de la Tierra?; nadie es dueño privado, exclusivo, y excluyente, de una porción del cariño de la Tierra.
Todos ellos calor, fuego o Sol, aire, viento o Cielo, agua, lagunas, lluvias o Mar, Tierra, son los obsequios que nos da el mundo, que nos da la vida, que nos nuestros padres, cuando nacemos, cuando llegamos a esta región del mundo; a ésta región del mundo que tiene direcciones y sentidos, dimensiones y formas, ya que fuego, aire, agua, tierra y cariño del mundo, de la vida, no son sino, los estados o formas que adopta: plasma, gaseoso, líquido, sólido y anímico o del querer y requerir, que a veces también la expresamos diciendo, para las cuatro primeras que son la materia y para la última la energía o el espíritu, el cariño que nos atrae y enlaza a todos. Éstos son el regalo de nuestros padres, son un presente maravilloso porque son el presente de la diversidad de direcciones y sentidos, de de formas y colores, de olores y perfumes, de ritmos y sonidos, de gustos y sabores, de tactos y contactos, que tiene el mundo donde nos colocan que hace su hermosura, belleza, concierto y sinfonía. Es el presente de la diversidad que hace que se haga no solo la sonrisa, sino la risa de la alegría y el juego. Lo que hace además, entre otras cosas, que la vida se viva en el presente, que no se pueda vivir en el pasado, ni en el futuro. Vivir sin sueños ilusorios o nostalgias de recuerdos, vivir el presente haciendo hechos que se hacen presentes.
Entonces esas relaciones si, en algunos casos están deformadas, aparece alguien que dice: “yo soy dueño de tantos cientos de hectáreas de tierra…y por ello tú vas a laborar para mí, tu vas a sembrar la tierra por mí, yo me puedo adueñar de los frutos de tu actividad, ó yo soy el dueño del cielo, sólo yo puedo hablar en su nombre, a mí me ha encomendado ser su vocero oficial, el resto son impostores, yo soy la único autentica voz del cielo.
Y entonces, esa es la parte fundamental que tiene que recuperarse y que se ha estado recuperando, la que establece el sentido de las relaciones entre seres humanos y con los diferentes elementos, en las instituciones u organismos, porque si todo ser humano tiene asignada una determinada parcela de tierra, va a laborar de acuerdo a su propia capacidad y esfuerzo, y va a producir o generar, ciertas magnitudes y cualidades de frutos, como tiene una parcela de tierra va a tener al costado a otro ser humano que tiene otra parcela de tierra y en esa situación va a relacionarse, aprendiendo la maravilla del emparejamiento, del hacer yunta. Sí yo hago una actividad solito, me cuesta un cierto esfuerzo, me cuesta mucho más que hacer el doble de esa actividad junto con otro; además hay cosas que no se pueden hacer individualmente, solo se pueden hacer entre varios; cosas que se pueden hacer sí hacen en concierto entre veinte, otras sólo se pueden hacer sí hacen en concierto entre 1000.
Si se juntan 15 o 20 para hacer una actividad, no sólo pueden hacer una cierta actividad, sino que además pueden conversar y reírse mirándose a los ojos; entonces pasa lo que pasa ahora, un grupo de 20 van a la chacra de alguien y laborar ese día, al día siguiente, van a la chacra del segundo, y así sucesivamente hasta completar las chacras de los 15 o 10, eso es lo que en nuestro mundo llamamos Ayni; eso tecnológicamente es un potencial inmenso, eso como intercambio de cariño es gigantesco, eso llama a la felicidad.
O sea que cuando varias personas tienen sus chacras colaboran entre sí, las relaciones que se establecen entre ellas son relaciones de amistad y solidaridad, de apoyo, se juntan para hacer las actividades que requieren las chacras y hacer que estas fructifiquen. Entonces uno tiene un pedazo de tierra que es el que usa, que puede en compañía de otros, sembrarlo y obteniendo sus frutos. Si aparece una persona que dice que tiene mil hectáreas, esa persona no puede laborar mil hectáreas, aunque se junte con mil personas más que tengan mil hectáreas, irían a su chacra cada tres años y los cultivos como normalmente son anuales requieren varias atenciones dentro del año. Y entonces ahí es donde comienzan a parecer las primeras deformaciones, el que se dice que es propietario de mil hectáreas, si quiere hacer producir ese terreno, va a alquilar obreros. Esa es la primera deformación que surge.
Pero, por qué se llega a esa situación que ahora vemos, en la que alguien aparece como adueñado o dueño de la tierra y no sólo eso sino de más tierra que la que puede laborar y para hacerlo alquila obreros agrícolas. ¿Por qué aparece eso? Eso es una expresión de un fenómeno mucho más grave, y es que en algunos países y pueblos de Occidente y de extensas zonas del mundo han habido gente que ha invadido a otros, y cuando invades a otros, no sólo les tratas de quitar sus riqueza, es decir, su calor, sus aíres, sus aguas y sus mares, su tierra, su sentimiento de cariño a su tierra y a su pueblo, sino que lo quieres hacer su siervo, su esclavo, en esa condición si puedes alquilar obreros, o poner siervos, o poner esclavos a que te cultiven la tierra. El origen de la propiedad, de ese apropiarse, es la invasión, que tiene como emblema, como diosa, a la señora codicia, a su prima, la avaricia, que no es otra cosa que el ansia por el oro, la adoración por el oro, el deseo desmesura de tener oro porque son miserables, hijos de del infortunio, de la desgracia, de haberse desligado de su propia tierra, por eso, también, muchos de ellos tratan de religarse pero no saben cómo hacerlo. Pizarro llegó al Tawantinsuyo por oro, asesino al Inca por no dejarse esclavizar.
Entonces es consustancial corregir esa situación, que hay actualmente en algunas partes de nuestros países, devolviendo la tierra usurpada y mal apropiada, y darse cuenta que esa corrección es lo que uno ésta corrigiendo de la invasión que han sufrido nuestros países. Darse cuenta y ser consientes para corregir lo que se debe corregir, porque con esa invasión no solamente intentaron apropiarse de la tierra, sino, y es lo más grave, intentaron apropiarse de la gente sometiéndolos al infortunio de perder la tierra que los vio nacer y en la que vivían; entonces trataron de crear esclavos que no tienen derecho a nada, una de cuyas versiones más sofisticadas es la del obrero agrícola, que no tiene tierra, y sólo recibe un salario.
Por eso hablar de la independencia de nuestros países, es hablar de cambiar esas relaciones con la tierra para mejorarlas eliminando las avaricias con la que las han querido envenenar, pero no sólo con la tierra, sino con todo el ambiente, es decir, su temperatura, su limpieza, su humedad, y su contacto de cariño, es decir, su felicidad. Ay que entender bien, ser consientes, que la invasión no da derechos, no hace dueños a los invasores, sino todavía seguiríamos siendo colonias, el que invade tiene que devolver los usurpado; y como después de nuestra primera independencia han continuado haciéndose invasiones y tropelías, hay que volver a recordar que nadie se puede apropiar de la tierra, de la mar, del aire, del Sol, de otro pueblo, esos deben ser restituidos, restituidos todos, no parte de ellos, ningún falso compromiso puede abalar una invasión.
Juan F. Tincopa: Sin embargo, hay un fenómeno que se puede observar en las comunidades actualmente, no solamente en Perú sino en toda el área andina. Lo podemos ver en lo que significan las “ayudas”, “asistencias” o “presencia del estado”, (como quiera llamársele). La idea de que para que una comunidad pueda emprender cosas “necesitaría” esa “ayuda”. Por eso es que vemos las “asistencias”, los programas de “vasos de leches”, las limosnas que se arrojan como migajas a los pueblos donde se dan una serie de dificultades para poder conseguir los alimentos, y entonces se somete a las personas a una dependencia. Por eso es que en estos momentos no existe ningún emprendimiento, al menos en lo que se llama el movimiento supuestamente de sus “representantes”, que exista sin esa “ayuda”. ¿Cómo podemos recuperar el ayllu en este terreno?
Jorge Alberto Montoya Maquin: En relación a las “ayudas”, ¿en algunos casos se necesitan ayudas?, si, y a veces mucha; en otros no. No toda la gente está siempre y todos los días, en disposición de hacer todo. Hasta el más fuerte, el más inteligente, en determinado momento, necesita ayuda. Entonces, es cierto que en determinados momentos, se necesita ayuda, y es por eso que a veces, porque eso es una realidad, en esas coyunturas, la codiciosa trata de aprovecharse de ellas; como por ejemplo, cuando uno que ayudó con los algodones de colores, después quiso patentarlos a su nombre, como el creador de ellos, tamaña desvergüenza. Como saben que en esas circunstancias, en las que es mejor tener un apoyo, se pueden aprovechar, han tratado de que la necesidad o el pedido el pedido de apoyo o ayuda, sea algo permanente, ello no solo incapacita mentalmente a la gente por que hace que se crea inútil, sino que además, la expone más al pillaje, perdiendo, entre otras, su capacidad de defensa. Como dice mucha gente, ¿qué cosa es lo que ha traído la invasión de los godos?, entre otras cosas, han enseñado a la gente, a estirar la mano y pedir caridad. Ya no están pidiendo ayuda porque la necesitan, sino porque los han tratado de hacer creer que son pobres, que están solos; pero en el mundo andino, a pesar de tantas calamidades, la gente no está sola, no se siente sola: ¡No!, ¡somos muchos, somos millones!, ¡somos un tejido de miles de pueblos, que aunque rasgado en muchas partes, sigue tejiendo!
. Y cuando se necesita ayuda, hay que saber cómo recibirla y hay que saber cómo darla; recibirla de tal manera que sea provechosa o útil para uno y para su pueblo, darla de tal manera que sea útil para quien la recibe y para su pueblo; y no al revés, Entonces, cuando algo está muy deteriorado es adecuado que vengan los amigos a ayudar; ayudando a reparar y a arreglar, mejorando, no viniendo a llevarse las cosas.
Hay que ser conscientes que la señora codicia no ha desaparecido con la primera independencia de nuestras patrias. Quienes han propiciado el proceso de invasión a nuestra patria grande, no han cambiado de diosa, la avaricia sigue siendo de su desmedida devoción. No han acabado sus ansías desmedidas, porque éstas ansias ni siquiera surgen de la medida de sus necesidades, sino de sus propias angustias existenciales; ansias desmedidas, además, porque sobrepasan, van más allá, de la medida de lo que pudieran necesitar, lo hace que se quieran apropiar de riquezas que sobrepasan su medida de lo que pueden usar y por tanto serles útiles; que quieran apropiarse de riquezas que son de tal medida, que no la puede utilizar completamente y hacer, por ello, útiles para ellos, es decir, hacerlas bienes para ellos, que en lugar de serle provechosa y útil, los daña, como podría ser, por ejemplo, la gula.
Como siguen siendo devotos de la diosa de la avaricia, de la adoración del oro, y tienen como emblema de estandarte la diosa a la codicia, van a orientar la “ayuda” en las áreas que les dicta su avaricia en el intento de beneficiarse ellos, sin necesariamente tomar en cuenta las necesidades de aquellos deben recibir la ayuda, así como, de acompañar ésta de los intereses de la codicia que ellos tienen. Van a tratar, por todos los medios, de aprovecharse, por eso, hay que aprender a cuidarse, aprender a protegerse, aprender a defenderse.
Juan F. Tincopa: Hablemos de las vinculaciones de los Ayllus, las vinculaciones de los pueblos (si se quiere llamar así), la vinculación de las naciones ancestrales. ¿Cómo ves tú, en este momento, ese proceso, teniendo en cuenta que en las experiencias tanto en Bolivia como en Ecuador, lo que se está consolidando es un Estado y no las naciones ancestrales?
Jorge Alberto Montoya Maquin: Yo pienso que hay que ver el proceso en toda su perspectiva. Una de las cosas que uno se da cuenta, y hay que saberlo entender bien, tenerlo claro, es que, de fines de los años 90 para acá, a nivel de estados de Latinoamérica, ha habido una modificación sustancial: se reactiva y se comienza a tener de nuevo consciencia de su necesidad, el proceso de la independencia y ejercicio de la soberanía. Entonces, no es solamente Venezuela, no es solamente Ecuador, no es solamente Bolivia, es de una u otra forma, Argentina, Brasil, Nicaragua, Uruguay y otros países; hay un movimiento integral en los países que fueron invadidos, en su época, por los visigodos desde España, un movimiento dirigido a la independencia a recuperar la independencia y la soberanía, uno de los resultados de éste movimiento, es la consolidación de algunos organismos de integración regional, como por ejemplo, la Comunidad Andina – CAN - y la constitución de nuevas instituciones que los involucran a todos ellos, como es el caso de la Unión de Naciones de América del Sur – UNASUR- que agrupa a los 12 países independientes de América del Sur, y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños – CELAC – que agrupa a los 33 países actualmente independientes de América Latina y del Caribe.
Ahora, ¿de qué estamos hablando cuando hablamos de la CELAC? Estamos hablando de una comunidad de todos los estados latinoamericanos y caribeños. Lo primero, en este caso, es tener cuidado para no confundirse con lo que estamos hablando, los latinoamericanos no somos latinos; latino es el nombre generalizado, de un pueblo ubicado cerca de Roma, con el que se denomina a los habitantes de Italia, Francia, España y países a los que quedó reducido, en su momento, el Imperio Romano de Occidente, Galia, Italia y parte de Hispania, cuyas lenguas más numerosas habladas en ellos, en la actualidad, derivan, casi directamente, del latín. Esta denominación ha sido difundida por grupos franceses en la competencia de influencia sobre nuestros países con España, frente al apelativo de ibero – americano empleado por España hasta nuestros días, que nos designa como hijos de España, y que nosotros tenemos claro que no es así.
Ojo, los latinoamericanos somos todos los que en nuestro continente se agruparon para combatir a los invasores, fundamentalmente visigodos españoles. No hay que buscar “blancos” ni “latinos”, somos quienes nos agrupamos en el ejército independentistas para hacer frente a los “latinos”, a los que vinieron de la península ibérica del reino de Castilla y Aragón con la bendición y apoyo material del Papado: esos son los latinoamericanos. A veces, la gente se confunde, está buscando, por ejemplo, cuál es su origen o su raíz latina, que no existe porque muchos llevan ahora apellidos provenientes de España que les han sido impuestos, o si son los de algún antepasado, al haber nacido o acogido en nuestras tierras, ésta ha nutrido sus raíces. Nuestro enemigo común es el “latino”, nosotros, los latinoamericanos, somos los de esta tierra, que, a veces, llaman América, que nos agrupamos para expulsar al invasor latino. Entonces, entender bien eso, es un primer paso, importante.
Ahora, en el caso concreto de nuestro continente y sus mares, ¿cómo estaban organizados por pueblos que lo habitan? La organización de los pueblos, las formas de dirección estatal y el ámbito que abarcaban, variaban, básicamente, aunque no exclusivamente, de acuerdo a las variaciones climáticas y las posibilidades que ellas brindaban; a mayor humedad, mayor disposición de agua, menor amplitud territorial para lograr su autosuficiencia, a menor humedad, menor disposición de agua, mayor amplitud territorial para lograr su autosuficiencia, la que normalmente se obtenía, entre otros, con el desarrollo y establecimiento de canales e irrigaciones que permitían trasvasar agua de un valle a otro, o una cuenca a otra, lo que permitía mitigar las sequías en algunas regiones. Las primeras, donde existía mayor humedad, dieron lugar a lo que se conoce en nuestros días en el mundo andino, con pocas variaciones lingüísticas, como las épocas de los “estados regionales”; las segundas, como las épocas de los estados panandinos, que abarcaban territorios muy amplios, aunque no cubrían todo el territorio de una región pues eso no era necesario para corregir el déficit de agua, ambas las épocas de los “estados regionales” se iban alternando sucesivamente; en el caso de los estados panandinos, en nuestro caso, en el llamado mundo andino, el primero de los que se han leído los registros, aunque se sabe que ha habido antes, es “Chavín”, en la segunda época, existieron los que tuvieron sede central en Tiahuanaku y en Wari y en una tercera época Tawantinsuyo, que encontraron los invasores. Los estados panandinos, por su gran extensión y por las obras físicamente grandes, que emprendía, muchas veces han sido calificados por científicos occidentales, como “monumentales”, como grandes civilizaciones, descalificando o dejando de lado, las épocas de los estados regionales, esa es una valoración teñida por la diosa pretensión que muchos de ellos albergan, en ambas épocas climáticas se han hecho grandes e importantes obras, solo que de tipo diferente, en ambas la mira era el vivir, lo que llaman “el buen vivir”. Cuando llegaron los invasores encontraron dos grandes estados panregionales, en América del sur, Tawantinsuyo, cuyo gobierno central estaba en Qosqo (Cusco) y, en América central y del norte, el estado de los mexicas, el estado Azteca, cuya sede de gobierno central estaba en Tenochtitlan, ambos en su época de expansión mayor y cercanos a concluir la misma y revertir a estados regionales. En ambos casos los jefes de su gobierno, Moctezuma en Tenochtitlan y Atahualpa en el Tawantinsuyo, fueron asesinados por los que dirigían la invasión, Hernán Cortez en el primer caso y Francisco Pizarro en el segundo.
De lo que todavía no se llega a tomar plena consciencia, es que para lograr nuestra plena independencia del invasor español, tenemos que expulsarlo de nuestras tierras, mares, aíres y corazones, con todas sus diosas, malos aires y descariños; es decir, expulsar, entre otras, a las diosas de codicia, de la avaricia, de la pretensión, de la pereza y holgazanería, a los malos aíres, como el maltrato, la servidumbre, la discriminación de las mujeres, que entre otras cosas les quita el apellido cuando se casan, de los niños, ancianos y enfermos, a los descariños como la frialdad, la falta de de respeto y de cortesía, porque es lo que trajo la invasión y los invasores, y no corresponde a la alegría, la risa, cultura y manera de ser y hacer de todos nuestros pueblos, y tenemos que reconstruir o volver a construir, como ya se ha comenzado con la CELAC, al Tawantinsuyo y a Tenochtitlan con las dimensiones que tenían cuando llegaron los invasores, o aún mayores y más numerosas, porque las tareas que se tienen que hacer para vivir bien, para hacer la felicidad, son mucho más grandes que en épocas anteriores.
Y eso que tu indicas que en Bolivia y Ecuador lo que se está consolidando es un Estado y no las naciones ancestrales, no es correcto, el río fluye por el mismo cause. Yo lo entiendo, yo sé que no está mal consolidar el Estado en y Ecuador y Bolivia, al contrario, está muy bien, porque lo que se ha establecido es una verdadera consolidación con sus pueblos y sus culturas, en ambos casos. Se ha creado estados orientados a lograr el “buen vivir” con la República de Ecuador en 2008, echando al tacho la “república criolla” existente, y para “vivir bien” con el Estado pluricultural de Bolivia en el 2009, borrando del mapa a los modelos políticos de las monarquías o repúblicas del mundo occidental moderno. Debemos añadir, que la República Bolivariana de Venezuela, creada el 2 de febrero de 1999, es un estado que responde al sueño y la profecía que visualizó Simón Bolivar Palacios, de crear la patria de la “suprema felicidad social” y que plasmó el comandante Hugo Chávez Frías, busca la felicidad de la gente de sus pueblos y para ello desapareció la “Cuarta República”, no es una “república criolla”. Hay gente no le presta atención, ni se da cuenta, que la República bolivariana de “la suprema felicidad social”, la República del “buen vivir” y el Estado Plurinacional para “vivir bien”, son formas de Estado nuevas que han surgido en el proceso de independencia que corresponden a nuestra cultura, y que antes no han existido, que son parte del proceso de la recuperación del Tawantinsuyo, parte del regreso del Inka. Tienen una importancia y significado similar, o mayor aún, al que tuvo en Occidente, la creación, por la revolución burguesa, de la República Francesa, forma de estado que no existía en Francia, y la Declaración de los Derechos del Hombre, en el proceso de la eliminación del “poder absoluto”, la monarquía y la eliminación de la servidumbre y el establecimiento de la libertad de pensamiento y de palabras de los hombres. En nuestros países no sólo son formas de estado destinadas a lograr vivir bien y llevar a la gente la felicidad, el buen vivir, sino a reconocer los derechos de la Naturaleza, de todos los hijos de la madre tierra, seamos plantas o animales, sino también a cuidar y mantener la salud de todas las forma que esta adopta, tengan estas no dimensiones, conservando Temperaturas equilibradas, Aires limpios, Aguas frescas, Tierra fértil y cariño enlazándonos a todos.
Habría que preguntar a aquellos que durante tantos años han criticado el proceso de independencia porque había derivado en “repúblicas criollas” que no respondían a las necesidades de nuestros pueblos, ¿qué les pasa, que el día que el proceso de independencia avanza, articulándose mejor con nuestros pueblos, no se dan cuenta de lo que ocurre, y todavía peor, lo comienzan a atacar, como si fueran una quinta columna del invasor, tratando de confundir a sectores de nuestros pueblos sugiriéndoles que este no responde a las necesidades de nuestros, sino a las del capitalismo invasor? ¿Por qué han perdido la brújula? ¿De quién están comiendo y bebiendo? ¿Se están nutriendo de la sabia del pueblo, o de la ayuda encubierta del invasor?
Lo que hay que recuperar es todo el ámbito del Tawantinsuyu. El día que seamos conscientes de que somos hijos y herederos del Tawantinsuyu, que esa es nuestra matriz, el vientre que nos da nuestra madre tierra, estaremos recuperando y teniendo consciencia plena, que para hacer nuestra soberanía e independencia se requiere que regrese el Inka, como dice el awarikuni de Inkari. Cuando nos han invadido éramos Tawantinsuyo, para independizarnos tenemos que ser Tawantinsuyu, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, son etapas intermedias que han surgido por los frentes de lucha que estado obligados a hacer por la disposición que adoptó el invasor, somos un solo pueblo, un pueblo de pueblos. Los actuales Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, si bien son el eje del lazo de este tejido, tiene extremidades en Argentina, Chile y Venezuela, pero este telar de telares teje toda América del Sur. Lo que hay que buscar y lograr es restablecer el Tawantinsuyu, con el nombre que corresponda en ese momento, porque esa es la matriz cultural que nos une a todos nosotros los pueblos que vivimos en esta parte del mundo, que es la de la tierra y la gente de cariño y la alegría.
Y para añadir un pucho más, un primer intento de Simón Bolivar Palacios de comenzar a unificar a nuestros pueblos fue la creación de la Gran Colombia, en el Congreso de Angostura en 1819, destinada, entre otros a sustituir el virreinato de Nueva Granada, y después, la convocatoria al Congreso de Panamá en 1826 con la intensión de crear un solo estado en toda América, que quedó, por el momento frustrado, y que fue continuado con la creación de la CELAC el martes 23 de febrero del 2010, en la cuidad de Playa del Carmen, en Quintana Roo, México, y cuya constitución definitiva e integración, se hizo en la I Cumbre de la CELAC, celebrada los días 2 y 3 de diciembre del 2011, en Caracas, Venezuela. Y crear el estado de la Patria Grande, la patria que enlaza a todos los pueblos de América, que no es otra cosa que la profecía de nuestros abuelos, que Bolivar dijo con otras palabras, que un día se enlazaran los del Tenochtitlán y los del Tawantinsuyo, por cuyo cumplimiento tantos hemos recorrido las últimas décadas, desde la tierra del agua de los nauits, hasta la tierra del fuego de los mapuches, y viceversa, que profetiza que un día, que ya está amaneciendo, el águila y el cóndor volverán a volar juntos.
Juan F. Tincopa: Eso nos lleva nuevamente al tema recurrente, una y otra vez, sobre todo en este momento de la gran moda digamos, globalizante; que es el proceso del mestizaje. Ahora es tan intenso este proceso, que todo es mix: La música es mix, la moda es mix, y en eso incluso está incluida todo lo que llaman étnico; hay una moda étnica que se mixturiza, hay incluso en los idiomas, en todo se desarrolla eso, como parte del proceso que ellos impulsan de mestizaje en el ámbito cultural. ¿Cómo vez esta situación?
Jorge Alberto Montoya Maquin: La ideología del mestizaje la desarrollaron, y han tenido cierta éxito y por eso continúan insistiendo en difundirla, varios científicos norteamericanos, sobre todo para tratar de manejar la situación de México de comienzos del siglo pasado. La ha empleado y difundido mucho. Pero el concepto de mestizo significa que uno es una mezcla. Pero nosotros, todos los humanos y la mayoría de animales provenimos de dos, de un padre y una madre; esa alianza, esa unión que se hace, da como resultado un organismo diferente que es el hijo; pero es un organismo donde se da armonía entre todos sus órganos; se da un concierto entre todos sus órganos; es un organismo completo.
El concepto de mezcla es cuando se juntan dos procesos, dos elementos, y estos no llegan a tener capacidad e madurar y fructificarse, es un proceso incompleto, que si alcanza a generar un organismo, éste no es completo pero no llega a tener capacidad de reproducción. Por eso es que el ejemplo más claro de mestizo es la mula, la mula es producto de la relación de un burro con una yegua, pero la característica es que ese animal que nace es infértil, no puede reproducirse. Entonces ese criterio lo han puesto como una manera de castrar a los pueblos sobre todo de América; el mestizo no es ni una ni otra cosa, ni es afiliado a su padre o a su madre, sí proviene de uno de nuestros pueblos, ya es de ese pueblo; es la una manera de eliminar a los pueblos originarios, esa ideología es usada en el intento de etnocidio.
Ahora comienzan a hablar de mestizos en Europa, antes no hablaban. Si uno hablaba ahí con un francés o un alemán, y a nadie se le ocurría decir que era mestizo, o era francés o era alemán o era alemán y francés, que es algo diferente a ser mestizo, ni chicha ni limonada. Ese ha sido y es un manejo ideológico. Eso lo han empleado mucho y al final hay gente que se dice mestiza. Además, si tú combinas cosas, y resulta una buena combinación, no es un mestizaje, es una nueva cosa que fructifica.
Nosotros hace como 15 o 20 años, justamente hablábamos contra ese criterio de mestizaje, porque ideológicamente se vendía mucho en el Perú, sobre todo a gente que le habían hecho tener vergüenza de sus pueblos de origen y no quería decir abiertamente que era de ese pueblo, tenía vergüenza, como tampoco era “blanco”, entonces se decía “mestizo”.
Otra gente, que no tenía claridad, decía, nos van a convencer, vamos a parecer mestizos; pero no, cada uno es diferente. Cuando tú tienes un buen hijo o buena hija, tu hija o tu hijo sabe que tú eres su padre y qué tú eres su madre, pero cuando madura sabe que ella es ella, es decir que ese organismo que ha nacido es plenamente consciente de que es totalmente diferente al padre y la madre. Ha madurado.
Juan F. Tincopa: Situándonos en este contexto, en lo que sería el tema de cómo hacemos los grupos humanos para procurarnos la subsistencia, los alimentos. Hablemos un poco de economía. En perspectiva, en adelante: ¿Cuáles son los elementos a tener en cuenta para que el ayllu vaya recuperando más y más esa capacidad de procurarse los alimentos y en consecuencia procurarse una vida buena, una vida feliz?
Jorge Alberto Montoya Maquin: Veamos entonces que cosa es la economía. Yo puedo cultivar y con ello tener al alcance de mi mano una papa, puedo tener el instalarme en la playa y pescar, al alcance de mi mano. Eso es lo que la tierra nos lo da. La madre tierra tiene un montón de hijos y les da cosas para comer, ver, respirar y enlazarse; eso es naturalmente lo que hay. ¿Eso es economía? Imaginemos, yo tengo una chacra y la chacra produjo 10 toneladas de papa; si yo tengo y dispongo de 10 toneladas de papa, ¿eso es economía? No. Eso el proceso de “generación” de bienes, o como se dice más corrientemente, de “producción” de bienes, sí es que yo empleo, una vez obtenido, las 10 toneladas de papas en algo para mi provecho o el provecho de mi ayllu, o de mi pueblo o de mi país, en algo que sea un bien para mi, o para mi pueblo; sino no es generación o producción de bienes.
La economía es el arte de cómo hacer para que lo que tengo, se convierte en algo que me sea lo más útil posible, que me dé la mayor utilidad. O sea, si yo tengo un pescado, ¿cómo hago para que el pescado, me sea lo más útil posible?, posiblemente, para que me sea lo más útil posible, yo voy a prepararlo de una manera que lo sabrosee mejor; eso es Economía. Si está lloviendo, como hago para que la lluvia no haga daño ni a mí, ni a mi Ayllu, y en todo caso sea lo menos dañina, y más bien provechosa. Eso es economía, o sea, como hacer para que las cosas sean lo más útiles a uno, lo más provecho. ¿Si queremos vivir bien, esa es la lógica, no?: Yo voy a vivir bien, quiero vivir bien, entonces todo lo que viene y me llega, hago que sea lo mejor posible, y lo mejor se mide por lo que es más útil para mí y para mi país.
Si uno se pone a pensar en lo que estoy señalando, a esa definición, ésta le corresponde a Xenofón, el griego, y lo explica muy bien, en el tratado de “Lo económico”. El dice, que es la mejor manera de cómo le saco provecho a las cosas, la mayor utilidad. Eso es lo que nosotros acá llamamos el Buen Vivir, que es recogida en la Constitución de Ecuador y el Vivir Bien, en la Constitución de Bolivia. O sea, como hago para que algo que suceda sea útil y no nocivo para uno y su pueblo. Eso es la economía. Eso es una manera de pensar, una manera de actuar.
Yo lo diría así, si lo ponemos en un dibujo que nos enseña cómo es el mundo. Comienza a llover el día de hoy, como hago para que la lluvia me sea provechosa, o no me haga daño.
Amanece hoy día así (Dibuja una carita feliz y lo muestra en posición de costado).
¿En qué consiste hacer economía o en que consiste el vivir bien?:
Amanece así, y lo pongo así: (mueve la carita feliz en la posición correcta). Que no sea así (pone la figura invertida) porque es tristeza.
Amanece de varias maneras. Entonces hacer economía es hacer que lo que sucede le sea provechoso a uno a su pueblo, eso es economía y eso es vivir bien. Y eso es una actitud, un comportamiento; si yo estoy en la vida, vivo bien. Es una manera de ser agradecido a los propios padres que nos han traído a este mundo.
Entonces qué cosa hay que hacer, hacer esto, poner las cosas de tal manera que le sean provechosas. Y en eso es opuesto a lo que hace por ejemplo, el miedoso. El miedoso cuando llueve va y se esconde. Nosotros no, nos ponemos a ver la lluvia, que cosa hace, y nos gusta la forma que nos sea provechosa. Entonces es todo un comportamiento de vida, de hacerlo, como se hace para que las cosas caminen mejor.
Juan F. Tincopa: Que nos puedes decir como recomendación, en este tiempo, a todos aquellos quienes de una u otra manera estamos empeñados en hacer nuestras labores para recuperar nuestras culturas ancestrales
Jorge Alberto Montoya Maquin: Yo he escuchado a Russell Means, en un mensaje que él había hecho hace varios años y en una entrevista que le hiciste, que entre paréntesis me parece de muy buena calidad. Y una de las cosas que creo que es muy importante, que él decía, era: Hemos pedido una y mil veces al gobierno de los estados Unidos, que nos traten mejor, que nos arreglen las cosas, pero nos hemos dado cuenta que ni ellos mismos tratan a su pueblo bien.
Pienso que una de las cosas que hay que hacer es darse cuenta quiénes son estos que invadieron. A nosotros nos cuesta mucho entender, porque pensamos de otra manera, que pueda haber gente que sea capaz de robar, y no solamente a robar, a matar gente, a hacer sufrir gente, por obtener alguna riqueza. Es muy difícil saber hasta qué extremo lleva la codicia. Como la codicia hace miserables. Pienso que una de las cosas más importantes es darse cuenta quién es el invasor, no dejarse engañar, saber que el codicioso es capaz de vender a su madre o a su hija; es capaz, sí va a ponerle de mendigo, de cortarle la pierna, para que causes pena y pueda recolectar más dinero. O sea las atrocidades que hace la codicia son innombrables.
Por eso las frases de Russell Means son certeras, tiene que entenderse para no caer en la trampa de las “ayudas”; el que no entiende bien este tema, fácilmente cae en la trampa y se siente a esperar la ayuda. Por ejemplo, Evo Morales, parece que se ha dado cuenta de la trampa que le ha estado haciendo el gobierno chileno, dando cuerda larga, para eludir la devolución de las tierras y del mar usurpado a Bolivia.
La segunda cosa que va acompañado con lo que decía Russell Means, es que hay que ir sin miedo. Hay que ir a nuestros pueblos, a nuestras familias, a nuestras casas, y explicarles como han vivido nuestros antepasados, como han vivido bien. Como la tierra es tan generosa que da nos solamente de comer, nos da los refrescos más frescos, da los perfumes más olorosos, las alegrías más sublimes bonitas, las vistas más hermosas, las experiencias más bellas. Entonces esto hay que volverlo a enseñar a nuestros hermanos, a nuestros hijos, a caminar como decía el, sin miedo. Y mirar sin miedo es fijándose las metas en la meta. En el caso de Bolivia, la recuperación de las tierras y sus mares, decirlo sin miedo, no decir “a ver si al gobierno chileno se le quita la soberbia, y nos da, sí nos permite una salidita soberana, por allí por donde no le moleste”. No la meta es la meta, la invasión no da ni crea derechos a nadie, menos al invasor, la invasión es pillaje, robo, la actividad de la diosa codicia; es ello lo que hay que expulsar de nuestros países. Eso es lo que pienso es una de las cosas más importantes que hacer. Por eso hay que salir sin miedo y no hay que perder las esperanzas.
¿Quién inventó la medicina, la astronomía, la matemática, la agricultura, etc.? ¿Fueron los varones, las mujeres, o ambos, en igual proporción y medida? En la historia oficial se nombra a una serie de varones como los inventores de una serie de saberes, ciencias y técnicas, y en las que no hay ninguna mujer. Pero en las tradiciones de Amaruka o Atlántida (nombres antiguos de América) y de otros pueblos del mundo, se habla de que fue la mujer la que primero y quien más ha aportado a la vida humana con una serie de tecnologías, conocimientos, y sapiencias
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La vida del ser humano -en diferentes períodos- discurrió por largos períodos en base a la recolección y a la caza. El varón tenía esa función mientras la mujer se encargaba de organizar la tribu, distribuir los productos, preparar los alimentos, cuidar de los hijos, sostener el grupo familiar y demás actividades. Mientras estaban parcialmente sedentarios en algún lugar, las mujeres agrupadas y curiosas de su medio investigaban y estudiaban las posibilidades del entorno para que la sobrevivencia sea más segura y aligerada. Mientras los varones hacían de su vida el buscar los alimentos de un lado para otro, las mujeres preocupadas por ciertas enfermedades buscaban formas de curación para lo cual investigaban las propiedades de las plantas, de la tierra, del sol y surgió la medicina. Mientras los varones buscaban nuevos métodos y mejores armas para matar, las mujeres esperaban en el campamento y observaban el cielo, contabilizaban los ciclos de la luna, los equinoccios y solsticios del sol, y surgió la matemática y la astronomía. Mientras los varones seguían peleándose con otras tribus por más alimentos, las mujeres encontraban raíces, tubérculos, semillas y hacían injertos entre ellos, y nació la agricultura. Y así sucesivamente.
Como consecuencia de estos conocimientos y de su función de organizadoras y reproductoras de la vida, tenían el reconocimiento de los varones. Por tanto, ellas establecían y delimitaban el tipo de organización, distribución y funcionamiento social, el cual era de tipo horizontal, circular, gregario, complementario (igual sigue sucediendo en ciertas comunidades matriciales sobrevivientes, por ejemplo las Musuo en el Tibet). Sistema que no era más que un acoplamiento a lo que habían estudiado y asimilado de cómo funcionaba la naturaleza, el cosmos, es decir, la vida. Sistema femenino o matricial que venía engendrado desde su condición de madre dadora de vida, y en conjunción con todas las formas parturientas de vida: la madre tierra, la madre cósmica (LA GRAN MATRIA).
Pero este sistema y tipo de relación con la naturaleza daría un gran giro con el florecimiento acelerado de la agricultura, que provocaría una gran producción y en muchos casos un exceso. Este fenómeno productivo desencadenará un gran cambio que repercutirá en todos los órdenes de la vida humana, y que irónicamente se irá en contra de sus inventoras, como también de ciertos hombres. Si bien la recreación de la agricultura y primeras ciencias fue obra de la mujer, el aprovechamiento y ventaja la sacarán los varones, y dentro de ellos un pequeño puñado.
Desde ahí, hace 6000 años hasta ahora no ha cambiado en nada la relación entre varones y mujeres, y dentro de los seres humanos en general. El pequeño grupo de varones que comenzaría a controlar la producción hace unos 5.000 años, sigue heredando y reproduciendo uno tras otro el mismo esquema y la misma situación, solo cambiando las formas, los medios y ciertas familias. La domesticación de las plantas y de los animales, se convierte en el gran punto de inflexión o de quiebre entre dos mundos contrapuestos e irreconciliables que se generaron, y que paradójicamente ha terminado con la domesticación extrema de casi toda la humanidad actual en su conjunto (sociedad anoréxica).
Al momento que se perfeccionaron los métodos y técnicas agrícolas se generó una mayor producción, la misma que abastecía a la población más de lo suficiente, y que posteriormente provocará un gran cambio en la situación de vida de mucha gente. En ciertas épocas y lugares, el excedente es guardado para épocas de bajo rendimiento, pero luego sería aprovechado para sacar ventaja con otros grupos tribales que tenían menos o que padecían alguna situación más desfavorable. Los que tenían más producción, lograban mejor calidad de herramientas, más calidad y cantidad de tierras, más poder, más control, más dominio a todo nivel. A partir de aquí surge el aprovechamiento de los más aventajados que después provocará la sumisión de los otros, lo cual conduciría a terminar con el milenario (500.000 años como mínimo) sistema matricial e instaurar un nuevo y totalmente diferente (5000 años), que se mantiene hasta estos momentos.
LA SOCIEDAD PATRIARCAL
Los varones siempre preocupados de inventar armas más mortíferas y de herramientas de producción más sofisticadas, en un momento se aprovecharán de esa ventaja y paulatinamente irán tomando una mayor posición y asumiendo más privilegios dentro de las tribus. Especialmente cuando el excedente se lo comienza a intercambiar y posteriormente a comercializar. Actividades creadas y efectivizadas por los varones, especialmente cuando se trataba de trasladarse hacia otros lugares. Antes era el trueque de tipo femenino, pero con el comercio de carga masculina surge paralelamente la moneda y la escritura, las cuales tienen una impronta masculina y que dará inicio al negocio como forma de acumulación de riqueza, y por otro lado, a la esquematización y cosificación de la vida.
Estos comerciantes se irán enriqueciendo y adquiriendo más canonjías, lo que se traducirá en un poder desmesurado de ciertos varones. Los cuales se van disputando el control de las tribus y en competencia con las mujeres, pero más que todo con el sistema matricial de vida, en particular con la economía femenina del trueque que no generaba mayor ventaja. La actividad comercial irá tomando impulso y los varones irán controlando y centralizando la organización y economía tribal hasta alcanzar el dominio pleno. El personaje más rico y poderoso asumirá el rol concentrador y centralizador de “padre de la tribu” (Patriarca). Los patriarcas se encargarán paulatinamente de trastrocar toda la matriz del sistema matricial de organización y de concepción de vida, para establecer una “patriz” de lo que sería el nuevo sistema patriarcal.
Este nuevo sistema patrístico vendrá a convertirse en un modelo de lucha por el poder económico, político y militar entre los diferentes Patriarcas que competían por tener más territorio y más esclavos. Y el que va ganando se va convirtiendo en semi-dios, siendo el representante religioso, militar, administrativo, direccional… todo (pontifixes maximus). Y de esta manera, dándose inicio a la etapa de guerras de conquista (cleptomanía) y domino de unos pueblos hacia otros, y que no para hasta nuestros días. No se han encontrado vestigios de grandes guerras y de armas sofisticadas en la época matricial. Solo se ha encontrado referencias de guerras crueles y de violencia extrema a partir del patriarcalismo. Actividad militar y lucrativa controlada y manejada exclusivamente por los varones, y en que solo últimamente se han integrado algunas mujeres a los ejércitos nacionales, demostrándose la carga masculina de este proceso.
Algo parecido ha sucedido a nivel religioso, pero contrariamente a lo militar o en otras profesiones, las mujeres no han logrado cambios significativos hasta el día de hoy, siendo el sector más retardatario el religioso. Y ello obedece a que la religión fue (y es) el origen y sostén principal utilizado por los patriarcas en todo este proceso: su supuesto “carácter divino” y en el que Dios mismo es un varón y no una mujer.
Cabe anotar, que en la misma Biblia se hace referencia a como el Patriarca Abraham, practicaba los sacrificios humanos y su actitud discriminatoria hacia la mujer. Lo mismo sucede con el Corán islamista y la Torá judía que son líneas que toman como referencia fundamental al patriarca Abraham. La Biblia Hebrea y Católica, dicen: que la menstruación hace impura a la mujer y a todas las personas y objetos que pudiere tocar durante siete días. El parto le hace a una mujer impura durante siete días en caso de dar a luz un varón y catorce días si da a luz una hembra, y que tras el parto, debe permanecer en casa 33 días excluida del santuario (es decir, alejada de la casa de Dios) si tuvo varón, y 66 días si tuvo mujer.
Y en el Corán hay dos textos claros: uno dice que los hombres tienen un grado superior sobre las mujeres, y por tanto son sus guardianes y protectores. El otro dice que Dios ha destacado a unos sobre otros y de aquí se ha llegado a la idea de que todos los hombres están por encima de las mujeres. De todo esto se deriva que la principal obligación de la esposa es contribuir al éxito del matrimonio, estar atenta al bienestar del marido, no ofenderlo ni herir sus sentimientos. De ahí se derivan el resto de sus obligaciones: obedecer, no permitir a ningún otro hombre el acceso a la intimidad sexual ni estar sola en compañía de otros sin el permiso del marido, para evitar los celos, habladurías y sospechas. El marido también puede decidir que no reciba visitas ni regalos de otros hombres y que no abandone la casa...
Como podemos ver, no hay gran diferencia entre cristianos, musulmanes y judíos, su origen patriarcal los delata y todos ellos encubiertos por el mismo patriarca monoteísta: Abraham. El peor mal que el palurdo patriarcalismo ha generado se llama RELIGION, paradójicamente todo lo contrario a la espiritualidad de características matrísticas, y que de alguna manera sobrevive en la sabiduría primordial de la Cábala Judía, el Misticismo Cristiano y el Sufismo Musulmán.
Tanto es así, que religiosos como Agustín de Hipona anotaba que la mujer sola por sí misma, no es la imagen de Dios. Y para Tomás de Aquino, ella está de forma natural sujeta al hombre, pues en el hombre predomina la razón.
La investigadora Marija Gimbutas en su obra “El lenguaje de la Diosa” señala que hay vestigios muy antiguos donde se perciben restos de culturas complejas que no tenían fortificaciones y en las que no se observa el uso de armas apropiadas para guerras entre humanos. Hubo un período larguísimo de diez mil o más años en la historia de la humanidad en que se mantuvo el culto a la sacralidad de lo femenino. Luego en forma repentina, se da un cambio. En este cambio los dioses masculinos, celestiales, se imponen por encima de los femeninos, cuyas características se asociaban a la tierra, el agua y la maternidad.
“La regeneradora-destructora, supervisora de la energía cíclica, personificación del invierno y madre de los muertos, pasó a ser una hechicera de la noche, dedicada a la magia que, en tiempos de la inquisición, era considerada como discípula de Satanás. La destronización de esta diosa verdaderamente formidable, cuyo legado fue trasmitido a través de mujeres sabias, profetisas y curanderas –que eran las mejores y más valientes mentes de aquella época-, está manchada de sangre y es la mayor vergüenza de la iglesia cristiana: la caza de brujas de los siglos XV al XVIII fue un acontecimiento de los más satánicos en la historia europea, llevado a cabo en nombre de Cristo; la ejecución de las mujeres acusadas de brujas ascendió a más de ocho millones y, la mayoría de ellas, colgadas o quemadas, eran, simplemente, mujeres que aprendieron la sabiduría y los secretos de la diosa de sus madres o abuelas.
En 1484, el papa Inocencio VIII denunció en una bula papal la brujería como una conspiración contra el santo imperio cristiano, organizado por el ejército del diablo y, en 1486, apareció el manual de los cazadores de brujas, el malleus maleficarum (el “martillo de las brujas”) que se convirtió en una indispensable autoridad para el terror y el homicidio (...). Este período puede jactarse de haber sido el de mayor creatividad en el descubrimiento de instrumentos y métodos de tortura. Este fue el comienzo de peligrosas convulsiones de gobiernos androcráticos que, 460 años después, llegaron a su cenit en la Europa del este de Stalin, con la tortura y asesinato de cincuenta millones de hombres, mujeres y niños.”
Así mismo, Leonard Shlain en "El alfabeto contra la diosa" observa que la fecha en que este cambio se produce, coincide con la invención y maduración del alfabeto, y a su vez con la aparición de religiones que proponen el culto a un dios masculino y relacionado con el cielo (sobrenatural). La fecha en que esto ocurre en Mesopotamia (hoy Iraq e Irán) se ubica hace unos cuatro mil quinientos años. Y cuenta Shlain que a medida que se impone la idea del dios masculino declina y desaparece la idea de la sacralidad de lo femenino y, lo que es más, lo femenino empieza a demonizarse, es decir, se van formando ideas que la asocian con lo negativo.
Y también cuenta que al tiempo que se desacraliza lo femenino y se ensalza la magnitud y la sacralidad del dios masculino, decae la suerte y el estatus de las mujeres y de la naturaleza. Aparece también la idea de propiedad y se entablan guerras para establecer territorios; es también entonces que comienza la era de conquistas y de imperios que se van expandiendo por todo el mundo, y concomitantemente la consumación del sistema patriarcal-vertical-separatista, hasta nuestros días (lógica masculina).
“Este dualismo expresaba el encuentro entre los indoeuropeos nómadas invasores de Grecia, desde el 2000 antes de Cristo, que llegan con sus dioses celestes bajo Zeus, un dios solar de la luz y la tormenta, y los mediterráneos, que veneraban divinidades de la tierra y del infra mundo, en la figura de diosas de la fertilidad y dioses de la naturaleza, aglutinados en torno a la Gran Madre. Estas religiosidades se expresaban en instituciones sociales. La religión patriarcal se proyecta en un orden social de tipo aristocrático-guerrero, políticamente monárquico y estructurado en clases, como en la India. La religión matriarcal se proyectaba en postulados más bien democráticos pues el hombre se auto interpretaba más como hijo de la Gran Madre y, por tanto, entre ellos se organizaban como hermandades.” (Javier Medina en Mirar con los 2 ojos)
LA DESMATRIALIZACION
Los patriarcas fueron un fenómeno exclusivamente de lo que hoy se llama Oriente Medio. Los cuales alcanzaron un gran poder y un inmenso territorio como fue la antigua Mesopotamia, desde lo que hoy es Afganistán hasta más allá de Siria y Turquía. Los patriarcas irían cada vez alcanzando más poder y privilegios hasta autoconsiderarse enviados de dios, a medida que acumulaban más poder e iban desmembrando al sistema matricial, para hacerlo más centralizado y estratificado.
Para ello, tuvieron que anular a la mujer y a todo lo femenino o asociado con la feminidad o matrialidad. Las primeras descabezadas fueron las diosas (Hera, Inanna, Pasifae, etc.) para solo dejar a los dioses masculinos. En Grecia, “La diosa Esperanza, pues, es la diosa del origen y del buen pasado. Todavía, en latín, pasado se dice perfectum. Por el contrario, el tiempo, en la naciente mentalidad patriarcal, afirma el futuro, como desligación del pasado y del presente. El símbolo del círculo se desdobla, por así decir, en una línea recta que se desboca hacia lo desconocido y que es representada en la lucha y victoria de Zeus sobre los hijos de la Madre Tierra… Zeus, el Gran Padre, funda su nuevo ordo cósmico resemantizando las funciones de la Gran Madre. Ahora él es el fertilizador de la tierra a través de la lluvia. Se van sustituyendo las funciones. El tiempo matriarcal es entendido como desordenado, caótico. El patriarcal como ordenado; a eso se llamó cosmos. Caos / cosmos.” (Javier Medina en Mirar con los 2 ojos)
Luego de las diosas serían las mujeres las perseguidas, a quienes se les impuso una serie de privaciones y obligaciones, como por ejemplo la ablución del clítoris, el matrimonio forzado, y el código de honor, por medio del cual los varones estaban facultados hasta matarlas, acusándolas de traición, adulterio, desobediencia, etc. Reglas que se mantienen hasta la actualidad en buena parte de la Madre Tierra, es decir más de 3.000 años de “castigo” a la mujer por su pecado venial.
Posteriormente les impondrían vestidos que les cubrían totalmente y solo dejando una ranura para poder mirar. Y así cada vez, nuevas y más crueles formas de vejación contra la mujer, como en la época de la inquisición europea en que muchas sabias mujeres fueron exterminadas bajo el argumento de que eran brujas. Para de esta manera ir cortando todo su poder y su presencia, y finalmente queden tan solo como un objeto de reproducción, de placer y de quehaceres domésticos. (Algo que continúa hasta nuestros días, aunque con ligeros cambios).
En la Biblia se dice que la mujer es la culpable de que el hombre haya sido expulsado del paraíso, siendo ella y la serpiente (la naturaleza) los responsables de los males de la humanidad. En base a ello, la mujer debe ser sumisa al varón, y por otro lado, decretándose en el génesis el dominio de la naturaleza, que era otra expresión arquetípica de la feminidad conocida como la Madre Tierra en la mayoría de culturas. Desde ahí se empezó el exhaustivo proceso de depredación de la naturaleza hasta los extremos en que hemos llegado actualmente. Y paralelamente se desdibujo a la sexualidad como un acto de pecado, bajo el argumento de que representaba la tentación del diablo hacia los hombres débiles. La corporalidad fue minimizada como una forma de fragilidad a quienes respondían a la vida con su cuerpo (sensaciones) y no utilizaban la “cabeza fría” (racionalismo).
Pero lo que también se exterminó en los varones y no solo en las mujeres, fue su expresión intuitiva y perceptiva bajo el argumento de que eran expresiones de irracionalidad y sentimentalismo. De esta manera amputándose el cerebro derecho: analógico, creativo, integrativo, espiritual, etc. Para dar exclusividad a un cerebro compartimentado, logicista, analítico, divisorio, y generaría una sociedad mecanicista, materialista, racionalista, reductivista. Sociedad desmembradora y aislacionista que ha terminado en los actuales días en una sociedad banal, frívola, superficial, robótica, bulímica y hikikomori. Con lo cual, la aniquilación del sistema matricial ya casi ha sido expoliado totalmente en el mundo entero, tan solo sobreviviendo en ciertos grupos “aislados” o “no contactados” que todavía no se “integran a los beneficios de la civilización y la modernidad, y siguen en estado salvaje o primario”.
La característica fundamental del sistema matricial es su integralidad e interrelacionalidad, propio del cerebro femenino –como ha sido comprobado científicamente. Como así mismo el cerebro masculino, que es de tipo divisorio, separatista, estratificado, cuantitativo, de ahí que su modelo de sistema social, productivo, económico, religioso siga estos mismos diseños. Sistema patriarcal que se ha ido perfeccionando para extirpar toda forma comunitaria, asociativa, solidaria, respetuosa; e implantar un molde individualista, egocéntrico, egoísta, parasitario. Sistema totalmente piramidal, de ordenamiento vertical, en que todo queda centralizado en un solo personaje, el cual acumula todos los poderes, condiciones y capacidades.
LA MONARQUIA
El patriarcalismo a medida que se fue consolidando fue absorbiendo todo dentro de él. Incluso los dioses masculinos que al principio eran varios fueron desapareciendo hasta quedar uno solo, dando origen al monoteísmo. Y concomitantemente todo lo demás, cada expresión de la vida debía ser: uno, único, uniforme, universo, y demás monismos omnipotentes que fueron apareciendo y siguen apareciendo en nuestros unitarios días. Del monoteísmo vino la monarquía paralelamente, donde los patriarcas pasaron a denominarse monarcas o reyes, bajo el argumento de que tenían virtudes (virtud viene de viril) celestiales y eran enviados del único Dios. Los patriarcas ya no eran los padres de un pueblo sino de imperios, de inmensos territorios, de millones de esclavos, y su majestad era inamovible e irrefutable.
Como consecuencia de este monismo, posteriormente vendría un torbellino de monismos a diferentes niveles y situaciones. Por ejemplo la instauración de la monogamia, en ciertos lugares, ya que en otros monoteísmos como el islámico hasta ahora existe la poligamia. Aunque sobrevive en algunos grupos judíos y cristianos, como los mormones y la iglesia de Jesucristo de los últimos días. Incluso ésta fue una táctica de los patriarcas para tener más control y en subyugación a la mujer, procediendo a estimular a los varones para que tengan más esposas y así establecer una contrapartida con la poliandria.
Pero luego el imperio romano lo prohibió, pues de acuerdos a sus costumbres debían tener una sola esposa pero tolerando el concubinato y la prostitución (algo que subiste soterradamente hasta el día de hoy). Antes –al menos- era abierto y claro, hoy es a escondidas y con engaños para la esposa. Y así en muchas cosas se manifiesta la misma hipocresía patriarcal, moralista y prejuiciosa, en la que todo es negocio: prostitución, sex-shop, modelaje. Todos ellos inventos masculinos, cuando convirtieron a la mujer en objeto sexual de placer y de reproducción. Hecho que no ha cambiado mayormente hasta la actualidad.
La historia del patriarcalismo y del monarquismo es la historia de la ampliación y perfeccionamiento del monismo o de lo monódico, a través del monopolio, del monocultivo, de lo monocular, y de todos los monismos que podamos imaginar. Diferente al paradigma matricial que era multiverso, multipolar, pluricultural, interpersonal, transconciencial, tetrádico. El pensamiento monista hábilmente se ha ido ramificando, en algunos casos frente a los cambios sociales, adoptando ciertos nombres pero guardando el concepto primigenio. Presentándose con una careta anti-monista pero detrás de ella su verdadera presencia. Hoy se presenta multicolor pero cuando se quita el disfraz es monocolor, especialmente cuando está en juego su supervivencia como tal. Y todos sabemos que ese monocolor es lo blanco, considerado como lo más bello, inteligente, saludable, puro, pacífico, divino, sagrado...
Nada es casualidad, el racismo es otro de los matices del patriarcalismo monárquico civilizatorio, bajo el criterio de que son la “raza elegida” por dios para gobernar el mundo. ¿Cuáles son los prototipos del “individuo ideal” de hoy en día? Blanco, hombre, adulto, varonil, delgado, católico, universitario, empresario. O como dice Javier Medina; “es serio, eficaz, sin sentimientos aparentes, inteligente, racional, pragmático, positivo, cortés; sólo cree en lo que se puede comprobar empíricamente. Cree que el objetivo de la vida es crear riqueza; su ética se reduce a propiciar una justa redistribución de la misma e igualdad de oportunidades, para que todos puedan comprar. Este “Tipo Ideal” es, obviamente, premiado por el sistema. A él se le adjudica los más altos puestos.” Y todo aquel que no responda a este molde simplemente es inferior, subdesarrollado, tercermundista, atrasado, homosexual, ateo, indígena, rebelde, terrorista, comunista, desviado, paria… Si viajamos por el mundo entero, las vallas publicitarias y los spots publicitarios en la televisión están personificados por hombres y mujeres de características arias. Todo cumple una función, nada es ingenuidad.
La monarquía (gobierno de uno) en esencia se mantiene en las denominadas repúblicas, que en realidad son monorepúblicas. Sistema en el cual un solo personaje llamado presidente decide la vida de millones de seres humanos. La división en tres poderes, solo ha sido la manera de generar nuevos aparatos de represión y de control para seguir sosteniendo y consolidando el mismo sistema, que antes tenía una pata y ahora tres patas, por lo que se volvió más sólido después de la caída de los reyes. Aunque sus “libertarios” buscaban lo contrario, creyendo que solo había que cortar las cabezas de los reyes, cuando había que cortar las raíces de toda la institucionalidad monódica civilizatoria creada por el patriarcalismo y la monarquía.
De ahí el fracaso de la izquierda y de todas las experiencias libertarias, independentistas, emancipatorias, revolucionarias, guerrilleras, que solo se han quedado en cortar arriba y no han cortado abajo, es decir, no han sembrado en el mismo pueblo sino que solo han querido desde arriba generar los cambios.
Y mientras sigan soñando desde arriba se toparán con que las ideas bonitas de un monocerebro (cerebro izquierdo masculino) que no tiene pies con que caminar y expandirse. No podrán entender que no hay camino de perfeccionamiento del capitalismo hacia el poscapitalismo sino que el poscapitalismo es el camino. O en palabras de ellos, que no hay camino al socialismo sino que el socialismo es el camino, que no hay un modelo hacia el sumakawsay sino que el sumakawsay es el camino, el modelo, la técnica, el medio, todo. Mientras no entiendan esto, se darán una y otra vez con el mismo zapato.
Mientras no entiendan que el poder monopólico y oligopólico viene de la estructura monódica, simplemente se pasará al otro lado del mismo esquema y nada habrá cambiado, como fue la experiencia del socialismo real. “La famosa “conciencia socialista” de los países de Europa Oriental no era tal, sino una gran máscara que ocultaba la esencia occidentalista de estos países.” RV Se quedarán solo en combatir a las ramas derechas pero luego el tronco y las raíces monódicas y geocéntricas recrearán nuevas y más sofisticadas formas de perpetuación. Mientras no entiendan que sus modernas ramas se llaman democracia, libertad, desarrollo, crecimiento, justicia, paz, partidos políticos, seguirán en el mismo juego creado por el patriarcalismo....
Tomado del libro de próxima aparición:
UNA REVOLUCION URGENTE: FEMINIZAR Y DES-CIVILIZAR EL MUNDO